11 de septiembre de 2025

EE.UU. Reforzará la frontera sur con más soldados: Un cambio en la estrategia migratoria

Frontera México - Estados Unidos

Luego de su posesión, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó un reforzamiento significativo de la seguridad en la frontera sur del país con la movilización de más soldados activos, lo que marca un cambio en las políticas migratorias y de control fronterizo. La medida llega en un momento de creciente tensión por el flujo de inmigrantes y la necesidad de reforzar la infraestructura de seguridad en una de las zonas más conflictivas de la nación.

A tan solo dos días de la orden presidencial, los soldados estadounidenses comenzaron a recibir instrucciones para desplegarse en la frontera con México, sumándose a los aproximadamente 2.200 efectivos ya desplegados en la región como parte de la Fuerza de Tarea Conjunta Norte, la misión del Comando Norte con base en El Paso, Texas. Esta fuerza tiene como objetivo principal respaldar las operaciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), aunque su rol se limita a tareas logísticas y administrativas, como la recopilación de datos, el monitoreo y el mantenimiento de vehículos.

Este apoyo adicional asistirán en la mejora de la capacidad operativa de la Patrulla Fronteriza, además de colaborar en los centros de comando y control.

Un Despliegue Gradual

Aunque se ha confirmado que más soldados estarán destinados a la zona en las próximas semanas, el alcance específico de este despliegue aún no está claro. Las fuentes señalan que los nuevos efectivos cumplirán tareas similares a las de los soldados previamente destacados, como el fortalecimiento de los activos aéreos y la asistencia en las operaciones aéreas de la zona. En cuanto a la función de los soldados, se tiene claro que no se les permitirá participar en la detención de inmigrantes o en acciones de control de drogas, pues la ley «Posse Comitatus» prohíbe explícitamente a las tropas en servicio activo ejercer funciones policiales dentro del territorio estadounidense sin una autorización expresa.

Esta ley, que data de más de un siglo, ha sido la base para mantener una separación entre las actividades militares y las funciones civiles de la policía. Sin embargo, el presidente Trump ha dejado abierta la posibilidad de invocar la Ley de Insurrección dentro de 90 días, lo que le permitiría usar a las tropas para hacer cumplir la ley en situaciones excepcionales a nivel nacional, incluida la frontera.

La Guardia Nacional y la Fuerza de Tarea Conjunta

El despliegue militar no es el único componente de la estrategia de seguridad en la frontera. Además de los soldados activos, también están involucrados miles de miembros de la Guardia Nacional, con unos 4.500 efectivos en la misión Operation Lonestar, encabezada por la Guardia Nacional de Texas. Estos efectivos trabajan de la mano con las Fuerzas Armadas en la región, con el objetivo de aumentar la vigilancia y fortalecer los controles en áreas específicas de la frontera.

Aunque la cantidad de inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos ha disminuido ligeramente, con estimaciones de entre 1.100 y 1.300 cruces diarios.