La serie de explosiones que ha sacudido al Líbano en los últimos días ha causado una nueva oleada de muertes y devastación. Al menos 14 personas fallecieron y 450 resultaron heridas tras la detonación de dispositivos walkie-talkies este miércoles, sumando más víctimas a la tragedia que ya había cobrado la vida de 12 personas el día anterior, cuando buscapersonas explotaron en diversas zonas del país.
Las explosiones, atribuidas a una operación conjunta entre el Mossad y las Fuerzas de Defensa de Israel, han generado una fuerte condena por parte del gobierno libanés, que tildó el ataque de «agresión criminal». Por su parte, Hezbollah prometió tomar represalias contra Israel, lo que ha elevado la tensión en la región.
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, declaró que el conflicto ha entrado en una «nueva era», y confirmó implícitamente la participación de su país en las operaciones, lo que marca un cambio en el enfoque bélico hacia el norte, en la frontera con el Líbano. Este nuevo escenario tiene a los civiles del norte de Israel en la mira, muchos de los cuales fueron evacuados tras los ataques transfronterizos que comenzaron en octubre de 2023.
Las explosiones de walkie-talkies y buscapersonas en días consecutivos han exacerbado una situación ya de por sí tensa en el Líbano, donde los constantes enfrentamientos entre Israel y Hezbollah han causado un gran sufrimiento en la población civil. El ministro israelí Benjamin Netanyahu prometió devolver a los evacuados israelíes a sus hogares, a medida que se despliegan más tropas en el norte del país.
En medio de la crisis, la empresa taiwanesa responsable de los dispositivos explosivos ha negado cualquier implicación en la fabricación directa de los aparatos, señalando que estos fueron distribuidos por una firma húngara, que también niega haberlos producido en su territorio.
El gobierno de Hungría informó que los buscapersonas explosivos no fueron fabricados en su país, esto luego que la empresa taiwanesa, cuya marca aparece en los buscapersonas dijera que los modelos utilizados en el Líbano fueron diseñados y fabricados por su distribuidor BAC Consulting, con sede en la capital de Hungría, Budapest.