Venezuela despliega fuerzas militares en zonas estratégicas ante maniobras de EE. UU. en el Caribe

Corresponsal Judicial

Caracas, Venezuela – El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó este miércoles un nuevo despliegue militar en zonas estratégicas del país, incluyendo el principal aeropuerto internacional y regiones costeras del norte, en respuesta a las operaciones militares estadounidenses en aguas internacionales del Caribe. El gobierno venezolano considera estas maniobras como una amenaza directa a su soberanía.

La medida forma parte del «Ejercicio Independencia 200», una operación de defensa nacional que, según Maduro, implica la activación integral de todos los planes de defensa y ofensiva en las Zonas de Defensa Integral (ZODI) de La Guaira y Carabobo. En estas regiones se ubican infraestructuras clave como el Aeropuerto Internacional de Maiquetía —que sirve a Caracas—, puertos marítimos, aduanas y unidades militares.

Se activa una respuesta estratégica ante provocaciones militares. Nos mantenemos en alerta máxima por la paz, la soberanía y la estabilidad de la patria”, indicó Maduro a través de un mensaje difundido en su canal de Telegram.

El ministro de Interior y figura clave del chavismo, Diosdado Cabello, detalló que la operación incluye vigilancia aérea mediante drones, participación de la milicia —organismo compuesto por civiles armados— y despliegues policiales en zonas urbanas como la avenida Universidad de Valencia, capital del estado Carabobo. Allí también se llevan a cabo ejercicios tácticos en el Fuerte Paramacay.

En el aeropuerto La Guaira hay un plan defensivo con redes de vigilancia, drones y milicia, un cuerpo castrense conformado por civiles.

Tensiones crecientes con EE. UU.

El despliegue venezolano ocurre en el marco de una creciente tensión con Estados Unidos, que mantiene una flota de al menos ocho buques de guerra y un submarino de ataque rápido con propulsión nuclear en el Caribe sur. Washington justifica la operación como parte de una campaña contra el narcotráfico en la región.

En los últimos meses, EE. UU. ha llevado a cabo al menos cuatro ataques contra embarcaciones, en los que han muerto 21 personas identificadas por las autoridades estadounidenses como presuntos narcotraficantes. Caracas ha rechazado estos actos y ha denunciado que se trata de una estrategia para justificar un posible “cambio de régimen”.

«Es una operación que busca escalar el conflicto. Dicen que no hay más botes porque ya los destruyeron todos, pero esto no es lucha antidrogas, es una amenaza militar«, afirmó Maduro en una reciente alocución.

Relaciones diplomáticas congeladas

Las tensiones se profundizaron esta semana luego de que el diario estadounidense The New York Times revelara que el presidente Donald Trump ordenó cerrar todos los canales diplomáticos con Caracas. La decisión pone fin a los intentos liderados por el enviado especial Richard Grenell para abrir un proceso de diálogo entre ambos gobiernos.

En respuesta, Maduro restó importancia al anuncio. “Ellos no tienen relaciones con nosotros, y nosotros tampoco con ellos. Venezuela no depende de los gringos, depende de su propio esfuerzo y su propio pueblo”, dijo en una reunión con diplomáticos aliados, transmitida por la televisión estatal VTV.

Cabe recordar que Caracas y Washington rompieron relaciones diplomáticas en 2019, cuando Estados Unidos desconoció la reelección de Maduro y reconoció a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. Desde entonces, los contactos bilaterales han sido limitados y de carácter informal.

Maduro acude al Vaticano

Ante el cierre del canal diplomático con EE. UU., Maduro ha recurrido a vías alternativas, confirmó que envió una carta al Papa León, en la que solicita la intervención de la diplomacia vaticana para preservar la paz en Venezuela.

El Papa puede ser un factor clave en este momento delicado. Pedimos su abrazo y su guía espiritual ante las amenazas externas”, expresó el mandatario durante su programa semanal «Con Maduro +».

En la misma intervención, Maduro relacionó el momento con la próxima canonización del beato José Gregorio Hernández, prevista para el 19 de octubre, señalando que el evento religioso podría tener “una significación espiritual profunda” en tiempos de crisis.

Escalada militar y posible estado de excepción

Además del despliegue en La Guaira y Carabobo, las autoridades venezolanas han intensificado maniobras en otros estados costeros y fronterizos, como Zulia, Falcón, Sucre, Nueva Esparta y la isla La Orchila. También se evalúa declarar un estado de «conmoción exterior», una figura constitucional que otorgaría poderes especiales al Ejecutivo, incluida la suspensión temporal de derechos fundamentales.

Según fuentes oficiales, se investiga además la posible planificación de un atentado contra la Embajada de Estados Unidos en Caracas. Maduro afirmó que los autores del supuesto plan terrorista están en territorio estadounidense y que su gobierno ya ha entregado la información al Ejecutivo de Trump.

¿Qué sigue?

Con la vía diplomática cerrada y el despliegue militar en marcha, la crisis entre Venezuela y Estados Unidos entra en una nueva fase de incertidumbre. Analistas no descartan una mayor militarización del Caribe y nuevas sanciones por parte de Washington.

Mientras tanto, Maduro mantiene su estrategia de resistencia interna y alianzas internacionales con actores como Rusia, China e Irán, con los que ha fortalecido su cooperación militar y energética.

En medio de una economía todavía debilitada y una diáspora que supera los siete millones de venezolanos, la población civil observa con inquietud la evolución de una crisis que, lejos de resolverse, parece entrar en un nuevo ciclo de confrontación.