
Jaime Ramírez Cobo, un nombre que ha resurgido con fuerza en las investigaciones sobre el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), no es un extraño para quienes siguen de cerca los movimientos en el Congreso y la Casa de Nariño. Su carrera, que comenzó como parte de una Unidad de Trabajo Legislativo del Centro Democrático.
Ramírez Cobo comenzó a ascender en la política colombiana al lado del exsenador Harold Suárez, del Centro Democrático. En aquel entonces, su rol en la unidad de trabajo legislativo le permitió forjar relaciones que más tarde serían determinantes en su carrera. Fue durante estos años que conoció a Laura Sarabia, quien jugaría un papel esencial en su llegada a la Casa de Nariño. El 27 de agosto de 2022, fue nombrado en un cargo clave como enlace entre el Ejecutivo y el Legislativo.
En su hoja de vida en el Sistema de Información Pública registra que es abogado con especialización en derecho Constitucional, con experiencia en el Congreso como integrante de una Unidad de Trabajo Legislativo del senador Harold Suárez del Centro Democrático desde el 03 de mayo de 2019 hasta el 02 de noviembre de 2021. Como asesor de Presidencia a partir del 27 de agosto de 2022.
Ramírez Cobo se vio envuelto en el escándalo de la UNGRD, relacionado con la adjudicación de contratos y la aprobación de más de 700.000 millones de pesos por parte del Ministerio de Hacienda, nuevas revelaciones que implicaban a altos funcionarios de la Casa de Nariño y el Congreso. La Fiscalía, que investiga estos hechos, posee conversaciones que mencionan a Ramírez Cobo como un facilitador crucial en estas operaciones.
Uno de los diálogos más reveladores ocurrió el 14 de diciembre de 2023, cuando Ramírez Cobo se comunicó con Sneyder Pinilla, exsubdirector de la Ungrd, y le expresó: “Hola Sneyder, ¿cómo estás?, soy Jaime Ramírez Cobo, asesor de la Presidencia de la República (…) necesitamos de tu ayuda”. Este mensaje se emitió pocos días después de que Bonilla aprobara los créditos necesarios para la Ungrd. En los mensajes intercambiados, Ramírez Cobo urgía a Pinilla y a otros involucrados a acelerar la firma de contratos para evitar que los proyectos se “cayeran” y poner en marcha los créditos necesarios para la deuda pública.
Lo que parecía una solicitud de gestión administrativa se fue entrelazando con sospechas de un posible tráfico de influencias. De hecho, Ramírez Cobo, junto a su pareja Daniela Andrade, presentó una denuncia ante la Fiscalía, en la que solicitaban una investigación sobre unas cadenas de Whatsapp que vinculaban su nombre con el hermano de Laura Sarabia, uno de los rostros más poderosos de la Presidencia.
En medio de este mar de señalamientos, Ramírez Cobo insistió en que las acusaciones en su contra eran infundadas. Aseguró que su nombre no estaba vinculado a ninguna irregularidad y que, de hecho, había radicado su propia denuncia ante la Fiscalía. Sin embargo, el asunto no terminó allí. Según las investigaciones periodísticas, el asesor de la Presidencia jugó un papel esencial en los esfuerzos para garantizar que los contratos necesarios para la gestión del riesgo fueran firmados rápidamente, algo que no pasó desapercibido para la opinión pública.
A esta controversia se sumó un nuevo episodio que colocó a Ramírez Cobo nuevamente en el centro del debate político. Durante un evento en Medellín, el asesor fue fotografiado en compañía de figuras controvertidas, como el presidente de la Cámara, Andrés Calle, quien enfrenta acusaciones de corrupción. La presencia de Ramírez Cobo en ese evento, en el que también se encontraba el cantante Karol G, elevó más interrogantes sobre sus vínculos con personajes vinculados a escándalos financieros.
El viaje en avión privado al concierto, financiado por el empresario David Cure, despertó críticas, sobre todo cuando se reveló que la aeronave, con un costo de 15 millones de pesos, era parte de un sistema de transporte utilizado por figuras de la política que generan sospechas por sus relaciones con intereses económicos oscuros. Los acompañantes de Ramírez Cobo en este vuelo incluyen a personas que, según investigaciones de la Fiscalía, están siendo investigadas por posibles vínculos con actos ilícitos.
Ramírez aparece en conversaciones con Benavides y otros altos funcionarios, donde solicitan la urgencia de los contratos. Contratos de la UNGRD en los proyectos en Saravena, Cotorra y Carmen de Bolívar. Estos proyectos apuntaban a fondos que el Gobierno necesitaba para cumplir sus compromisos.