El temblor ocurrió en la región del condado de Humboldt, generando evacuaciones masivas en zonas costeras de California y Oregon. Aunque el evento fue descrito como largo, no tuvo la violencia de otros terremotos históricos en la región. Según Miles Slattery, administrador de Eureka, no se han reportado daños estructurales significativos ni fugas graves de gas en la ciudad, aunque más de 10,000 usuarios quedaron sin suministro eléctrico.
«El terremoto fue menos violento que eventos previos, pero aún así llevó a evacuaciones preventivas en varias áreas», afirmó Slattery.
El terremoto activó de inmediato una alerta de tsunami, siguiendo los protocolos del Centro Nacional de Alerta de Tsunamis. Este tipo de advertencias son comunes para terremotos submarinos de esta magnitud debido al riesgo de desplazamiento vertical del fondo oceánico, que podría generar olas destructivas.
Sin embargo, tras monitorear las boyas oceánicas, los científicos detectaron solo un pequeño cambio en el nivel del mar, de apenas varios centímetros, descartando la posibilidad de un tsunami destructivo. La alerta fue cancelada aproximadamente una hora después.
«Es mejor emitir una advertencia y luego cancelarla que no tener tiempo para que las personas se pongan a salvo», explicó un experto del Centro Nacional de Advertencia de Tsunamis.
El condado de Humboldt, el más cercano al epicentro, fue el más afectado por cortes de energía, dejando a más del 10% de sus habitantes sin electricidad. Los equipos de emergencia trabajan para restablecer el servicio y evaluar daños en áreas rurales.
Mientras tanto, los residentes en zonas costeras destacaron la efectividad de los protocolos de evacuación. «Fue un recordatorio de la importancia de estar preparados para desastres naturales», comentó un residente de Eureka.
Terremotos de esta magnitud no son frecuentes. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, solo ocurren alrededor de 15 eventos de este tipo al año en todo el mundo, y no suelen estar tan cerca de la costa.
Aunque el terremoto no causó víctimas ni daños graves, las autoridades han instado a los residentes a permanecer alerta ante réplicas y posibles evaluaciones posteriores que puedan revelar riesgos ocultos en infraestructura y servicios básicos.
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