En una de las operaciones más sangrientas del conflicto entre Israel y Gaza, más de 200 personas perdieron la vida en un intento de rescate llevado a cabo por el ejército israelí. La misión tenía como objetivo liberar a cuatro rehenes israelíes secuestrados por Hamás durante un festival de música en octubre pasado.
La Operación
El gobierno de Hamás en Gaza informó que al menos 210 personas murieron y más de 400 resultaron heridas en la operación que tuvo lugar en el campamento de refugiados de Nuseirat, ubicado en el centro de la Franja de Gaza.
“El número de víctimas de la masacre de la ocupación israelí en el campo de Nuseirat ha aumentado a 210 mártires y a más de 400 heridos”, indicó Hamás en un comunicado. La operación, descrita como “especial” por el ejército israelí, culminó con la liberación de cuatro rehenes: Noa Argamani, de 26 años; Almog Meir Jan, de 22; Andrey Kozlov, de 27; y Shlomi Ziv, de 41. Los cuatro se encontraban en buenas condiciones médicas tras su rescate.
Las Víctimas
Entre las víctimas de la operación se encuentra Arnon Zmora, un agente de la policía israelí, cuya muerte fue anunciada por las autoridades israelíes. El rescate se produjo en medio de un intenso tiroteo, reflejando la violencia extrema de la operación.
Un video difundido muestra el momento en que Noa Argamani fue secuestrada durante el festival de música electrónica Nova el 7 de octubre de 2023, siendo llevada en una motocicleta por los militantes de Hamás.
El líder de Hamás, Ismail Haniyeh, reafirmó la postura combativa de su organización tras la operación: “Nuestro pueblo no se rendirá y la resistencia seguirá defendiendo nuestros derechos frente a este enemigo criminal”, declaró Haniyeh en un comunicado.
La operación no solo tuvo un alto costo humano, sino que también intensificó la tensión en la región. La liberación de los rehenes israelíes fue recibida con alivio en Israel, pero la alta cifra de muertos ha generado críticas y preocupación por la escalada del conflicto.
Un Conflicto en Escalada
Este rescate se produce en un contexto de creciente violencia entre Israel y Gaza. Las operaciones militares en la región han sido frecuentes, y cada incidente parece alimentar un ciclo interminable de represalias y enfrentamientos.
La toma del corredor que separa Gaza de Egipto por parte del ejército israelí y las recientes declaraciones de los líderes de ambas partes sugieren que el conflicto está lejos de una resolución pacífica. Con cada operación, el número de víctimas civiles aumenta, exacerbando el sufrimiento y la desesperación en ambos lados de la frontera.