La reciente decisión de China de poner fin a la mayoría de las adopciones internacionales de sus niños ha dejado en el limbo a cientos de familias, en su mayoría estadounidenses, que esperaban completar el proceso. Esta medida marca el cierre de un ciclo que comenzó en la década de 1990, cuando miles de niños chinos, especialmente niñas y bebés con discapacidades, fueron adoptados por familias en el extranjero debido a la política del hijo único impuesta por el gobierno.
Desde entonces, más de 160.000 niños chinos han encontrado un nuevo hogar fuera de su país, con Estados Unidos siendo el principal receptor de estos pequeños. Sin embargo, el auge económico de China, junto con una drástica reducción de la tasa de natalidad, ha provocado un cambio en las prioridades del gobierno. La política de un solo hijo fue oficialmente eliminada en 2015, pero los esfuerzos del país para estimular la natalidad —incluyendo la flexibilización de las restricciones para tener hasta tres hijos— no han logrado revertir la tendencia hacia una crisis demográfica, ya que esta restricción había contribuido a un rápido envejecimiento de la población y a la reducción de la mano de obra.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China anunció que solo se permitirán adopciones extranjeras bajo excepciones muy específicas, como la adopción de hijos de familiares consanguíneos. Según la vocera Mao Ning, esta nueva directiva está alineada con las convenciones internacionales y busca proteger los intereses del país frente a la alarmante caída en su población joven.
A pesar de los esfuerzos del gobierno chino por aumentar la tasa de natalidad, las mujeres chinas enfrentan barreras significativas, como los altos costos de vida y la presión de roles de género tradicionales. Por ello, esta decisión de restringir las adopciones internacionales parece ser otro paso en la estrategia de China para frenar el descenso demográfico.
Desde que se suspendieron las adopciones internacionales en 2020 debido a la pandemia, el número de adopciones ha disminuido drásticamente.