El Dassault Falcon 900EX, valorado en 13 millones de dólares con capacidad para 16 pasajeros y descrito como el equivalente venezolano del Air Force One, fue trasladado a Fort Lauderdale, Florida tras la operación conjunta de varias agencias federales estadounidenses, incluyendo el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Justicia.
Esta incautación es mucho más que una simple acción legal; es un mensaje claro dirigido a la cúpula del gobierno venezolano: «Nadie está por encima de la ley, nadie está fuera del alcance de las sanciones estadounidenses «, declaró uno de los funcionarios que realizaron el operativo.
La aeronave, que había permanecido en la República Dominicana durante los últimos meses, se convirtió en el objetivo de esta operación debido a que su adquisición violaba las sanciones impuestas por Estados Unidos. Aunque las autoridades estadounidenses no han revelado los detalles exactos que permitieron la incautación.
En el suntuoso avión incautado Maudro ha realizado varias visitas de Estado de Maduro a nivel mundial , lo que resalta la relevancia de esta acción en términos simbólicos y políticos.
Además, la incautación se produce en un momento en que las tensiones entre ambos países se han intensificado, especialmente después de que Estados Unidos reimpusiera sanciones al sector petrolero y gasífero de Venezuela a principios de este año . Estas sanciones fueron una respuesta a lo que Washington consideró una elección presidencial «no inclusiva y no competitiva», en la que Maduro fue declarado ganador.
La situación en Venezuela, caracterizada por una profunda crisis económica y humanitaria, ha empujado a más de 7,7 millones de personas a huir del país, lo que marca el mayor desplazamiento en el hemisferio occidental. La incautación del avión presidencial agrega una nueva capa de complejidad a la ya tensa relación entre Washington y Caracas, y refleja la determinación de Estados Unidos de seguir presionando al régimen de Maduro.
Este episodio también pone de relieve la continua investigación del gobierno estadounidense sobre las actividades del régimen venezolano, que ha resultado en la incautación de una variedad de activos de lujo, desde vehículos hasta caballos purasangre, destinados a figuras clave dentro del gobierno venezolano.
En cuanto a los próximos pasos, el gobierno venezolano tiene la oportunidad de solicitar la devolución de la aeronave, aunque parece poco probable que esto suceda sin que antes se desencadene una batalla legal.