
Una nueva crisis humanitaria y diplomática se ha desatado tras la interceptación, por parte de fuerzas israelíes, de la Flotilla Global Sumud, una misión compuesta por más de 40 embarcaciones civiles que pretendía romper el bloqueo naval sobre la Franja de Gaza y entregar ayuda humanitaria a la población palestina. Entre los más de 500 tripulantes se encontraban las colombianas Manuela Bedoya y Luna Barreto, cuyo paradero ha generado preocupación y movilización desde distintas esferas diplomáticas y sociales.
Interceptación en aguas internacionales y denuncias de agresión
La operación militar tuvo lugar el miércoles en horas de la madrugada, cuando las embarcaciones navegaban aproximadamente a 40 millas náuticas de Gaza, en lo que los organizadores consideran aguas internacionales palestinas. Según Juan Villalobos, vocero de la delegación colombiana que hace parte de la flotilla, se perdió todo tipo de comunicación con Bedoya y Barreto luego de que cámaras de seguimiento mostraran a personal militar israelí abordando la embarcación HIO, en la que viajaban las activistas y los dejaron sin señal del barco.
La Flotilla Global Sumud, que zarpó desde puertos europeos, fue organizada por activistas internacionales que buscan visibilizar la situación en Gaza y brindar ayuda médica y alimentaria. La organización denunció lo que consideran “actos de agresión contra civiles desarmados”, incluyendo el uso de cañones de agua, interferencias en las comunicaciones y el uso de sustancias químicas durante la operación israelí.
Colombianas serían deportadas desde Israel
Las colombianas Bedoya y Barreto habrían sido trasladadas al puerto israelí de Ashdod, cerca de Tel Aviv, y estarían en proceso de deportación, al puerto de origen, en este caso Barcelona, desde donde zarparon.
Desde Colombia, se han activado canales de comunicación oficiales entre el Gobierno Nacional y las autoridades israelíes. La Cancillería y la Presidencia, según fuentes cercanas a la misión, ya se encuentran al tanto del caso, y se han contactado también con embajadas en Egipto, Argelia y Jordania ante la posibilidad de que las deportaciones se redirijan hacia alguno de esos países.
Dimensión internacional de la crisis
El incidente no solo ha puesto en riesgo a los tripulantes, sino que ha escalado a una nueva tensión diplomática entre Israel y varios países. Al menos 443 personas de más de 45 nacionalidades fueron detenidas, entre ellas 40 españoles, 35 italianos, 31 franceses, 20 estadounidenses y decenas de latinoamericanos.
En Colombia, la situación ha provocado una nueva confrontación política. El presidente Gustavo Petro calificó la detención de las connacionales como una violación de derechos humanos, y anunció públicamente la expulsión de la delegación diplomática israelí del país.
“Sale toda la delegación diplomática de Israel en Colombia”, publicó el mandatario en su cuenta de X (antes Twitter), lo que provocó reacciones mixtas tanto a nivel nacional como internacional.
¿Qué pasó con la Flotilla Global Sumud detenida por Israel?
El ejército israelí interceptó esta semana una flotilla internacional que se dirigía hacia la Franja de Gaza con ayuda humanitaria, en un intento por romper el bloqueo naval que Israel mantiene sobre el enclave desde hace 18 años. Entre los detenidos se encuentran más de 500 activistas de distintas nacionalidades, incluida la reconocida activista climática sueca Greta Thunberg.
¿Qué es la Flotilla Global Sumud?
La Flotilla Global Sumud (GSF, por sus siglas en inglés) es una misión compuesta por decenas de embarcaciones civiles que partieron el 31 de agosto desde Barcelona, España, con el objetivo de entregar suministros humanitarios a Gaza y denunciar el bloqueo israelí. A medida que se acercaban a su destino, otras embarcaciones se unieron desde puertos del Mediterráneo.
A bordo iban legisladores, médicos, defensores de derechos humanos y activistas de más de 45 países. Entre ellos había 47 ciudadanos españoles, así como personas de Brasil, México, Argentina, Uruguay y Colombia.
¿Qué ocurrió durante la interceptación?
Según los organizadores, al menos una de las embarcaciones fue embestida deliberadamente por fuerzas israelíes y otras dos fueron atacadas con cañones de agua. La GSF publicó un video que muestra uno de los incidentes, aunque aclaró que no se reportaron heridos.
Israel confirmó que las embarcaciones fueron “detenidas de manera segura” y que los pasajeros están siendo trasladados a un puerto israelí para su posterior deportación. En un comunicado en redes sociales, el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí aseguró que todos los pasajeros, incluida Thunberg, están «sanos y salvos».
Reacciones y consecuencias
La organización GSF calificó la operación israelí como un «ataque ilegal contra trabajadores humanitarios desarmados» y pidió a los gobiernos e instituciones internacionales que exijan la liberación inmediata de los detenidos.
El caso ha generado condenas en varios países y renovado la atención internacional sobre la situación humanitaria en Gaza, donde, tras casi dos años de guerra, se registra una crisis creciente de hambre, desplazamiento y muertes civiles.
Uno de los participantes, el médico británico James Smith, declaró que la flotilla representa “una forma de resistencia no violenta al bloqueo”, además de su función de entrega de ayuda.
Israel defiende la operación
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel defendió la interceptación de la flotilla, señalando que ninguna de las embarcaciones logró ingresar a la zona de conflicto ni violar el “bloqueo naval legal” impuesto sobre Gaza. En un comunicado difundido en sus redes sociales, calificaron a la flotilla como un “acto de provocación” vinculado a grupos hostiles.
Mientras organizaciones de derechos humanos piden claridad sobre la situación de los detenidos, el paradero exacto y el estado de salud de los activistas, incluida la colombiana Manuela Bedoya y la joven Luna Barreto, sigue siendo incierto.