En medio del creciente escándalo de corrupción que involucra a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), un nuevo testimonio ha sacudido la política.
María Alejandra Benavides, exasesora del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha declarado ante la Fiscalía General de la Nación que el ministro estaba al tanto de los hechos que hoy están en investigación, lo que ha puesto a Bonilla en el centro de la controversia.
Benavides fue una figura clave dentro de la estructura de trabajo del Ministerio de Hacienda, y en su declaración, detalló cómo se manejaban los contactos y negociaciones para asegurar la aprobación de créditos internacionales para el país. Según su testimonio, la corrupción implicaba a varios congresistas que, a cambio de favores, gestionaban contactos relacionados con contratos en las regiones. La exasesora aseguró que el ministro Bonilla estaba completamente al tanto de estos intercambios.
“Él me usó, él usó el hecho de ser el ministro de Hacienda, que a él no le importaba el costo que tenía que pagar. Eso lo necesitaban allá adentro”, fue una de las frases más contundentes de Benavides. En su declaración ante la Fiscalía.
La ex asesora relató que, en enero, durante una conversación sobre la carta que había enviado a los congresistas, le comentó al ministro lo sucedido: «En diciembre pasó esto. Yo mandé unos contactos, el señor Sneyder luego me dijo que la última semana de diciembre ya se habían movido, pero que ya no…». Benavides insistió en que todo en su trabajo requería la autorización directa de Bonilla, quien «sabía que esos contactos los había sacado yo de lo que me habían pasado los congresistas que tenían los cupos indicativos.»
Fiscal: ¿El ministro sabía que Sneyder o más bien que los congresistas le estaban enviando a usted el contacto de las personas encargadas de los contratos en las regiones?
María Alejandra Benavides: Sí señora, él lo sabía
Fiscal: ¿Por qué lo sabía?
María Alejandra Benavides: Porque el 3 de enero cuando yo voy a hablar de la carta, yo le digo: mire en diciembre pasó esto. Yo mandé unos contactos, el señor Sneyder luego me dijo: la última semana de diciembre que no se ha movido. Que ya habían hablado con ellos pero que ya, o sea… Fiscal, yo insisto: todo absolutamente todo necesitaba autorización. Todo necesitaba que él supiera. Yo no (inaudible) sola.
El testimonio de Benavides es considerado clave en la investigación, pues revela una presunta red de corrupción en la que el ministro, según la exasesora, no solo estaba al tanto, sino que también habría dado su consentimiento para el uso de esos contactos a cambio de favores políticos y recursos. Este tipo de prácticas son el núcleo de la investigación que la Fiscalía lleva adelante desde hace meses.
El ministro Bonilla ha reaccionado ante los señalamientos. A través de un mensaje en su cuenta de X (antes Twitter), Bonilla aseguró: “Respeto el trabajo de la Fiscalía y confío en demostrar que eventualmente puedo cometer errores, pero no delitos. Nunca he jugado a esquivar la ley. Mi compromiso con el presidente y las finanzas públicas sigue intacto y no será afectado por esta situación.” Con estas palabras, el ministro rechaza las acusaciones y refuerza su postura de que su conducta siempre ha sido conforme a la ley.
Por su parte, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, también se refirió a la situación, subrayando la importancia de respetar el proceso judicial en curso. “Es un proceso judicial que hay que respetar, que está en el marco de la investigación de la Fiscalía General de la Nación. Lo único que tengo que decir es que hay que respetar la justicia, que se respete el debido proceso y la legítima defensa de quienes aparecen involucrados en este episodio. Tengo la certeza de que el ministro de Hacienda sabrá darle sus explicaciones a la justicia y al país de su conducta, conociendo su trayectoria”, afirmó Cristo, en un mensaje de apoyo a Bonilla.
La situación de Bonilla, en pleno debate por la Ley de Financiamiento, se complica aún más. Este proyecto de ley es fundamental para el gobierno, pues busca asegurar recursos adicionales para el presupuesto del 2025. Las acusaciones podrían tener repercusiones no solo en la imagen del ministro, sino también en el clima político y económico del país, justo en un momento clave para las finanzas nacionales.
A medida que avanza la investigación, la atención se centrará en las pruebas y testimonios que permitan esclarecer la magnitud de las implicaciones de Bonilla en este escándalo, mientras se espera que la justicia determine si las acusaciones de corrupción en su contra son ciertas.