¿Quién es Carlos Lehder, el mítico excapo del Cartel de Medellín Carlos Lehder que quiso ser revolucionario

Carlos Lehder de 75 años regresó a Colombia el exnarcotraficante fue  entregado a las autoridades por tener una orden de captura vigente.

El regreso de Carlos Enrique Lehder Rivas a Colombia ha causado gran revuelo. El excapo del Cartel de Medellín aterrizó en el aeropuerto El Dorado de Bogotá en un vuelo comercial proveniente de Alemania. Su arribo, tras 40 años de ausencia y una condena cumplida en Estados Unidos, ha encendido las alarmas de las autoridades colombianas, que verifican su situación judicial.

¿Quién es Carlos Lehder, el mítico excapo del Cartel de Medellín?

Lehder Rivas (nació en Armenia, Colombia) es un exnarcotraficante colombo-alemán y uno de los cofundadores del Cartel de Medellín. Fue pionero en el tráfico de cocaína a gran escala, utilizando la isla Cayo Norman en las Bahamas como centro de operaciones. Su ambición y ostentoso estilo de vida lo hicieron una figura destacada en la historia del narcotráfico.

Carlos Enrique Lehder Rivas, nacido en Armenia, Quindío, el 7 de septiembre de 1949, es un personaje que encarna los excesos, la ambición y la caída del narcotráfico en Colombia. Su historia está marcada por la osadía de un hombre que no solo amasó una de las fortunas más grandes del mundo a través del tráfico de cocaína, sino que también intentó convertirse en un líder político con tintes revolucionarios.

Hijo de un inmigrante alemán y su madre hija de joyeros colombianos .  Su padre el ingeniero Kurt Wilhelm Lehder,[3]​ fundó en armenia una pensión llamada «La Posada Alemana» donde había alojado a varios personajes adinerados que visitaban la región cafetera, entre ellos el expresidente Alberto Lleras Camargo, a la vez que se le reconoce la construcción de varios importantes edificios de Armenia y la llegada a Colombia de modernos ascensores para la época. La pareja tuvo 4 hijos siendo Carlos el tercero.

A sus 15 años sus padres se divorciaron y Lehder convivió un tiempo con su padre y posteriormente con su madre viajó a Nueva York.  Lehder abandonó la escuela para dedicarse a leer libros de autores como Nicolás Maquiavelo y Hermann Hesse.

También comenzó en varios delitos, entre ellos el contrabando de vehículos robados que eran trasladados a Medellín y expendidos a través de un concesionario dirigido por uno de sus hermanos.

Después fue detenido por conducir un vehículo robado. Mientras cumplía la condena en la Cárcel federal de Danbury, Connecticut, conoció a George Jung con quien se asoció para  llevar marihuana a Estados Unidos desde México en pequeñas aeronaves por debajo del nivel de alcance de los radares y aterrizando en lechos secos de río.

Cuando salió de prisión, en 1975, por compraventa de vehículos robados empezó a inmiscuirse en el negocio de los narcóticos: quería llevar cocaína y marihuana a Estados Unidos. Luego conoció a Pablo Escobar y juntos construyeron el cartel de Medellín, una compleja red de exportación de drogas.

A mediados de 1978 compró la mitad de una Isla en Bahamas. Ese lugar fue centro de acopio de la marihuana y cocaína que enviaban desde Colombia con destino final en la Unión Americana.

En la isla Cayo Norman, en las Bahamas, Lehder creó un imperio del narcotráfico. Con una pista de aterrizaje de 1,1 km, sistemas de seguridad de alta tecnología y la complicidad de las autoridades locales, logró mover toneladas de droga a Norteamérica. Se le atribuye la creación del «modelo Ford» del narcotráfico, al industrializar la logística de envío de cocaína.

No contento con su riqueza, Lehder intentó incursionar en la política. Creó el Movimiento Latino Nacional, con el que buscaba expulsar la influencia estadounidense de Colombia y evitar la extradición de narcotraficantes.

Fue tanta su fortuna que se ofreció a pagar la deuda externa colombiana en dos ocasiones; en 1978 lo ofreció al presidente Alfonso López Michelsen a cambio de un espacio libre para el tráfico de drogas y en 1982 a través de Pablo Escobar, congresista por aquel entonces, con el fin de evitar su extradición

Su discurso extremista y su delirio de grandeza lo llevaron a proponer el pago de la deuda externa colombiana a cambio de inmunidad para el cartel. Su admiración por figuras como John Lennon y su excentricidad lo convirtieron en un personaje casi mitológico dentro de la historia del crimen organizado.

Lehder transportaba y distribuía el material que Pablo Escobar les suministraba y los hermanos Ochoa colaboraban con el poder económico y social derivado de sus conexiones. Lehder y sus socios del Cartel amasarían enormes fortunas a través del tráfico de cocaína por lo que se les dio el apelativo de Los Mágicos, debido a que se habían vuelto ricos de un día para otro

Llamado también «Hombre del mundo» y siendo fanático de The Beatles y The Rolling Stones se volvió un hombre bohemio y altamente popular en el Quindío y en plena bonanza cafetera mostrando una riqueza comparable a cualquier millonario del mundo.  El 19 de noviembre de 1981 fue secuestrado por el Movimiento 19 de abril (M-19), aunque Lehder escapó siendo herido en una pierna

El cartel sólo era capaz de sobrevivir utilizando violencia, con lo cual cada vez se hacía más evidente su existencia dentro de la sociedad. Se cree que Lehder puede estar involucrado con el asesinato de periodistas, oficiales de policía, funcionarios gubernamentales e incluso el asesinato del ministro Rodrigo Lara Bonilla el 30 de abril de 1984.

Al momento de su captura, la fortuna de Lehder estaba alrededor de 8 y 9 mil millones de dólares, en ese entonces era uno de los hombres más ricos del mundo.

Sin embargo, su desenfrenada ambición lo hizo caer en desgracia. Se cree que fue traicionado por sus propios socios del Cartel de Medellín, especialmente por Pablo Escobar, quien lo consideraba un peligroso e impredecible aliado.

Fue capturado el 4 de febrero de 1987 en una finca de Guarne, Antioquia, tras ser delatado. Su extradición a Estados Unidos fue inmediata y, tras un juicio, fue condenado a cadena perpetua más 135 años de prisión. Posteriormente, en 1992, tras testificar en contra del dictador panameño Manuel Noriega, su pena fue reducida a 55 años.

Aunque Lehder cumplió una pena de 33 años en Estados Unidos y posteriormente se estableció en Alemania, donde obtuvo la nacionalidad, a su llegada a Colombia  un juez legalizó su captura ya que existía  un  requerimiento judicial en su contra.

Lehder se convirtió en el primer narcotraficante colombiano extraditado a los Estados Unidos y el único de los líderes del Cartel de Medellín que sería capturado vivo cuando este estaba operando.

Lehder cumplió su condena en distintas cárceles estadounidenses hasta su liberación en 2020, cuando fue repatriado a Alemania. Luego de obtener su libertad vivía en Berlín, lejos del imperio criminal que una vez comandó. Su vida es el reflejo de una era en la que el narcotráfico moldeó la historia de Colombia y dejó cicatrices imborrables en la sociedad.

Es uno de los pocos capos del Cartel de Medellín que no está preso, ni muerto.

Lehder es un hombre que tiene un promedio intelectual superior de sus pares narcotraficantes: habla tres idiomas y tiene una justificación política sobre sus prácticas ilegales de Narcotráfico.

Mi experiencia me demuestra que las peores secuelas del narcotráfico y venta de la costosísima cocaína es la propensidad a la violencia armada y letal. El consumo de cocaína, y peor aún, el bazuco, consumido por una persona de débil carácter, puede destruir prontamente su mente y su corazón y pulmones. En el prefacio de mi libro ‘Vida y muerte del cartel de Medellín’ especifico que en el narcotráfico existen dos garantías, con muy contadas excepciones, uno siempre terminará en la cárcel o en la funeraria, la autoridad a la larga, siempre ganará”, dijo el excapo en una entrevista

En un mensaje televisivo en 1985 pronunció una de sus más recordadas frases «La cocaína es la bomba atómica de América Latina contra Estados Unidos».

Un regreso inesperado

Lehder, uno de los narcotraficantes más notorios de la década de los 80 y pieza clave en la estructura del Cartel de Medellín junto a Pablo Escobar, llegó al país como turista. Sin embargo, su presencia no pasó desapercibida. Según fuentes oficiales, su vuelo de la aerolínea KLM aterrizó en la terminal a las 4:40 p. m., y de inmediato fue abordado por agentes de la Interpol.

A su llegada Carlos Lehder  mostró una certificación para que lo dejen viajar a Medellín, En calidad de turista y procedente de Heidelberg (Alemania), el documento de la Fiscalía decía que con el nombre de Carlos Enrique Lehder Rivas, NO aparecían registros de vinculación a procesos penales«.

Sin embargo, Carlos Lehder fue capturado por uniformados de la Dijín y la INTERPOL en el Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá y puesto a disposición del Juzgado 18 de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Bogotá para que responda por una condena de 24 años por el delito de fabricación, tráfico y porte de armas y municiones de uso privativo de las Fuerzas Armadas.

Hasta el momento, se desconoce cuál será el destino inmediato de Lehder en Colombia. Las autoridades continúan verificando su situación, y no se descarta que pueda ser requerido por la justicia colombiana en las próximas horas. Su llegada ha generado diversas reacciones y ha reavivado el debate sobre la historia del narcotráfico en el país.

El regreso de Lehder a Colombia marca un episodio más en la historia de uno de los capos más notorios del narcotráfico. Ahora, resta por ver si su presencia en el país será solo una escala en su vida de retiro o si enfrentará nuevas responsabilidades ante la justicia.