EE. UU. congela ayuda exterior a varios países incluido Colombia, por medio de Usaid

El presidente Donald Trump ha ordenado la suspensión de todos los programas de ayuda exterior gestionados por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Esta medida, que entró en vigor este viernes, afecta a numerosos países, incluidos aquellos con los que Washington mantiene una relación estrecha como Colombia.

La directriz del director de la Oficina de Ayuda Exterior del Departamento de Estado envió hoy un cable global que ordena una pausa inmediata en el nuevo gasto de ayuda exterior, así como una orden de paralización de las subvenciones y contratos existentes, en el financiamiento de proyectos internacionales, salvo en casos específicos, como los destinados a Israel y Egipto. Así, Colombia, uno de los principales receptores de asistencia económica de Estados Unidos, debe suspender estos programas de desarrollo.

El mensaje  enviado a todas las oficinas diplomáticas y consulares señala que no deben publicarse nuevas solicitudes de propuestas, solicitudes de aplicación, avisos de oportunidades de financiamiento ni ningún otro tipo de solicitud o requerimiento de financiamiento de asistencia extranjera por parte del Departamento de Estado.

El término sería «hasta que cada uno haya sido revisado y aprobado por la Oficina de Asistencia Extranjera (F) como consistente con la política del presidente”.

Colombia ha sido históricamente uno de los mayores beneficiarios de la ayuda estadounidense en América Latina. Según cifras de la Cámara Colombo-Americana (AmCham Colombia), en 2023, Estados Unidos proporcionó más de 740 millones de dólares en asistencia económica a Colombia, una cifra que ha venido creciendo en los últimos años.

En 2023, gran parte de los fondos fueron destinados a la seguridad y la paz en Colombia, con 225,6 millones de dólares para fortalecer la lucha contra el narcotráfico y la erradicación de cultivos ilícitos. También se destinaron recursos a la asistencia humanitaria, desarrollo económico, y la promoción de la democracia y los derechos humanos. Con la orden de Trump, todos estos fondos están ahora en suspenso.

En una comunicación oficial, el presidente Trump justificó esta suspensión como parte de un proceso de revisión integral del gasto de ayuda exterior de Estados Unidos. El presidente estadounidense afirmó que la industria y la burocracia de ayuda exterior no están alineadas con los intereses de su país, y en muchos casos, son contrarias a los valores estadounidenses. Según la directriz, la pausa busca una evaluación más detallada para determinar si los proyectos de ayuda son efectivos y no están duplicados.

El gobierno de Estados Unidos no puede continuar con un programa de asistencia que no esté directamente alineado con sus intereses y valores”, afirmó Trump en su comunicado.

Colombia ha sido uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos en América Latina, especialmente en áreas relacionadas con la seguridad y la guerra con el narcotráfico. La cooperación bilateral entre ambos países ha sido clave para la implementación de programas de lucha contra las drogas y la violencia. Con el congelamiento de los fondos, analistas advierten que este vínculo podría debilitarse, lo que afectaría tanto a los programas de seguridad como a los de desarrollo social.

Colombia no es el único país afectado por esta orden de Trump. Si bien Israel y Egipto están exentos de la medida, otros países estratégicos para Estados Unidos, como Ucrania, no tienen una clarificación sobre el destino de la ayuda.

Además, otros aliados cercanos de Estados Unidos en América Latina, como México y Brasil, podrían experimentar cambios significativos en sus relaciones con Washington debido a esta suspensión de ayuda.

El futuro de la cooperación internacional

El congelamiento de la ayuda internacional por parte de Estados Unidos marca un giro en la política exterior del gobierno de Trump, que busca revisar de cerca cada programa de asistencia y asegurar que se ajuste a los intereses de su administración.

En Colombia, los proyectos que se verán más afectados incluyen los destinados a la erradicación de cultivos ilícitos, la promoción de la paz y la justicia, y la ayuda a las comunidades afectadas por la violencia.