Autoridades del municipio de Donmatías, en Antioquia, buscan aclarar el asesinato de Guillermo Múnera Gómez, un empresario local y accionista de una mina de oro, que ingresó con una mujer a un hotel en la madrugada, pero nunca volvió a salir.
En medio de las tradicionales Fiestas de la Confección y la Cultura, Múnera se encontraba en un bar cuando fue abordado por una mujer en apariencia común, pero cuyo camuflaje ingenioso y frío objetivo comenzaron a desplegarse en silencio. Las cámaras de seguridad captaron a esta mujer con una peluca naranja, caminando junto al empresario hacia el hotel. Horas más tarde, los empleados del lugar encontrarían a Múnera inconsciente, sin rastro de la mujer que había llegado con él.
Un plan cuidadosamente trazado
Las investigaciones apuntan a que la mujer, quien usaba una cicatriz falsa debajo de su boca y tenía una línea rapada en la ceja, actuaba acompañada de un hombre. Ambos habrían seguido al comerciante para robarlo. Según los investigadores, ella no era ajena a tales artimañas, pues las pistas indican que esta misma mujer podría estar involucrada en robos similares a otros comerciantes en municipios cercanos.
El plan era simple, pero efectivo: la mujer habría drogado a Múnera con escopolamina, un narcótico conocido por su capacidad de desinhibir a las víctimas y dejarlas desorientadas y vulnerables. Después de dejarlo en la habitación, sin dinero ni joyas, ella salió tranquilamente, dejando a su víctima en un estado crítico.
Las autoridades han lanzado una búsqueda intensiva, pero la mujer sigue sin ser identificada, un fantasma en la vida de Múnera y ahora en la investigación. La Policía ha ofrecido una recompensa de hasta 10 millones de pesos por información que permita localizarla. Se sabe que utiliza pelucas y cambia constantemente su aspecto, lo que ha dificultado su captura.