Tensión militar en el Caribe se intensifica
Fecha: 15 de septiembre de 2025
Un nuevo episodio de alta tensión en el Caribe volvió a poner en el centro del debate la estrategia militar de Estados Unidos contra el narcotráfico con origen en Venezuela. Bajo órdenes directas del presidente Donald Trump, las Fuerzas Armadas estadounidenses ejecutaron este lunes un segundo ataque contra una embarcación que, según la versión oficial, transportaba “narcóticos ilegales” hacia EE. UU. desde aguas internacionales próximas a Sudamérica.
El operativo, calificado como un “ataque cinético” por el mandatario, dejó un saldo de tres personas muertas a bordo de la lancha destruida. Las víctimas no han sido identificadas oficialmente, pero Trump las calificó como “narcoterroristas confirmados” vinculados a cárteles extremadamente violentos.
“Este lunes por la mañana, bajo mis órdenes, las Fuerzas Militares de EE. UU. llevaron a cabo un SEGUNDO ataque cinético contra cárteles del narcotráfico y narcoterroristas venezolanos identificados positivamente», publicó Trump en su red social Truth Social. «Estas personas transportaban cocaína y fentanilo, una arma mortal que envenena a estadounidenses”.
El ataque fue registrado en un video de vigilancia difundido por la administración Trump. En las imágenes, se observa una lancha estacionada en mar abierto que es impactada por un proyectil. Una explosión destruye completamente la embarcación, mientras al menos una persona puede distinguirse en la imagen segundos antes del impacto.
El video fue compartido también por el congresista republicano Mario Díaz-Balart en la red social X, acompañado del mensaje: «Los traficantes de drogas, especialmente los líderes de los cárteles, deben saber que Donald Trump se toma en serio la tarea de detener el tráfico de drogas ilegales hacia los Estados Unidos.”
EE. UU. intensifica acciones militares en la región
Este nuevo ataque se produce apenas 13 días después del primer operativo, ocurrido el 2 de septiembre, que resultó en la muerte de 11 personas en otra embarcación, también señalada de transportar drogas. La administración Trump ha vinculado ese incidente con la banda criminal venezolana conocida como Tren de Aragua, aunque hasta ahora no se han presentado pruebas concluyentes que confirmen esta relación.
Altos funcionarios estadounidenses, incluido el secretario de Defensa, Pete Hegseth, han defendido la legalidad y la justificación estratégica de los ataques. Sin embargo, se han negado a ofrecer detalles sobre la naturaleza de la inteligencia que condujo a las operaciones.
“Sabíamos exactamente quiénes eran, qué hacían, qué representaban y por qué iban a donde iban», dijo Hegseth, al ser consultado por la prensa el 4 de septiembre. Ante la pregunta directa de cómo obtuvo tal información, respondió: “¿Por qué le diría eso?”
Respuesta de Venezuela: “Nos defenderemos”
Desde Caracas, la reacción no se hizo esperar. El presidente Nicolás Maduro condenó lo que calificó como una “agresión militar directa” y advirtió que Venezuela está preparada para responder a cualquier amenaza que afecte su soberanía.
“Hay una operación militar en camino. Venezuela está facultada por el derecho internacional para hacerle frente”, declaró Maduro en una rueda de prensa ofrecida en un hotel de lujo de la capital. “Es un plan para desestabilizar a Venezuela, apoderarse de nuestros recursos naturales y fragmentar el país, como hicieron en Libia y Siria”.
El gobierno venezolano rechaza cualquier vínculo con el narcotráfico y sostiene que el país está “libre de narcocultivos”. En lo que va del año, según datos oficiales, se han incautado 56 toneladas de drogas.
Como respuesta a la creciente presencia militar estadounidense en el Caribe, Maduro ordenó la semana pasada el despliegue de 25.000 efectivos militares en los estados fronterizos y zonas costeras, junto con una operación denominada de «resistencia nacional», que involucra a más de 2,5 millones de milicianos y reservistas.
Presencia militar de EE. UU. se refuerza en el Caribe
El nuevo ataque coincide con el arribo de 10 aviones de combate F-35 a la antigua base militar de Roosevelt Roads, en Ceiba, Puerto Rico, así como el despliegue del Grupo Anfibio Listo de Iwo Jima y la 22.ª Unidad Expedicionaria de Infantería de Marina en la región.
Este reforzamiento militar es visto por analistas internacionales como un mensaje de presión directa hacia el gobierno venezolano y una clara advertencia de que la administración Trump no descarta una intervención más amplia en el futuro próximo.
Silencio ante las preguntas clave
Pese a los comunicados oficiales, el Gobierno de EE. UU. no ha presentado evidencia pública que confirme que las embarcaciones destruidas representaban una amenaza inminente o que transportaban realmente narcóticos. CNN, citando fuentes del Departamento de Defensa, informó la semana pasada que el rumbo de la embarcación destruida en el primer ataque no pudo ser confirmado con certeza, y que esta incluso habría cambiado de dirección antes del ataque.
¿Qué sigue?
Fuentes del Departamento de Estado aseguran que los operativos “continuarán sin previo aviso” y podrían intensificarse en los próximos días. El presidente Trump, en campaña por la reelección, ha convertido la lucha contra el narcotráfico internacional en una de sus principales banderas.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con creciente preocupación el deterioro de la seguridad regional, el uso de la fuerza en aguas internacionales, y la posibilidad de un choque directo entre Estados Unidos y Venezuela, dos países que han roto casi toda relación diplomática desde 2019.