El Inpec confirmó que la modalidad de escape no se presentaba en ese penal desde hace más de dos décadas. El prófugo es Pedro David Nieves Mosquera, condenado a 28 años de prisión.
Las autoridades penitenciarias confirmaron la fuga de Pedro David Nieves Mosquera, un recluso condenado a 28 años de prisión por secuestro extorsivo, quien escapó de la cárcel La Picota, en Bogotá, mediante una modalidad conocida como ‘cambiazo’, en la que habría intercambiado su lugar con un visitante. El hecho ocurrió el domingo 7 de diciembre de 2025 y es investigado por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación.
La evasión fue detectada hacia las 4:20 de la tarde del domingo, cuando la unidad de Policía Judicial del establecimiento penitenciario fue alertada sobre la desaparición de un interno en la estructura 3 del complejo carcelario. De acuerdo con el reporte oficial, durante el horario de visitas se habría producido un intercambio entre el condenado y un hombre que ingresó al penal simulando ser familiar suyo.
Según el director del establecimiento, mayor retirado Horacio Bustamante, el prófugo utilizó una estrategia antigua, conocida dentro del sistema penitenciario como ‘cambiazo’. Bajo esta modalidad, el recluso adopta la identidad de un civil que ingresa como visitante, mientras que la otra persona permanece dentro del establecimiento haciéndose pasar por interno.
“El interno recibió la visita de un supuesto tío. Tras reunirse con él, se produjo el intercambio. Posteriormente, el visitante manifestó que no tenía ningún parentesco con el recluso, y solo después de la novedad indicó que él era visitante y que el interno ya había salido”, explicó Bustamante en diálogo con medios nacionales.
El funcionario precisó que la persona que permaneció en el penal luego del cambiazo ya fue puesta a disposición de las autoridades y enfrenta una posible investigación por el delito de favorecimiento de fuga de presos. La Fiscalía adelanta las diligencias para establecer si existieron más personas involucradas en la planeación y ejecución del escape.
Falla en el control biométrico
Uno de los aspectos que hoy concentra la atención de los investigadores es la validación de la identidad del interno mediante el sistema dactiloscópico. Según el director de la cárcel, la perito encargada del cotejo de huellas fue quien validó como positivo el registro del hombre que permaneció en el penal tras el intercambio.
“En los videos se observa que hizo el cotejo dactiloscópico y le dio positivo. Le presumimos su inocencia y que no se prestó para tal fin”, indicó Bustamante, quien agregó que la similitud entre los dactilogramas del visitante y del interno permitió que no se detectara de inmediato la irregularidad.
El Inpec abrió una investigación disciplinaria interna para establecer si hubo negligencia, falla en los protocolos de verificación o complicidad de funcionarios en la fuga.
“El cambiazo” Una modalidad que no se veía en décadas
El director del establecimiento penitenciario señaló que este tipo de evasión no se registraba en La Picota desde hace más de 20 años. “Hace dos años hubo una fuga, pero bajo otra modalidad. Un ‘cambiazo’ de este tipo no se veía desde hace más de dos décadas”, precisó.
La Picota es uno de los centros de reclusión más grandes del país y alberga a más de 8.000 privados de la libertad, entre ellos condenados por delitos de alto impacto como secuestro, narcotráfico, homicidio y corrupción.
Tras la fuga, el Inpec activó los protocolos de búsqueda en coordinación con la Policía Nacional y la Fiscalía, y se emitió alerta a las autoridades de todo el país para dar con el paradero del prófugo.
Quién es Pedro David Nieves Mosquera
Pedro David Nieves Mosquera cumple una condena de 28 años de prisión por el delito de secuestro extorsivo. Sin embargo, su historial judicial es más amplio. De acuerdo con información judicial divulgada en septiembre de 2023, el hoy prófugo había recuperado su libertad tras cumplir más de ocho años de prisión por extorsión en la cárcel La Modelo de Bogotá, pero fue recapturado pocos minutos después de salir del penal.
En ese entonces, la Fiscalía Seccional Boyacá lo presentó ante un juez como presunto coautor de secuestro extorsivo agravado y hurto calificado y agravado, por hechos ocurridos el 19 de junio de ese año en el departamento de Boyacá.
Según la investigación, una mujer habría engañado a un ciudadano de Tunja, invitándolo a almorzar y conduciéndolo hasta una zona rural del municipio de Sáchica, cerca del antiguo peaje. Allí, tres hombres armados lo interceptaron, lo obligaron a descender de la camioneta y lo amarraron de pies y manos. La mujer fue trasladada a otro punto con el fin de simular que también había sido secuestrada.
Las autoridades establecieron que toda la acción habría sido coordinada telefónicamente desde el centro de reclusión por Nieves Mosquera. La víctima permaneció privada de la libertad durante cerca de nueve horas, tiempo en el que fue amenazada para entregar las claves de sus tarjetas bancarias. Con esa información, los delincuentes realizaron retiros de dinero, le hurtaron objetos de valor y se llevaron el vehículo, con una afectación económica cercana a los 60 millones de pesos.
Posteriormente, la víctima logró liberarse y alertó a la Policía, lo que permitió activar un plan candado que derivó en la captura en flagrancia de dos de los presuntos implicados. Días después fue detenida la mujer señalada de actuar como señuelo. En total, cuatro personas fueron judicializadas por este caso, todas con medida de aseguramiento intramural.
Reacciones de las autoridades
El Inpec informó que se reforzaron los controles en los accesos a la cárcel La Picota y que se revisarán los protocolos de ingreso, salida e identificación de internos y visitantes en todos los establecimientos del país, con el fin de evitar nuevos hechos similares.
La Policía Nacional mantiene activo el plan de búsqueda en coordinación con la Fiscalía, mientras se adelantan verificaciones en terminales de transporte, peajes, aeropuertos y zonas de posible refugio del prófugo.
La fuga de Pedro David Nieves Mosquera reabre el debate sobre los controles de seguridad en los centros penitenciarios de alta seguridad del país. Mientras avanzan las investigaciones disciplinarias y penales para establecer responsabilidades, las autoridades mantienen activa la búsqueda del recluso, considerado de alta peligrosidad por su historial de delitos de secuestro y extorsión. En las próximas horas se espera un pronunciamiento oficial del Inpec sobre las primeras conclusiones del caso y las medidas que se implementarán a nivel nacional.


