Así fue el minuto a minuto de los niños indígenas del accidente aereo en la selva del Caquet

A un año del accidente la Aeronáutica Civil entregó un informe provisional del accidente del avión HK2803 en en la selva del Caquetá.

La Aerocivil detalló que tras el accidente aéreo de hace un año, los niños indígenas lograron sobrevivir 39 días en la selva,  gracias a un fruto que hallaron en la zona y por uno de los 2.000 volantes lanzados en que se les pedía estar en un solo punto.

“Los niños utilizaron elementos del avión como equipos de emergencia y, con ello, sobrevivieron los primeros días.

Uno de ellos, niño de brazos, fue rescatado por sus hermanos. Dos (2) días después abandonaron el sitio del accidente.

Debido a la lesión que sufrió en la parte interior de su pierna izquierda, asociada al edema craneal y la presencia de hematomas, la menor no lograba caminar totalmente erguida. Por esta razón, se desplazó de rodillas apoyada en su cadera, valiéndose de sus  dos brazos para sujetarse de la vegetación circundante, y cargando al bebé. Esta situación perduró hasta el día veinte, después del accidente., además caminó solo con medias ya que sus zapatos quedaron atrapados «, Aeronáutica Civil

Vea aquí el informe completo de la Aeronáutica Civil

Este es el informe realizado por un equipo multidisciplinario:

«Durante el desarrollo de un vuelo de Transporte no Regular de pasajeros entre el corregimiento de Araracuara, Caquetá (OACI: SKAC) y el aeródromo Jorge González (OACI: SKSJ) de San José del Guaviare, con siete (7) ocupantes a bordo, la aeronave Cessna U206G de matrícula HK2803 presentó una reiterada pérdida de potencia de la planta motriz.

Cuando la aeronave se encontraba a 100 NM de San José del Guaviare, y con 5,500 pies de altitud, el Piloto se dispuso a efectuar un acuatizaje forzoso sobre el río Apaporis; sin embargo, al no lograr alcanzar este río, decidió efectuar un arborizaje sobre terreno selvático.

El avión se posó aparentemente de manera controlada sobre los árboles y de inmediato se precipitó a tierra de manera casi vertical. Como consecuencia de la maniobra, se presentaron daños sustanciales en la aeronave y lesiones mortales a tres (3) de sus ocupantes, adultos. Los otros cuatro (4) ocupantes, menores de edad, hermanos entre sí, sufrieron lesiones menores; tres (3) de ellos evacuaron la aeronave por sus propios medios.

Así sobrevivieron los cuatro menores:

Todas las acciones posteriores al accidente fueron desarrolladas por  la menor de edad de 14 años, Superviviente Entrevistada, quien asistió a los sobrevivientes. Ella manifestó que, debido al impacto, perdió la conciencia. Una vez que se recuperó, escuchó los llantos de los otros tres menores.

Al reincorporarse, notó que se encontraba sangrando en grandes cantidades como consecuencia de la herida abierta en la cabeza. Para detener el sangrado y evitar que los insectos se posaran sobre la herida, improvisó un vendaje con algunas prendas de ropa que se encontraban al interior de la aeronave, y con la gasa que encontró en el kit de primeros auxilios de la aeronave.

La Superviviente Entrevistada indicó que su pie izquierdo quedó aprisionado con el riel de la silla que ocupaba, y que la única forma como logró liberarlo fue retirando la pieza de calzado que portaba. Posteriormente, procedió a retirar al ocupante el bebé, quien presentaba signos de sofocamiento debido al peso del cuerpo del ocupante su madre, quien yacía sobre él, sin vida.

Acto seguido, liberó a los ocupantes, y todos abandonaron la aeronave por la puerta posterior del costado derecho, que había sido abierta previamente.

Los cuatro menores sobrevivientes permanecieron dos días y dos  noches en el sitio del accidente, junto a la aeronave. Durante este tiempo,  los menores se alimentaron con las frutas copoazú, que llevaban en su equipaje y consumieron el agua potable que encontraron al interior de la aeronave.

Experiencia de la menor de 14 años en la selva

La menor  manifestó que su madre previamente le había proporcionado indicaciones básicas sobre las semillas comestibles que podría encontrar en zonas selváticas.
Agregó que no era la primera vez que permanecía en ese entorno, ya que en varias ocasiones se había internado con sus familiares en la selva circundante a su población de origen, que tenía unas características similares al escenario que encontraron después del accidente.

Entre otras habilidades y destrezas, la Superviviente Entrevistada llevó juiciosamente la cuenta de los días transcurridos desde el día del accidente.

Decisión de dejar el sitio del accidente. Después de permanecer dos (2) días en el sitio del accidente, a los cuatro menores se les agotaron las provisiones que habían retirado de la aeronave; por esta razón, decidieron que dejarían ese lugar y
que se dirigirían en dirección al río que habían visualizado desde la aeronave antes del accidente (río Apaporis), para aprovisionarse de agua y buscar alimentos.

Debido a la lesión que sufrió en la parte interior de su pierna izquierda, asociada al edema craneal y la presencia de hematomas, la menor no lograba caminar totalmente erguida. Por esta razón, se desplazó de rodillas apoyada en su cadera, valiéndose de sus  dos brazos para sujetarse de la vegetación circundante, y cargando al bebé. Esta situación
perduró hasta el día veinte (20), después del accidente.

Adicionalmente, al perder su zapato izquierdo para poder liberarse de la aeronave, no calzaba zapatos, y caminó todo el tiempo con sus pies protegidos únicamente por las medias.

A orillas del río Apaporis, los menores se aprovisionaron de agua y lograron pescar, utilizando una lanza fabricada por la Superviviente Entrevistada. Ante la imposibilidad de generar fuego, los menores consumieron peces crudos una sola vez, ya que el sabor no les resultó agradable.

Desde entonces, el alimento hasta su rescate, consistió únicamente de semillas denominadas mil pesos, fruto de una palma, que encontraban a su paso y las cuales se ablandaban debido a la humedad del suelo.

Regreso no planeado al sitio del accidente.

La menor pensó que, siguiendo a lo largo de la orilla del río Apaporis, no encontrarían población alguna, y que esto sería posible si se internaban en la selva. Fue así como regresaron a la selva, y después de aproximadamente tres (3) días de caminata  en círculos, sin notarlo y de manera no intencional, los sobrevivientes llegaron nuevamente al sitio en donde se encontraba la aeronave.

Entonces, todos se aprovisionaran de nuevas prendas de vestir, toda vez que por el desplazamiento y arrastre las que usaban se habían rasgado, ocasionandoles lesiones y picaduras de insectos en sus piernas.

Igualmente, la lluvia estaba presente de manera constante la mayor parte del día, razón por la cual la ropa que portaban los menores se encontraba mojada y  con abundante fango, lo cual agregaba peso e implicaba un desgaste físico adicional para el desplazamiento.

Fue tanto así, que después de unos días de desplazamiento, el menor de 4 años, se despojó del calzado que portaba, y continuó a pie, debido a que le resultaba muy difícil  el desplazamiento por el fango adherido a sus zapatos.

El menor de 11 meses, presentó una gripa.

LOs menores escucharon el sonido sonido de las aeronaves que sobrevolaban las áreas circundantes fue perceptible para
ellos, durante los días 10 y 15. Sin embargo, manifestó, debido al espeso follaje de la vegetación circundante, no era posible  avistar las aeronaves de búsqueda, impidiendo así el contacto visual y realizar cualquier señal hacia ellas.

Según su relato, los supervivientes escucharon en algunas ocasiones el perifoneo y las grabaciones en idioma nativo indígena de la voz de un familiar, en las cuales les proporcionaba algunas indicaciones relacionadas con su búsqueda. Sin embargo, afirmó  que les fue imposible acercarse lo suficiente en dirección a las sonidos, sin saber si su marcha los dirigía realmente a ese objetivo.

Tampoco, encontraton los kits de supervivencia que fueron arrojados desde el aire por los equipos de búsqueda.

Afirmó que en múltiples ocasiones escuchó lo que parecían voces, pero que se abstuvo de dirigirse en dirección a las mismas, ya que anteriormente se le había advertido que muchos sonidos podrían ser emitidos por animales depredadores y se podían confundir con sonidos de seres humanos en el entorno selvático.

Durante los  treinta y nueve días que permanecieron internados en la selva, los sobrevivientes avistaron diferentes animales como tapires, serpientes, y una tortuga de gran tamaño.

De otra parte, según su relato, no se produjo ningún encuentro con otras personas durante su travesía; y tampoco tuvieron contacto con algún canino.

Elementos a bordo de la aeronave utilizados para la supervivencia

Conforme a lo descrito en la entrevista, los menores sobrevivieron inicialmente con  2 botellas plásticas con agua potable  la tapa de la botella fue utilizada para suministrar el líquido a la menor de  11 meses de edad.
• Gasas: fueron utilizadas para el vendaje que detuviera el sangrado de la herida abierta de la menor de 14 años.
• Unas tijeras, un toldillo y una hamaca: las tijeras fueron utilizadas para cortar hojas  de platanillo, y estructurar con ellas refugios de resguardo de la lluvia y contra los animales del entorno. Una vez que las tijeras se perdieron (el personal de búsqueda las encontraría), la menor de 14 años se valió de su dentadura para cortar las hojas de platanillo.
• Dos biberones: uno de los cuales también lo perdieron y fue encontrado por el personal que realizaba la búsqueda.
• Documentos de identidad de sus familiares: custodiados por parte de la menor de 14 años, desde el día del accidente hasta su rescate.

• Linterna la portaron hasta el momento de su rescate, y que les permitió marchar en horas de la noche, hasta el día en que cual fueron encontrados.

El Rescate

La aeronave fue encontrada catorce días después del accidente, el 15 de mayo de 2023. Tres días más tarde, el 18 de mayo, fueron rescatados los cuerpos de los tres  adultos fallecidos, y se hizo evidente la muy probable sobrevivencia de los menores de edad al accidente.

La aeronave se encontraba en posición vertical, impactada de frente contra el terreno,  íntegra, con excepción del motor, su cubierta y la hélice (separados y cercanos) y con la parte frontal destruida.

Ante las evidencias de que los menores habían sobrevivido al  accidente, y se encontraban aún con vida, se inició entonces su  intensa búsqueda, en lo que se denominó la Operación Esperanza.

El 09 de junio de 2023, 39 días después del accidente, los cuatro (4) ocupantes menores sobrevivientes, fueron encontrados con vida, en la selva.

Esa misma noche,  la Fuerza Aérea Colombiana, rescató  de la selva  a los menores, mediante un helicóptero, inicialmente hasta San José del Guaviare. De inmediato fueron trasladados en un avión medicalizado al Hospital Militar Central de Bogotá, D.C. en donde  los cuatro (4) menores iniciaron su evaluación médica y recuperación.

Los angustiantes momentos antes del accidente

Primera falla del motor y declaratoria de emergencia: A las 07:17:06 HL, dos minutos y medio después del anterior llamado, el Piloto reportó al ATC:“…Mayday, Mayday, Mayday, 2803, Mayday, Mayday, Mayday, tengo el motor en
mínimas, voy a buscar un campo…”.
Momentos después el ATC le confirmó al Piloto del avión HK2803 que lo tenía “en contacto radar” y le hizo  varios llamados sin obtener respuesta. Ante esto, el ATC le solicitó al tripulante de otra  aeronave que volaba en el área, el avión HK1884, que efectuara el puente de comunicación  con el Piloto del avión HK2803.
No obstante, tras varios llamados del Piloto de la aeronave HK1884, tampoco se obtuvo respuesta.

A las 07:32:18 HL, quince (15) minutos después de su último llamado, el Piloto de la  aeronave HK2803 reportó al ATC:
“…2803 el motor volvió a coger potencia, estoy a 120 NM de San José, en ascenso para 8500…”.
Y, poco después agregó:  “…2803, seis personas a bordo, y autonomía para tres horas…”.

A las 07:43:50 HL, tres minutos y 28 segundos (3:28 min) después de la comunicación  anterior, el Piloto reportó al ATC: “…Mayday, Mayday, Mayday, 2803, 2803, el motor me volvió a fallar…. voy a buscar un
río… aquí tengo un río a la derecha…”.

A las 07:44:18 HL, el Piloto confirmó: “…103 millas fuera de San José… voy a acuatizar…”.

Esta fue la última comunicación recibida del Piloto de la aeronave HK2803,  no se recibió ningún llamado por parte del Piloto, ni tampoco respondió a repetidos llamados que se le hicieron;