Daniel Sancho se declaró culpable de ocultar el cuerpo del médico Edwin Arrieta en Tailandia, pero negó el asesinato premeditado

La tranquila isla de Samui, Tailandia, el Tribunal ha sido testigo del caso de Daniel Sancho, un español de 29 años acusado en el asesinato del cirujano plástico colombiano Edwin Arrieta.

En la reciente audiencia, Sancho, respaldado por su padre, el famoso actor Rodolfo Sancho, se declaró no culpable de un asesinato premeditado, argumentando que la muerte de Arrieta fue resultado de un accidente durante una pelea. Sin embargo, admitió su culpabilidad en la ocultación del cuerpo, confesando haber desechado partes en el mar y la basura.

Un elemento clave es la premeditación, que podría llevar a una condena a pena de muerte. Sancho expresó su deseo de cambiar de abogado en Tailandia, mientras la audiencia continuaba con el respaldo de un intérprete español, una novedad en este proceso.

En este encuentro, se leyeron las acusaciones contenidas en el informe final de la Fiscalía, revelando que Sancho también enfrenta cargos por destrucción de documentación ajena. La próxima audiencia, programada para el 27 de noviembre, promete presentar pruebas adicionales de ambas partes.

La repercusión mediática en España ha sido significativa, destacando la importancia de este caso. Sancho, en prisión provisional desde el 7 de agosto, confesó el asesinato y descuartizamiento de Arrieta en la vecina isla de Phangan. El código penal tailandés contempla la pena de muerte por asesinato premeditado, aunque la confesión y cooperación del acusado pueden influir en la sentencia, según recordó el juez en la audiencia del 7 de agosto.

El informe policial entregado el 3 de octubre, tras dos meses de investigación, detalla el presunto crimen ocurrido el 2 de agosto en Phangan. Edwin Arrieta, un destacado cirujano colombiano, conocido por su pasión por viajar y atender pacientes en Colombia y Chile, se convirtió en víctima de un trágico suceso que ha conmocionado a ambos países.

La familia de Arrieta, mientras busca justicia, ha señalado que la valoración económica de la pérdida no busca un beneficio más allá de lo que la ley pueda reconocer. Mientras el caso de Daniel Sancho continúa su curso, el tribunal se prepara para un próximo capítulo, que sin duda seguirá captando la atención de la opinión pública.