La Comisión Cuarta del Senado rechazó la ponencia positiva con nueve votos por el No y cuatro por el Sí, lo que archivó definitivamente el proyecto de Ley de Financiamiento
Las comisiones económicas del Congreso de la República hundieron este martes la reforma tributaria del Gobierno del presidente Gustavo Petro, luego de que la Comisión Cuarta del Senado rechazara la ponencia positiva del proyecto de Ley de Financiamiento, con la que el Ejecutivo buscaba recaudar cerca de $16,3 billones para el Presupuesto General de la Nación de 2026.
La iniciativa fue archivada de manera definitiva tras una votación de nueve votos por el No frente a cuatro votos por el Sí, resultado que representó una nueva derrota para el Gobierno en materia legislativa y un fuerte golpe a su plan fiscal para el próximo año.
Resultado de la votación en la Comisión Cuarta del Senado
La sesión de este martes se desarrolló en medio de una intensa expectativa política, luego de varios intentos fallidos por avanzar en el debate debido a la falta de quórum en la Cámara de Representantes, donde las sesiones fueron levantadas en repetidas ocasiones.
En el Senado, la Comisión Cuarta sí logró votar la ponencia positiva, que finalmente fue derrotada con el siguiente resultado:
- Votos por el Sí: 4
- Votos por el No: 9
Con esta decisión, el proyecto quedó archivado, al no superar el primer filtro legislativo en las comisiones económicas.
Un proyecto clave para el recaudo de 2026
La reforma tributaria, denominada oficialmente Ley de Financiamiento, era considerada una de las principales apuestas económicas del Gobierno para garantizar recursos adicionales en 2026. Según el Ministerio de Hacienda, la iniciativa buscaba obtener $16,3 billones para financiar parte del gasto público del próximo año.
Entre los puntos más debatidos se encontraban nuevos mecanismos de recaudo, ajustes al impuesto al consumo de bebidas alcohólicas, cambios en el impuesto al carbono y medidas para fortalecer el cobro de cartera pública.
Minutos antes de la votación, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, anunció la disposición del Gobierno para retirar el impuesto al consumo de bebidas alcohólicas, particularmente la cerveza, y evaluar la eliminación del componente del impuesto al carbono que incide en $100 sobre el precio de la gasolina, en un intento por destrabar el trámite legislativo.
Sin embargo, los ajustes no fueron suficientes para revertir la tendencia mayoritaria en contra del proyecto.
Tensiones políticas y advertencias del Ejecutivo
Durante las últimas semanas, el trámite de la reforma estuvo marcado por rupturas de quórum, aplazamientos y una intensa puja política entre el Gobierno y los partidos de oposición. Incluso, el presidente Gustavo Petro había advertido públicamente sobre la posibilidad de decretar una emergencia económica, lo que fue interpretado por algunos sectores del Congreso como una presión indebida.
El senador del Partido Conservador, Efraín Cepeda, afirmó durante el debate que el proyecto afectaba a las clases medias y bajas y cuestionó la ejecución presupuestal del Ejecutivo.
“Esta es la tercera sesión de debate y vimos dos sesiones en las que rompieron el quórum los cercanos al Gobierno. Hubo debate y no nos iban a cambiar el voto. Esta reforma golpeaba a las clases bajas y medias. Se nos viene amenazando con una emergencia económica”, sostuvo Cepeda.
En otro pronunciamiento, el mismo congresista señaló:
“El Gobierno no ha ejecutado 80 billones que tiene guardados y sí quiere seguir metiéndole la mano al bolsillo de los colombianos y a las fiducias de las regiones. Está claro que los recursos que buscan no son para obras, son para politiquería. No vamos a permitir esa irresponsabilidad”.
Con el archivo de la iniciativa, el Gobierno nacional queda sin una de sus principales fuentes de financiamiento proyectadas para 2026, lo que obligará al Ministerio de Hacienda a reformular el esquema de ingresos del presupuesto del próximo año. Expertos en finanzas públicas han advertido que la caída del proyecto podría traducirse en ajustes en el gasto, mayor endeudamiento o la búsqueda de nuevas iniciativas legislativas, en un contexto de alta presión fiscal y restricciones presupuestales para la ejecución de políticas sociales, inversión pública y funcionamiento del Estado.
La postura del Pacto Histórico
Desde el bloque oficialista, varios senadores defendieron la iniciativa. El senador Jorge Hernán Bastidas, del Pacto Histórico, sostuvo que el país enfrenta un desequilibrio estructural de las finanzas públicas, producto del crecimiento sostenido del gasto inflexible por encima del dinamismo de los ingresos.
Por su parte, la senadora Sonia Bernal, también del Pacto Histórico, reiteró que la reforma no imponía nuevas cargas tributarias a la ciudadanía, sino que buscaba fortalecer los mecanismos de recuperación de cartera pública y mejorar el flujo de recursos del Estado.
Sesiones fallidas en la Cámara de Representantes
En paralelo a la votación del Senado, las comisiones económicas de la Cámara de Representantes no lograron avanzar en el trámite debido a la falta de quórum, lo que obligó a levantar varias sesiones consecutivas.
El Gobierno aprovechó esos aplazamientos para intentar conseguir los votos necesarios, sin éxito. Con la decisión del Senado, el proyecto quedó definitivamente hundido en el Congreso.
Impacto para el Gobierno y lo que sigue
El hundimiento de la Ley de Financiamiento representa un duro revés para el Ejecutivo, que ahora deberá replantear su estrategia fiscal para garantizar los recursos del Presupuesto General de la Nación de 2026.
Expertos advierten que el Gobierno podrá optar por nuevas fuentes de financiamiento, ajustes al gasto público, endeudamiento adicional o, eventualmente, acudir a instrumentos excepcionales como los decretos de emergencia, siempre que se cumplan los requisitos constitucionales.
Entretanto, desde el Ministerio de Hacienda no se ha confirmado aún cuál será el plan alterno para cubrir el faltante de ingresos que dejará el archivo de la reforma.