
El presidente Gustavo Petro se refirió a la controversia generada por la reciente designación de 18 exjefes paramilitares como gestores de paz. A través de un extenso mensaje publicado en su cuenta en X (antes Twitter), el mandatario argumentó que esta decisión no implica beneficios jurídicos para los implicados, sino un compromiso con la verdad, la reparación de las víctimas y las garantías de no repetición.
Cerrando ciclos pendientes: el proceso de paz con los paramilitares
En su declaración, Petro enmarcó la medida como una continuación del proceso de desmovilización de los grupos paramilitares iniciado durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Según explicó, se trata de “finiquitar” un acuerdo que, a pesar de los avances, dejó importantes vacíos en términos de justicia, verdad y reparación.
“Cuando decidimos escoger gestores de paz, para finiquitar el proceso de paz hecho por el expresidente Uribe con los paramilitares, proceso que la Corte Constitucional quiso que se diera en términos de verdad, reparación a las víctimas, justicia y no repetición, no estamos otorgando ningún tipo de beneficio jurídico”, afirmó el presidente.
El mandatario también subrayó que el propósito de la designación es garantizar que los exjefes paramilitares contribuyan activamente al esclarecimiento de la verdad, especialmente en relación con bienes desaparecidos y hechos que aún no han sido completamente documentados.
Este es el mensaje del presidente gustavo petro:
Petro insistió en que la verdad y la reparación genuina de las víctimas son fundamentales en este proceso. “En el proceso institucional se perdieron muchos inmuebles y aún falta espacio para la verdad”, señaló.
La medida, añadió, busca avanzar en un camino de reconciliación y justicia restaurativa que complemente los esfuerzos del pasado. Para el presidente, el rol de gestor de paz no representa un beneficio jurídico ni la reducción de penas, sino una condición que exige compromiso y disposición para reparar los daños causados.
“Ser gestor de paz es una condición del ser humano, no un regalo; quien acepta esta condición está dispuesto a resarcir a las víctimas y a garantizar la no repetición”, puntualizó.
Críticas y respaldo
La decisión ha generado una ola de críticas desde distintos sectores políticos y sociales, que cuestionan la pertinencia de asignar este rol a antiguos responsables de crímenes atroces. Sin embargo, el Gobierno defiende que la medida es un paso necesario para cerrar capítulos pendientes del conflicto armado colombiano.
Lo que sigue en el proceso
Con esta designación, los exjefes paramilitares designados deberán demostrar su compromiso con la verdad y la reparación, en un proceso que será monitoreado de cerca por las autoridades y las organizaciones de víctimas.