Militares narran aterradores asesinatos de inocentes en caso de «Falsos Positivos»

En una declaración sorprendente ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Gustavo Soto Bracamonte, excomandante del Grupo Gaula Casanare, admitió ser responsable de numerosos asesinatos y desapariciones ocurridos durante su período de mando. Soto Bracamonte confesó que durante su tiempo al mando del Grupo Gaula Casanare, entre el 5 de julio del 2006 y el 31 de octubre del 2007, se reportaron 83 personas como bajas en combate, cuando en realidad habían sido asesinadas y presentadas como resultados operacionales.

Según datos presentados, el 98.3% de los resultados operacionales reportados por el Gaula en ese momento fueron asesinatos ilegítimos. Se ha señalado a Soto Bracamonte de ser el responsable de la expansión de la suborganización criminal dentro del Gaula Casanare, lo cual llevó al aumento de estas muertes ilegítimas presentadas como bajas en combate, las cuales fueron atribuidas a la brigada 16.

El excomandante Gustavo Soto ordenó a los hombres bajo su mando asesinar y desaparecer personas para simular bajas en combate contra los grupos al margen de la ley. Además, se reporta que Soto Bracamonte utilizó recursos públicos, particularmente aquellos destinados a la lucha contra el secuestro y la extorsión, para presentar como muertes en combate a personas que habían sido asesinadas en estado de indefensión.

Le puede interesar: Cárcel para proxeneta que engañaba a sus víctimas asegurando ser promotor de modelos

Soto Bracamonte ha reconocido su responsabilidad en todos los asesinatos y desapariciones cometidos por el Gaula, afirmando que ninguno de ellos eran combatientes o delincuentes. En su declaración, expresó su profundo arrepentimiento y reveló que su intención inicial al unirse al ejército era servir a su país, pero rápidamente perdió el rumbo y se convirtió en un criminal de guerra y violador de derechos humanos.

Este oscuro capítulo de la historia dejó un rastro de dolor y sufrimiento en individuos, familias y comunidades. Muchas madres quedaron viudas y asumieron el rol de cabeza de hogar después de que sus esposos fueran asesinados, y muchos hijos nunca tuvieron la oportunidad de conocer a sus padres debido a los actos llevados a cabo por el Grupo Gaula Casanare.

Las declaraciones de Soto Bracamonte ante la JEP no solo han sorprendido a la sociedad colombiana, sino que están generando un debate sobre la actuación de las fuerzas armadas y la importancia de la verdad y la justicia para las víctimas de violaciones de derechos humanos. El país espera que este testimonio permita avanzar en la búsqueda de la verdad, la reparación y la reconciliación.

Vea las impactantes revelaciones aquí: