Liberación de Lyan José Hortúa: Funcionarios recomendaron pago de rescate, confirma su tío

La liberación de Lyan José Hortúa, el niño de 11 años secuestrado por las disidencias de las Farc, se convirtió en un tema de controversia y angustia para su familia, quienes no solo tuvieron que lidiar con el secuestro de su ser querido, sino también con una compleja negociación con los secuestradores, que se extendió por 18 días. Según Sebastián Bonilla, tío de Lyan, algunos funcionarios del Estado recomendaron a la familia pagar el rescate para lograr la liberación del niño.

18 días de angustia y negociaciones bajo presión: un caso que resalta la compleja relación entre las autoridades y las víctimas de secuestros perpetrados por grupos armados.

En una entrevista con La FM, Bonilla reveló que, tras días de investigación sin avances claros, fue el propio Estado el que les sugirió considerar el pago del rescate como la única vía para asegurar el regreso de Lyan. «Me reservo cuáles fueron las personas del Estado que nos apoyaron, pero nos dieron la razón para pagar el rescate», comentó Bonilla, quien, a pesar del dolor, agradeció el acompañamiento recibido en ese difícil proceso.

El secuestro de Lyan comenzó a principios de mayo, cuando fue sefuestrado por un grupo armado que lo mantuvo en cautiverio mientras las autoridades trataban de rastrear a los responsables. Sin embargo, las investigaciones no avanzaban de manera efectiva, y las autoridades explicaban a la familia que la operación de rescate podría durar meses debido a los riesgos involucrados, ya que temían que el niño pudiera resultar herido. Fue entonces cuando los funcionarios del Estado, de acuerdo con el testimonio del tío, sugirieron el pago de la suma exigida por los secuestradores.

A pesar de las recomendaciones oficiales, la familia de Lyan no tuvo más opción que negociar directamente con los criminales. Bonilla detalló que su prima, fue la encargada de hablar y negociar con los secuestradores. “El Estado no negoció, no lo vimos. Finalmente, gracias a eso, pudimos rescatar a mi sobrino, pero fue por algo totalmente extorsivo«, relató Bonilla,

Lyan, quien había estado secuestrado en una zona rural cerca de Jamundí, fue finalmente liberado luego de que el grupo armado decidiera dejarlo bajo el cuidado de una familia campesina. A pesar del alivio por su regreso, la familia sigue sin entender las motivaciones detrás de su secuestro, especialmente después de que se conociera que los secuestradores tenían información equivocada sobre la familia, asociándola erróneamente con actividades ilícitas debido a su negocio familiar de joyería.

El padre de Lyan es médico y la familia tiene una joyería

Aunque la familia ha decidido mantener en privado el monto exacto del rescate pagado, el tío de Lyan afirmó que la suma solicitada fue «exagerada» y que la familia quedó endeudada tras la transacción. Además, enfatizó el doloroso sentimiento de abandono por parte del Estado durante todo el proceso: «Sentí el abandono del Estado», declaró Bonilla.

Lyan ya está de vuelta con su familia, pero la situación deja en evidencia la continua lucha contra el Crimen organizado.