El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió una nueva alerta de viaje para Venezuela, instando a sus ciudadanos a salir “de inmediato” del país debido al “alto riesgo” que representan la detención arbitraria, la tortura, el secuestro y otras formas de violencia. La advertencia se suma a las crecientes tensiones entre Washington y Caracas, y provocó una rápida respuesta desde el gobierno de Nicolás Maduro.
La advertencia del gobierno de Estados Unidos
En la actualización de alerta, Estados Unidos señala que los ciudadanos estadounidenses que se encuentren en Venezuela enfrentan un “riesgo extremo” debido a las prácticas del régimen de Maduro. La comunicación oficial menciona específicamente la detención injusta de norteamericanos, quienes pueden ser detenidos por períodos prolongados sin que se les respete el debido proceso, e incluso se les puede someter a torturas y secuestros.
“No viaje ni permanezca en Venezuela debido al alto riesgo de detención injusta, tortura, terrorismo, secuestro, aplicación arbitraria de las leyes locales, delincuencia, disturbios civiles y deficiente infraestructura sanitaria”, reza el comunicado. Además, se instó a los ciudadanos estadounidenses que residen en Venezuela a salir del país de forma urgente.
Según el Departamento de Estado, las fuerzas de seguridad del régimen de Maduro han detenido a estadounidenses durante largos períodos sin notificar a las autoridades estadounidenses ni permitirles comunicarse con sus familias. Esta falta de transparencia ha aumentado la preocupación por la seguridad de los ciudadanos norteamericanos en Venezuela.
La situación de la seguridad en Venezuela
El gobierno de EE. UU. también resaltó los riesgos de violencia en el país, advirtiendo sobre delitos violentos como homicidios, secuestros, robos a mano armada y el robo de vehículos. Además, las protestas y manifestaciones en Venezuela, que han sido frecuentes en los últimos años, a menudo terminan en enfrentamientos violentos con las fuerzas de seguridad del régimen. El gobierno de Trump agregó que las autoridades venezolanas utilizan tácticas represivas, como balas de goma, gas lacrimógeno y gas pimienta, contra los manifestantes pacíficos.
La respuesta del gobierno venezolano
El gobierno de Nicolás Maduro no tardó en responder a la alerta emitida por Estados Unidos. Yván Gil, canciller venezolano, rechazó enérgicamente el aviso, calificándolo de “acto hostil cargado de cinismo, racismo y propaganda política”. Según el ministro de Relaciones Exteriores, esta nueva alerta forma parte de una campaña de desprestigio contra Venezuela, cuyo objetivo es alimentar las tensiones y las agresiones internacionales contra el país sudamericano.
“La República Bolivariana rechaza de forma categórica la nueva alerta de viaje emitida por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, un acto hostil cargado de cinismo, racismo y propaganda política, que busca alimentar la campaña de agresión permanente contra nuestro país”, Yván Gil, canciller venezolano.
Gil acusó al gobierno de Estados Unidos de tratar de manipular la percepción internacional sobre la situación en Venezuela y de intervenir en los asuntos internos del país. Además, insistió en que las alertas de viaje de EE. UU. carecen de fundamento y solo buscan justificar las políticas de agresión del gobierno de Donald Trump.
Los recientes eventos que agitan las relaciones
Esta nueva advertencia de EE. UU. se produce en un contexto de creciente fricción entre ambos países. La tensión aumentó aún más tras la confirmación de que cinco opositores venezolanos que se habían refugiado en la Embajada Argentina en Caracas fueron trasladados en avión a territorio estadounidense, lo que se suma a la política de sanciones económicas y diplomáticas que ha impuesto Washington sobre el régimen de Maduro.
A pesar de las diferencias, tanto Estados Unidos como Venezuela se encuentran en un juego diplomático complejo, donde los movimientos de un lado suelen provocar reacciones inmediatas en el otro.
Mientras que el gobierno de Nicolás Maduro continúa rechazando las críticas y las advertencias internacionales, las tensiones diplomáticas con Estados Unidos parecen estar lejos de resolverse.


