
Carlos Lehder de 74 años regresa a Colombia: Excapo del Cartel de Medellín es entregado a las autoridades
El regreso de Carlos Enrique Lehder Rivas a Colombia ha causado gran revuelo. Este viernes, el excapo del Cartel de Medellín aterrizó en el aeropuerto El Dorado de Bogotá en un vuelo comercial proveniente de Alemania. Su arribo, tras 40 años de ausencia y una condena cumplida en Estados Unidos, ha encendido las alarmas de las autoridades colombianas, que verifican su situación judicial.
A esta hora está siendo entregado a la Policía el excapo del Cartel de Medellín, Carlos Lehder Rivas, detenido tras llegar del exterior al aeropuerto El Dorado de Bogotá. Hay un requerimiento judicial activo en su contra. Será puesto a disposición del Juzgado de Ejecución de Penas 18 de Bogotá.
Carlos Lehder fue capturado por uniformados de la Dijín y la INTERPOL en el Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá y será puesto a disposición del Juzgado 18 de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Bogotá para que responda por una condena por el delito de fabricación, tráfico y porte de armas y municiones de uso privativo de las Fuerzas Armadas.
Un regreso inesperado
Lehder, uno de los narcotraficantes más notorios de la década de los 80 y pieza clave en la estructura del Cartel de Medellín junto a Pablo Escobar, llegó al país como turista. Sin embargo, su presencia no pasó desapercibida. Según fuentes oficiales, su vuelo de la aerolínea KLM aterrizó en la terminal a las 4:40 p. m., y de inmediato fue abordado por agentes de la Interpol.
A su llegada Carlos Lehder mostró una certificación para que lo dejen viajar a Medellín, En calidad de turista y procedente de Heidelberg (Alemania),

Vea aquí las primeras imágenes de la llegada de Carlos Lehder excapo del Cartel de Medellín
Requerimientos judiciales pendientes
Aunque Lehder cumplió una pena de 33 años en Estados Unidos y posteriormente se estableció en Alemania, donde obtuvo la nacionalidad, en Colombia existe un requerimiento judicial en su contra. Las autoridades, en estos momentos, están verificando en sus bases de datos si alguna de estas solicitudes sigue vigente y podría derivar en su detención. Se desconoce aún si su ingreso al país fue planificado o si enfrenta algún tipo de proceso legal que impida su libre circulación en territorio colombiano.
Lehder y su pasado criminal
Carlos Lehder fue extraditado a Estados Unidos el 4 de febrero de 1987. Originalmente condenado a cadena perpetua más 135 años, logró una reducción significativa de su pena tras colaborar como testigo en el juicio contra el dictador panameño Manuel Antonio Noriega. En 2020, fue puesto en libertad y optó por establecerse en Alemania, lejos de la opinión pública y del pasado que lo vinculó con uno de los carteles de droga más sanguinarios de la historia.
Hasta el momento, se desconoce cuál será el destino inmediato de Lehder en Colombia. La Policía Nacional y la Interpol continúan verificando su situación, y no se descarta que pueda ser requerido por la justicia colombiana en las próximas horas. Su llegada ha generado diversas reacciones y ha reavivado el debate sobre la historia del narcotráfico en el país.
El regreso de Lehder a Colombia marca un episodio más en la historia de uno de los capos más notorios del narcotráfico. Ahora, resta por ver si su presencia en el país será solo una escala en su vida de retiro o si enfrentará nuevas responsabilidades ante la justicia.
¿Quién es Carlos Lehder, El mítico excapo del Cartel de Medellín?
Lehder fue capturado en 1987 y extraditado a Estados Unidos, donde fue condenado a cadena perpetua más 135 años, aunque su sentencia se redujo tras colaborar con la justicia. En 2020, tras cumplir su condena, fue repatriado a Alemania. Es uno de los pocos capos del Cartel de Medellín que no está preso ni muerto.
Lehder es un hombre que tiene un promedio intelectual superior de sus pares narcotraficantes: habla tres idiomas y tiene una justificación política sobre sus prácticas ilegales de Narcotráfico.
“Mi experiencia me demuestra que las peores secuelas del narcotráfico y venta de la costosísima cocaína es la propensidad a la violencia armada y letal. El consumo de cocaína, y peor aún, el bazuco, consumido por una persona de débil carácter, puede destruir prontamente su mente y su corazón y pulmones. En el prefacio de mi libro ‘Vida y muerte del cartel de Medellín’ especifico que en el narcotráfico existen dos garantías, con muy contadas excepciones, uno siempre terminará en la cárcel o en la funeraria, la autoridad a la larga, siempre ganará”, había dicho el excapo en una entrevista
Carlos Lehder: El narcotraficante que quiso ser revolucionario
Carlos Enrique Lehder Rivas, nacido en Armenia, Quindío, el 7 de septiembre de 1949, es un personaje que encarna los excesos, la ambición y la caída del narcotráfico en Colombia. Su historia está marcada por la osadía de un hombre que no solo amasó una de las fortunas más grandes del mundo a través del tráfico de cocaína, sino que también intentó convertirse en un líder político con tintes revolucionarios.
Lehder se convirtió en el primer narcotraficante colombiano extraditado a los Estados Unidos y el único de los líderes del Cartel de Medellín que sería capturado vivo cuando este estaba operando.
Fue tanta su fortuna que se ofreció a pagar la deuda externa colombiana en dos ocasiones; en 1978 lo ofreció al presidente Alfonso López Michelsen a cambio de un espacio libre para el tráfico de drogas y en 1982 a través de Pablo Escobar, congresista por aquel entonces, con el fin de evitar su extradición
Hijo de un inmigrante alemán y una madre colombiana, Lehder pasó de ser un joven lector de Maquiavelo y Hesse a convertirse en uno de los cofundadores del Cartel de Medellín. Su entrada en el mundo del crimen se dio con el contrabando de vehículos robados, pero su gran salto llegó cuando descubrió la oportunidad de transportar cocaína a Estados Unidos desde las Bahamas.
Cuando salió de prisión, en 1975, por compraventa de vehículos robados empezó a inmiscuirse en el negocio de los narcóticos: quería llevar cocaína y marihuana a Estados Unidos. Allí conoció a Pablo Escobar y juntos construyeron el cartel de Medellín, una compleja red de exportación de drogas.
A mediados de 1978 compró la mitad de una Isla en Bahamas. Ese lugar fue centro de acopio de la marihuana y cocaína que enviaban desde Colombia con destino final en la Unión Americana.
En la isla Cayo Norman, en las Bahamas, Lehder creó un imperio del narcotráfico. Con una pista de aterrizaje de 1,1 km, sistemas de seguridad de alta tecnología y la complicidad de las autoridades locales, logró mover toneladas de droga a Norteamérica. Se le atribuye la creación del «modelo Ford» del narcotráfico, al industrializar la logística de envío de cocaína.
No contento con su riqueza, Lehder intentó incursionar en la política. Creó el Movimiento Latino Nacional, con el que buscaba expulsar la influencia estadounidense de Colombia y evitar la extradición de narcotraficantes. Su discurso extremista y su delirio de grandeza lo llevaron a proponer el pago de la deuda externa colombiana a cambio de inmunidad para el cartel. Su admiración por figuras como John Lennon y su excentricidad lo convirtieron en un personaje casi mitológico dentro de la historia del crimen organizado.
Sin embargo, su desenfrenada ambición lo hizo caer en desgracia. Se cree que fue traicionado por sus propios socios del Cartel de Medellín, especialmente por Pablo Escobar, quien lo consideraba un peligroso e impredecible aliado. Fue capturado el 4 de febrero de 1987 en una finca de Guarne, Antioquia, tras ser delatado. Su extradición a Estados Unidos fue inmediata y, tras un juicio, fue condenado a cadena perpetua más 135 años de prisión. Posteriormente, en 1992, tras testificar en contra del dictador panameño Manuel Noriega, su pena fue reducida a 55 años.
Lehder cumplió su condena en distintas cárceles estadounidenses hasta su liberación en 2020, cuando fue repatriado a Alemania. Luego de obtener su libertad vivía en Berlín, lejos del imperio criminal que una vez comandó. Su vida es el reflejo de una era en la que el narcotráfico moldeó la historia de Colombia y dejó cicatrices imborrables en la sociedad.