El Gobierno nacional anunció este jueves un paquete de medidas para cerrar el paso a la producción ilegal de fentanilo en el país, reforzando los controles sobre los precursores químicos utilizados para fabricar esta droga sintética, considerada una de las más letales del mundo. Las decisiones se adoptaron durante la sesión del Consejo Nacional de Estupefacientes, realizada en Bogotá.
El ministro (e) de Justicia y del Derecho, Andrés Idárraga Franco, explicó que la prohibición de varios precursores y el fortalecimiento de los mecanismos de seguimiento responden al riesgo creciente de que redes criminales intenten trasladar a Colombia procesos de fabricación de fentanilo. “El país no puede permitir que aumente la circulación de sustancias relacionadas con el fentanilo, ni que sus productores encuentren aquí un escenario para instalarse”, afirmó.
Idárraga detalló que cuatro sustancias ácido clorhídrico, cloruro de hidrógeno, éter etílico y tolueno quedarán sometidas a controles mucho más estrictos. Añadió que en los próximos días el Ministerio de Salud actualizará la lista de sustancias fiscalizadas, incluyendo compuestos como el bencilfentanilo y el anhídrido propiónico. El funcionario advirtió que, aunque el fentanilo tiene en Colombia un uso exclusivamente hospitalario, el país debe actuar de manera preventiva para evitar escenarios de desvío o producción clandestina.
“ No queremos que Colombia termine involucrada en un negocio que hoy está lejos de nosotros”, insistió, al recordar que según cifras avaladas por Naciones Unidas “la mayor expansión de cultivos ilícitos ocurrió durante el gobierno Duque”, por lo que la actual política de drogas busca corregir esa tendencia mediante acciones de control más eficaces.
Por su parte, el ministro del Interior, Armando Benedetti, enfatizó que la decisión evidencia el compromiso del Gobierno de combatir frontalmente el fentanilo y proteger la salud pública. Señaló que los nuevos controles se alinean con la política de cooperación internacional del presidente Gustavo Petro, especialmente con Estados Unidos, país que enfrenta una crisis sanitaria causada por esta sustancia.
Benedetti anunció además que, junto con el Ministerio de Justicia, será radicado un proyecto de ley para penalizar el fentanilo en Colombia. La iniciativa busca anticiparse a cualquier escenario de tráfico, procesamientos clandestinos o circulación no autorizada del medicamento.
El Gobierno insistió en que estas medidas buscan cortar de raíz cualquier intento de establecer cadenas de producción de fentanilo en el país y fortalecer la acción institucional. En la sesión del Consejo Nacional de Estupefacientes —órgano rector de la política de drogas en Colombia— se recalcó la necesidad de actuar de forma preventiva, evaluar riesgos, ajustar protocolos y evitar que organizaciones criminales encuentren vacíos normativos o de control.
Las autoridades recordaron que el fentanilo es entre 50 y 100 veces más potente que la morfina y que su uso fuera del contexto médico representa un alto riesgo de depresión respiratoria, sobredosis y muerte en pocos minutos. Su bajo costo, facilidad de producción y enorme poder adictivo lo han convertido en una de las sustancias más peligrosas en Norteamérica, razón por la cual Colombia busca evitar que la amenaza se replique en su territorio.
El Consejo Nacional de Estupefacientes está integrado por los ministerios de Justicia, Salud, Educación, Defensa y Agricultura, además de la Fiscalía General de la Nación, la Procuraduría General de la Nación y la Policía Nacional, entidades responsables de definir medidas de control, regulación y fiscalización de sustancias químicas en el país.
