Secretario de Guerra de EE. UU. afirma que embarcación atacada en el Caribe era del ELN y advierte que seguirá la ofensiva contra “narco-terroristas”

Por Focus Noticias

El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, confirmó este domingo que la embarcación atacada por fuerzas estadounidenses el 17 de octubre pertenecía, según la inteligencia norteamericana, al Ejército de Liberación Nacional (ELN) y aseguró que la operación fue dirigida por el presidente Donald Trump. Hegseth sostuvo que la lancha realizaba recorridos recurrentes hacia Estados Unidos con cargamentos de cocaína y justificó el ataque como parte de la campaña militar contra lo que calificó de “narco-terrorismo”.

Según el gobierno de EE. UU., en la operación llevada a cabo en aguas internacionales murieron tres personas que las autoridades describen como “narcoterroristas”; no hubo bajas estadounidenses y algunos ocupantes sobrevivientes fueron rescatados y serán devueltos a sus países de origen para ser procesados, informó la Casa Blanca. Las autoridades norteamericanas han difundido que los blancos forman parte de rutas conocidas de tráfico de estupefacientes hacia Estados Unidos.

La confirmación de Hegseth se produce en un contexto de fuerte tensión diplomática entre Washington y Bogotá. En las horas previas, el presidente Donald Trump publicó mensajes en su red Truth Social en los que acusó al presidente colombiano Gustavo Petro de ser “un líder del narcotráfico” y anunció la suspensión de pagos y subsidios de Estados Unidos a Colombia, argumentando que los fondos estadounidenses no han servido para frenar la producción de drogas. Las afirmaciones del mandatario estadounidense fueron reproducidas y analizadas por medios internacionales.

El presidente Gustavo Petro respondió rechazando las imputaciones y calificó de inaceptable el uso de la fuerza si se confirma que entre las víctimas hubo civiles. Petro ha pedido a la Fiscalía General que investigue los hechos y ha señalado que una de las embarcaciones atacadas en septiembre podría haber sido una lancha de pescadores colombianos. Sus declaraciones han alimentado el choque diplomático entre ambos gobiernos.

En Bogotá, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, calificó las declaraciones de Trump como “un irrespeto a Colombia” y rechazó las imputaciones directas al presidente Petro, al tiempo que pidió información y pruebas que sustenten las acusaciones del gobierno estadounidense. Otras autoridades e instituciones del Estado han exigido claridades sobre la secuencia de hechos y la verificación del estatus de las personas fallecidas y sobrevivientes.

Implicaciones legales y diplomáticas

Expertos consultados por la prensa internacional advierten que la clasificación de embarcaciones y sus tripulantes como “objetivos militares” en operaciones fuera de aguas territoriales plantea preguntas sobre la competencia legal, el derecho internacional humanitario y los mecanismos de coordinación entre Estados para la lucha contra el narcotráfico. La devolución de sobrevivientes a sus países de origen para su procesamiento —práctica anunciada por la administración estadounidense— ha sido citada por Washington como una forma de evitar complejas jurisdicciones; sin embargo, críticos han pedido transparencia sobre las pruebas que vinculan a las personas con grupos designados como terroristas.

Mientras persisten las exigencias de explicaciones oficiales de Bogotá y de la comunidad internacional, la Casa Blanca ha defendido las operaciones como parte de una campaña contra organizaciones que, dijo Hegseth, “usan la violencia, el asesinato y el terrorismo para imponer su voluntad” y que deben ser tratadas como amenazas similares a Al Qaeda. El cruce de acusaciones entre los gobiernos aumenta la incertidumbre sobre la cooperación bilateral en materia de seguridad y sobre el futuro de la asistencia estadounidense a Colombia.


Mensaje completo divulgado por el secretario de Guerra Pete Hegseth

“El 17 de octubre, bajo la dirección del presidente Trump, el Departamento de Guerra llevó a cabo un ataque cinético letal contra un buque afiliado al Ejército de Liberación Nacional (ELN), una organización terrorista designada, que operaba en el área de responsabilidad del USSOUTHCOM.

Nuestra inteligencia tenía conocimiento de que el buque estaba involucrado en el contrabando ilícito de narcóticos, navegaba por una ruta conocida de narcotráfico y transportaba cantidades sustanciales de narcóticos. Durante el ataque, que se llevó a cabo en aguas internacionales, se encontraban tres narcoterroristas a bordo. Los tres terroristas murieron y ninguna fuerza estadounidense resultó herida.

Estos cárteles son la Al Qaeda del hemisferio occidental, que usa la violencia, el asesinato y el terrorismo para imponer su voluntad, amenazar nuestra seguridad nacional y envenenar a nuestro pueblo. El ejército estadounidense tratará a estas organizaciones como los terroristas que son: serán perseguidos y aniquilados, igual que Al Qaeda.”