Los funcionarios, enfrentados judicial y políticamente, se saludaron con amabilidad en el Congreso de Asobancaria.
Un saludo que nadie esperaba
Durante el 59.º Congreso de Asobancaria, realizado esta semana en Cartagena de Indias, un gesto llamó más la atención que cualquier intervención sobre economía o política pública: el abrazo entre la canciller Laura Sarabia y el ministro del Interior, Armando Benedetti.
El reencuentro, fotografiado y observado por varios asistentes, ocurrió en los pasillos del Centro de Convenciones, minutos antes de una intervención de Benedetti sobre la polémica consulta popular que impulsa el presidente Gustavo Petro. La canciller llegó, lo saludó con un beso en la mejilla y lo acompañó en la charla. Para muchos, un gesto impensable hasta hace poco.
Del enfrentamiento al gesto público
La escena sorprendió porque Sarabia y Benedetti no solo dejaron de hablarse hace meses: su distanciamiento derivó en acusaciones cruzadas, filtraciones y procesos judiciales en curso. Hasta hace poco, su relación era símbolo de las fracturas internas dentro del gabinete presidencial.
Ambos fueron aliados estrechos en el pasado. Benedetti, entonces senador, fue uno de los mentores políticos de Sarabia. Tras el triunfo de Gustavo Petro en 2022, ella se convirtió en una figura clave de Palacio y él fue enviado a la diplomacia: primero a Caracas, luego a Roma. Pero la ruptura se selló con el escándalo de Marelbys Meza, la exniñera de Sarabia, en el que Benedetti habría tenido un papel clave al filtrar la historia a los medios, según versiones de prensa.
La tensión escaló aún más cuando, en junio de 2023, se filtraron audios en los que Benedetti amenazaba a Sarabia con revelar detalles comprometedores de la campaña presidencial. Y apenas el mes pasado, la canciller entregó a la Fiscalía un nuevo audio que vincularía a Benedetti con presiones indebidas para nombramientos en el Estado.
¿Tregua política o estrategia de gabinete?
El inesperado gesto en Cartagena se suma a un saludo amable durante el consejo de ministros del pasado martes.
Aunque todavía es temprano para hablar de una reconciliación real, el acercamiento entre Sarabia y Benedetti representa un cambio de tono significativo en una relación que parecía irrecuperable. El tiempo dirá si fue un gesto simbólico o el inicio de una


