Juan de Bedout describió episodios de envenenamiento con talio sufridos por su esposa años antes, las visitas de Zulma Guzmán al edificio donde vivía con su familia y mensajes previos a la tragedia. Habrían más implicados y varias pruebas que aún no han sido reveladas.
El caso del envenenamiento con talio que causó la muerte de dos menores de edad en Bogotá en abril de 2025 dio un giro trascendental con la declaración del empresario Juan de Bedout Vargas, padre de una de las niñas fallecidas, quien relató ante la Fiscalía una serie de episodios vinculados a la muerte de su esposa en 2021, a la presencia previa de talio en su cuerpo y a comportamientos inquietantes de la empresaria Zulma Guzmán Castro, hoy buscada por Interpol como presunta autora del doble homicidio. Y otras revelaciones realizadas por el penalista Majer Abushihab, abogado de la familia Forero, quienes también perdieron a su hija en el hecho.
Un relato que abrió nuevas líneas de investigación
Juan de Bedout, de 55 años, fue citado a declarar una semana después del fallecimiento de su hija y de la amiga de esta, ambas de 13 y 14 años, respectivamente, quienes consumieron frambuesas contaminadas con talio en un apartamento de Rosales, en Bogotá. Según su testimonio, al percatarse de que la niña Forero había sido hospitalizada, llevó a su hija a una clínica pensando inicialmente que se trataba de una simple fiebre.
Cuando los padres de las otras menores le informaron que estaban en urgencias “por algo que consumieron”, reaccionó de inmediato. En su relato quedó consignado que, mientras registraban a su hija en la clínica, se enteró de que la otra menor acababa de fallecer. Horas más tarde, se confirmó que su hija también había muerto por intoxicación con talio.
Durante esa atención médica, De Bedout le dijo al equipo clínico algo que cambió por completo la dirección del caso:
“Mi esposa había sufrido hacía cuatro años de envenenamiento por talio.”
Al principio, los médicos descartaron que la niña pudiera haber sufrido lo mismo, pero luego confirmaron que la toxicidad por talio era el origen de su muerte. Este relato esta consignado en la declaración que entregó el empresario a la Fiscalía y que fue revelada por El Tiempo.
La muerte de su esposa y los envenenamientos previos con talio
La declaración de De Bedout llevó a la Fiscalía a revisar la muerte de su esposa, Alicia Grahan Sardi, quien falleció el 17 de agosto de 2021 en la Fundación Santa Fe. Aunque el certificado indicaba cáncer, el empresario reconoció ante los investigadores que su esposa había sido envenenada con talio dos veces, la primera a finales de septiembre de 2020:
“Un médico muy reconocido diagnosticó la presencia de talio en su cuerpo cuando comenzó a caérsele el pelo.”
Narró que la primera intoxicación ocurrió mientras la familia se encontraba fuera de Bogotá durante la pandemia, en Sutatausa, y que la ingestión había sido catalogada inicialmente como accidental porque no había registro de domicilios ni de comidas externas.
Tras un tratamiento, su esposa mejoró, pero tuvo una recaída en julio de 2021 durante un viaje a Europa. En Francia perdió nuevamente el cabello, reaparecieron los dolores y, al regresar a Colombia, debió ser hospitalizada. De Bedout insistió a los médicos que se trataba de talio, pero, explicó:
“Los médicos me dijeron que su cuerpo empezó a generar células buenas y malas para defenderse del talio, y murió invadida de cáncer.”
La Fiscalía ahora reabrirá el análisis de su fallecimiento.
Zulma Guzmán: mensajes, visitas al edificio y un localizador en el carro
Otro elemento en la declaración de De Bedout es la mención reiterada a Zulma Guzmán Castro, economista de 54 años y quien habría tenido una relación extramatrimonial con el empresario. En su testimonio reconoció que Guzmán había sido grabada en cámaras de seguridad de su conjunto residencial “poniéndole un localizador” a uno de sus vehículos años atrás:
“Esa mujer que sale en el video era Zulma Guzmán.”
También habló de mensajes que recibió tras la muerte de su esposa, incluyendo textos supuestamente enviados por Guzmán. Uno de los más llamativos data de agosto de 2024, después de que De Bedout fue visto comiendo helado con una mujer:
“En serio, con cualquier gurre, pero yo no. Qué tamaño de imbécil.”
De Guzmán se sabe que ha negado toda participación en el doble homicidio, pero un mensaje enviado desde su teléfono donde habla de su relación extramatrimonial con De Bedout y otros temas también esta siendo analizado.
Las autoridades han reiterado que la muerte de las dos menores se produjo por una intoxicación aguda con talio, un metal pesado altamente tóxico cuya presencia fue confirmada por los análisis forenses. Los investigadores han señalado que las niñas consumieron unas frambuesas contaminadas que recibieron como regalo, lo que orientó la investigación hacia la hipótesis de un envío premeditado y dirigido. Aunque en un inicio el caso parecía aislado, la Fiscalía busca patrones y coincidencias con la muerte previa de la madre de una de las menores, cuyo examen toxicológico también reveló restos de talio en su organismo.
En paralelo, la no ubicación de Zulma Guzmán Castro, señalada como la presunta articuladora de la entrega del paquete contaminado, se ha convertido en uno de los principales obstáculos para avanzar en las diligencias judiciales. Pese a la circular roja de la Interpol para lograr su localización fuera de Colombia, los investigadores han encontrado indicios de que la empresaria habría salido repetidamente del país en los últimos meses utilizando diferentes rutas,. como hacia Argentina y Europa.
La Fiscalía considera que su constante movilidad, sumada a la negativa a comparecer, fortalece la necesidad de avanzar hacia su declaratoria como persona ausente si no se presenta ante las autoridades los próximos días.
El abogado Majer Abushihab: “Hay más personas implicadas”
El penalista Majer Abushihab, abogado de la familia Forero, entregó un balance contundente:
“Esta investigación tiene un caudal probatorio extraordinario. El trabajo de la Fiscalía ha sido impecable.”
Añadió que la evidencia técnica permitió establecer movimientos precisos de Guzmán en Colombia y que por esa razón se solicitó su captura internacional.
También dio un adelanto de lo que la Fiscalía estaría próxima a anunciar:
“Sabemos que hay más personas en la mira y confiamos en que pronto se podrán develar esos nombres.”
Abushihab no descartó la participación de terceros que habrían tenido roles en la planeación o ejecución de la entrega de las frambuesas contaminadas.
¿Quién es Zulma Guzmán Castro?
Zulma Guzmán Castro es una empresaria colombiana reconocida en el sector de la movilidad eléctrica, donde ha tenido participación en compañías dedicadas a la comercialización y arrendamiento de automóviles y motocicletas eléctricas. Durante los últimos años consolidó una red de contactos en Colombia y en el exterior, ha viajado en los últio Brasil, España, Reino Unido y Argentina, países en los que, según información de las autoridades, habría estado presente en distintos periodos. Su nombre se mantuvo fuera del escrutinio público hasta que la Fiscalía la identificó como la principal sospechosa en la investigación por el envenenamiento con talio que acabó con la vida de dos menores en Bogotá. Desde entonces, su paradero es incierto y su figura pasó del ámbito empresarial a convertirse en una de las personas más buscadas por las autoridades en un caso que ha conmocionado al país.
Rastros, llamadas y la trayectoria de las frambuesas
La investigación determinó que Guzmán adquirió paquetes de frambuesas el 25 y 26 de marzo y otros días posteriores. Asimismo, un teléfono asociado a ella —registrado en Argentina— fue rastreado en dos lugares de Bogotá después del crimen: un consultorio odontológico y una clínica veterinaria.
El domiciliario que entregó el paquete contaminado fue clave: llevó a los investigadores a un edificio cerca del parque de la 93, donde habría recibido las instrucciones. La Fiscalía también interrogó a un “guía espiritual” cercano a Guzmán, y pidió las sábanas de llamadas de cuatro celulares involucrados.
Los análisis forenses confirmaron:
- Talio en sangre y contenido gástrico de las niñas.
- Talio en las frambuesas con chocolate.
- Compatibilidad del cuadro clínico con intoxicación aguda.
Un caso que estremeció al país y abre interrogantes más amplios
El envenenamiento de las dos menores de edad, reunidas en un apartamento en Rosales el 4 y 5 de abril de 2025, marcó uno de los episodios más graves de intoxicación deliberada registrados en Colombia en las últimas décadas.
Hoy, además del doble homicidio, la Fiscalía investiga si la muerte de Alicia Grahan Sardi está también relacionada con un patrón sostenido de intoxicación con talio.
A esto se suma otro hallazgo confirmado por Fabio Humar, abogado de la familia De Bedout:
En exámenes de sangre, Juan de Bedout y uno de sus hijos, quienes no consumieron frambuesas, también presentan rastro de talio.
La declaración de Juan de Bedout abre una nueva dimensión en un caso ya complejo y perturbador. Los envenenamientos previos de su esposa, los mensajes y comportamientos atribuidos a Zulma Guzmán, los rastreos telefónicos y la evidencia forense apuntan a un esquema criminal que va más allá de la tragedia ocurrida en abril de 2025. Para el penalista Majer Abushihab, el país está frente a un expediente “de proporciones excepcionales”, con más personas comprometidas y con una investigación que, afirma, llegará “hasta las últimas consecuencias”.


