Opinión | “La Importancia de una Banca Central Autónoma e Independiente” Carlos E Osorio

La misión de la Banca Central en un país como Colombia, va mucho más allá de producir billetes y monedas. El Banco de la República creado en 1923, desempeña un papel crucial en la economía colombiana, correspondiéndole controlar el sistema monetario, el sistema cambiario y el sistema crediticio.

No todos alcanzamos a dimensionar la importancia de las decisiones técnicas que toma el Banco de la República. Las percibimos distantes y hasta ajenas, pero en verdad, literalmente tocan nuestros bolsillos, pudiendo llevar las mismas a la debacle económica de un país, o a conducirlo por el camino de la estabilidad financiera.

La política monetaria en Colombia, a cargo del Banco de la República, tiene como objetivo mantener la inflación baja y estable, De esta forma, la política monetaria cumple con el mandato de la Constitución de velar por mantener el poder adquisitivo del peso y contribuye a mejorar el bienestar de la población, según los artículos 371, 372, 373 de nuestra Constitución Política de 1991.

La inflación, es una amenaza para la economía que implica el aumento general de precios de los bienes y servicios existentes en el mercado durante un determinado periodo de tiempo. Estos cambian con frecuencia, lo que implica, que con la unidad de la moneda correspondiente se tenga menor capacidad adquisitiva, justamente porque el dinero vale menos. La inflación se produce, por ejemplo, porque la demanda que se genera es superior a la oferta al requerir bienes que superan la cantidad que se es capaz de producir, estos escasean, y los disponibles en el mercado, suben de precio. Por su parte, el aumento de los costos de producción de un bien o servicio implica automáticamente también, que los precios suban.

Controlar la inflación es entonces, uno, de los más grandes y principales desafíos que le competen al Banco de la República, y de allí, que más allá de la presencia que hace el Ministro de Hacienda y Crédito Público del Gobierno Nacional en la Junta Directiva del Banco de la República, no puede el Banco estar a merced de los caprichos y sugerencias gubernamentales, pues algunas decisiones por populares que parezcan, pueden resultar inconvenientes, y hasta en el mediano plazo, contraproducentes para la misma ciudadanía.

Y es que una inflación descontrolada, además de depreciar la moneda, puede conducir al aumento de los salarios, para tratar de compensar la pérdida de poder adquisitivo y a la reducción de las inversiones en el país, debido a que los inversionistas buscan lugares con mayores garantías.

Y aunque la Inflación en Colombia viene reduciéndose, muy a pesar de que el Gobierno Nacional poco o nada ayuda para avanzar en este propósito; sigue registrándose una Inflación que está por encima de lo deseable.

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Y mientras para algunos, el precario crecimiento económico de 2023, en 0.6% que nos tuvo muy cerca de una recesión, tiene que ver y/o es atribuible a las elevadas tasas de interés, las cuales desestimulan la inversión, para otros, son otras causas la que explican la debacle económica, pues en países como Brasil las tasas de interés son muy similares a la colombiana, y no ha caído la inversión de la manera como ha ocurrido en nuestra Nación.

Quizás el muerto no hay que buscarlo Río arriba sino en el manejo errático de la economía a cargo del Gobierno afectada por: I) una Reforma Tributaria, cuyo impacto ya se ha empezado a sentir en la sociedad; II) afectada por, los proyectos de reforma a la Salud, Pensiones y Laboral, que generan pánico en la sociedad y en el sector empresarial; y III) afectada por anuncios como el de renunciar a la exploración de hidrocarburos, o el más reciente de convocar a una Asamblea Constituyente.

Claramente, la inflación ha venido cediendo, muy a pesar de lo que hace y de lo que deja de hacer el Gobierno Nacional. Es por ello, que confiamos en la política monetaria de disminución gradual de las tasas de interés sin sobresaltos, la cual, debe seguir siendo manejada técnicamente y no políticamente por parte del Banco de la República.

Claramente, cuando un paciente sale de la Unidad de Cuidados Intensivos, no puede inmediatamente esforzarse demasiado. Eso le pasa en este momento a la Economía Colombiana, de tal suerte, que, aunque deseáramos que en ocasiones las Tasas de Intereses bajaran mucho más, si ello no se hace con sentido de responsabilidad, es muy posible que una disminución excesiva, suponga súbitamente un incremento inesperado, para lograr de nuevo un equilibrio, y esas, son justamente las señales que no se pueden enviar al mercado.

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Del debate de Control Político que tuvimos en la Comisión 4ª de la Cámara de Representantes, la segunda semana del mes de marzo del presente año, nos quedó claro, que, si las tasas de interés se reducen sin justificación y de manera desmedida, se puede producir un efecto adverso, como lo es, la fuga de capitales, para otros países, donde el dinero, pueda rentar mucho más. La disminución de tasas al 1.75%, la más baja de la historia se justificó con creces en 2020 con ocasión de la pandemia donde la economía se paralizó. Pero esas circunstancias son muy diferentes a las actuales. En la medida en que se fue reactivando la economía, muy suavemente se subieron las tasas de interés, porque las circunstancias de la economía colombiana así lo imponían.

La inflación de nuestro país en abril de 2023 llego a 13.34% a pesar del alza del valor de la gasolina. Hoy en día, tenemos una inflación de 7,74%, es decir, 5 puntos menos a la que tuvimos hace un año. Esto se debe a las medidas que se tomaron en el momento, reitero, por el Banco de la República, que no, por el Gobierno Nacional.

Según el Gerente del Banco de la República doctor Leonardo Villar Gómez, la situación actual de nuestro país, es que la inflación sigue bajando, pero, sigue estando por encima de la meta. La meta del Banco de la Republica es tener una inflación del 3%. Es una meta parecida a la que tienen Brasil y Chile, aunque un poco más alta que la de países como Perú, Estados Unidos y otros de Europa que la tienen proyectada en un 2%. De lograrse la meta de una inflación baja, a la que llegaremos según las estimaciones, para mediados del 2025, claramente esto contribuirá y ayudara a las personas menos favorecidas o a quienes carecen de protección, y especialmente a todos los que dependen de las tasas de interés.

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Lo ideal, es tener tasas de interés de un solo dígito, pero no de manera coyuntural, sino sostenida. Cuando una inflación está en un 3% durante varios años, es razonable bajar las tasas como lo pretende el Banco de la Republica.

Claro nos quedó en dicho debate, que no siempre lo deseable es lo mejor y /o lo más conveniente. El Banco de la Republica está muy comprometido en llegar a tasas de interés muy bajas, con la meta programada en un lapso no superior a mediados del próximo año, pero siguen teniendo una política monetaria restrictiva. La Banca Central no quiere generar el efecto de bajar tasas de una manera que resulte tan impactante, que los obligue más adelante por la inflación, a tener nuevamente que subirlas y volver a tener un déficit más fuerte.

La cautela según el Banco de la República en estos casos, en relación con las Tasas de interés, la seguirán teniendo, tal como la tuvieron el pasado viernes 22 de marzo, en cuya Junta, más allá de la petición del Gobierno de que se redujesen 100 puntos básicos, esto es del 12.75% a 11.75%, la Junta determino bajar solo 50 puntos básicos, quedando en 12.25%. En estos términos, el precio del dinero volvió al nivel, en el que se encontraba hace 15 meses.

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Por lo pronto, medidas gubernamentales fundamentalistas como las relacionadas con los Hidrocarburos y el Gas, que nos pondrán seguramente a importar lo que podríamos producir en el País, seguramente llevan a la Banca Central, a ser especialmente rigurosa, y prevenida, antes de dar un paso en falso, o un salto al vacío. Claramente el Gobierno Nacional a cargo del Presidente Petro no envía señales certeras e inequívocas, que ayuden a que la inflación siga disminuyendo y las tasas de interés tengan un comportamiento consecuente; es por ello, que resulta un poco contradictorio, incongruente e inconsecuente, la presión que le generan el Gobierno Nacional al Banco de la Republica, cuando dejan de hacer mucho de lo que podrían hacer para que la Inflación ceda; esto claramente, sin olvidar que el Banco es autónomo e independiente, además de técnico y si se quiere,  sabio en las decisiones que toman, siempre en garantía y en procura de una buena economía para el  país.

Con esta decisión tomada, seguimos creyendo en la autonomía y eficacia del Banco de la Republica, puesto que es la tercera vez que bajan las tasas de interés para darle un estar tazo a la economía y ayudar a nuestros ciudadanos, sin dar palos de ciego, ni exponernos a andar de tumbo en tumbo.