Ministro de Justicia, Nestor Osuna, confirmó que Salvatore Mancuso regresará en los próximos días a Colombia, donde seguirá colaborando con la JEP, a donde entregará importante información sobre la colaboración entre militares, empresarios, políticos y paramilitares.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) le pidió a Colombia que se expidiera el pasaporte del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso. Lo que confirma que está aprobada la deportación.
El Ministro manifestóq que el pasaporte se expidió por el Gobierno colombiano el viernes 16 de febrero.
Se espera que en la segunda semana de marzo regrese Salvatore Mancuso al país como gestor de paz, ha pedido la máxima protección para su familia.
Ante la JEP será su primera audiencia en el país. Su abogado reveló que Salvatore Mancuso teme por su vida y la de su familia. Tiene miedo de ser envenenado o asesinado en la cárcel.
Minjusticia Nestor Osuna informó que luego de “varios años de espera y más de diez solicitudes de repatriación por parte de Justicia y Paz”, el exjefe paramilitar regresará al país, donde será recluido con fuertes medidas de seguridad:
Estados Unidos estableció que luego de haber pagado su condena de 15 años y 10 meses de prisión deber ser enviado de nuevo a Colombia y no a Italia como inicialmente lo había solicitado Mancuso, aduciendo que también es ciudadano italiano.
Hace unos meses el presidente Petro firmó una resolución con la que designó como gestor de paz al exjefe paramilitar quien busca ser reconocido por la JEP y entregar su versión sobre los crueles hechos ocurridos en las regiones de Cordoba y Uraba y la busqueda de desaparecidos en la frontera con Venezuela.
Tras su sometimiento al proceso de Justicia y Paz, fue extraditado en el año 2008.
Mancuso ha reconocido su participación en por lo menos 200 asesinatos y se le atribuye la autoría como comandante de la masacre de Mapiripan en la que murieron veinte campesinos en estado de indefensión y la masacre de El Aro donde fueron asesinados otros 15 y por la cual se le dictó una condena de 40 años de cárcel; igualmente es señalado por la masacre de a Gabarra en 1999 donde fueron asesinadas 35 personas y la Masacre de El Salado en febrero de 2000, donde fueron asesinadas más de 100 personas y es considerada una de las acciones más sanguinarias de las AUC.
A su llegada al país se espera la decisión del Tribunal Superior de Bogotá que debe definir si queda en libertad o no teniendo en cuenta que cumplió su pena por narcotráfico en Estados Unidos y en Colombia se había sometido al proceso de Justicia y Paz, antes de su extradición el 13 de mayo de 2008 a Estados Unidos junto con otros 13 jefes paramilitares porque según el gobierno no cumplió con los compromisos establecidos por dicha ley.