María Corina Machado logra salir de Venezuela en un viaje secreto para llegar a Oslo por el Nobel de Paz

La líder opositora partió en barco hacia Curazao antes de volar a Europa, mientras su hija recibió el galardón en medio de emoción, incertidumbre y una movilización global de venezolanos.


María Corina Machado, líder de la oposición venezolana y ganadora del Premio Nobel de la Paz 2025, logró salir de Venezuela en una operación reservada que incluyó un traslado en barco hacia Curazao con el objetivo de llegar a Oslo, donde este 10 de diciembre se realizó la ceremonia oficial. Aunque no alcanzó a estar presente en el acto, su hija, Ana Corina Sosa, recibió el premio en su nombre en el Ayuntamiento de Oslo. El viaje se produjo en medio de una orden de captura en su contra, tras más de un año de permanecer en la clandestinidad para evitar ser detenida por el gobierno de Nicolás Maduro.


De acuerdo con información conocida por medios internacionales, Machado abandonó territorio venezolano el martes 9 de diciembre por vía marítima rumbo a Curazao, una isla situada a menos de 80 kilómetros de la costa del país. Desde allí emprendió el trayecto hacia Europa. La operación, calificada por fuentes cercanas como de “extremo riesgo”, marca un punto de quiebre en el prolongado periodo de ocultamiento que vivió la dirigente opositora tras su última aparición pública, en enero, cuando fue detenida brevemente tras un mitin político, un día antes de una nueva posesión presidencial de Nicolás Maduro.

Horas antes de la ceremonia, el Comité Nobel difundió una conversación telefónica entre Machado y el presidente del Comité Noruego, Jørgen Watne Frydnes. En ella, la líder venezolana explicó su imposibilidad de llegar a tiempo: “Nos sentimos muy emocionados y honrados. Me entristece decir que no podré llegar a la ceremonia, pero estaré en Oslo y estoy de camino ahora mismo”.

En esa misma llamada, Machado confirmó que su familia, su equipo y cientos de venezolanos sí habían logrado llegar a la capital noruega. “Tan pronto como llegue, podré abrazar a toda mi familia y a mis hijos, a quienes no he visto en dos años”, expresó con la voz entrecortada. El Comité Nobel aseguró públicamente que la galardonada se encuentra a salvo y que su llegada a Oslo se produciría entre jueves y viernes.

Mientras tanto, en el Ayuntamiento de Oslo, Ana Corina Sosa fue la encargada de recibir el premio, dotado con 11 millones de coronas suecas, el diploma y la medalla conmemorativa. Desde el estrado, leyó el discurso escrito por su madre, en el que afirmó que Venezuela “volverá a respirar” y dedicó el Nobel a todo el pueblo venezolano. “Mi madre nunca incumple sus promesas. En unas horas podremos abrazarla después de más de 16 meses”, dijo ante una sala en pie que la ovacionó por varios minutos.

El discurso incluyó un repaso por la historia política de Venezuela, destacando que fue una de las democracias más estables de América Latina hasta que, según la líder opositora, comenzó un proceso de desmantelamiento institucional desde 1999. En uno de los momentos más emotivos, el mensaje prometió: “Abriremos las puertas de las cárceles y veremos salir al sol a miles de inocentes encarcelados injustamente”.


Reacciones y contexto internacional

En paralelo a la ceremonia, cientos de venezolanos marcharon por las calles de Oslo con antorchas encendidas bajo el lema “Venezuela libre”. Desde los balcones del Grand Hotel, los hijos de Machado saludaron emocionados a la multitud que coreaba consignas de apoyo. La suite reservada tradicionalmente para los laureados permaneció ocupada por la incertidumbre durante todo el día, a la espera de la llegada de la ganadora.

Desde Colombia, el presidente Gustavo Petro volvió a insistir públicamente al gobierno de Nicolás Maduro en la necesidad de avanzar hacia una amnistía general y un gobierno de transición con inclusión de todos los sectores, justo en el día de la entrega del Nobel a la líder opositora.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, reiteró este miércoles su propuesta de una amnistía general y la conformación de un gobierno de transición en Venezuela, como salida política a la prolongada crisis institucional del país. Petro planteó que la vía para una salida pacífica debe pasar por “la reconciliación nacional y garantías para todos los actores”, incluyendo a sectores del chavismo y de la oposición. El mandatario colombiano insistió en que sin un acuerdo amplio no habrá estabilidad duradera y subrayó que Colombia está dispuesta a acompañar un proceso de transición que permita el retorno de los exiliados, elecciones verdaderamente libres y la reconstrucción de la economía venezolana.

En Oslo, el presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes, envió un mensaje de alto contenido político durante la ceremonia de entrega del galardón. El directivo afirmó que el premio otorgado a María Corina Machado representa un respaldo internacional a la lucha por la democracia en Venezuela y sostuvo que el país solo podrá avanzar hacia la paz “cuando cesen la persecución política y la permanencia indefinida en el poder”. Fuentes cercanas al evento señalaron que, en conversaciones privadas con delegaciones diplomáticas, el llamado fue directo a que el gobierno de Nicolás Maduro dé un paso al costado y facilite una transición democrática con supervisión internacional.

Mientras avanzaban los actos oficiales, la expectativa se trasladó a las afueras del Grand Hotel de Oslo, donde decenas de venezolanos se congregaron con banderas, velas y antorchas a la espera de la llegada de Machado. La suite reservada para los ganadores del Nobel permaneció vacante durante buena parte del día, alimentando la incertidumbre sobre el momento exacto de su arribo. Entre cánticos, oraciones y lágrimas, los asistentes siguieron atentos cada información que surgía sobre su traslado desde Europa hacia la capital noruega.

Durante la noche, la vigilia se transformó en un acto espontáneo de apoyo. Migrantes venezolanos llegados desde distintos países se turnaron para permanecer frente al hotel, algunos desde la madrugada, con la esperanza de ver a la líder opositora aunque fuera unos segundos. “No nos iremos hasta verla entrar”, repetían varios de los asistentes. La escena, marcada por el frío, las banderas tricolor y los abrazos entre desconocidos, reflejó el profundo simbolismo que ha tomado la llegada de María Corina Machado a Oslo para una diáspora que sigue viendo en ella una esperanza de cambio político para su país.

En contraste, en Caracas, el Partido Socialista Unido de Venezuela encabezó movilizaciones conmemorativas de la Batalla de Santa Inés, en una jornada que coincidió con el reconocimiento internacional a su principal contradictora política, reflejando la profunda polarización que atraviesa el país.


Según la agenda divulgada por el Instituto Nobel, María Corina Machado se reunirá este jueves en Oslo con el primer ministro de Noruega, Jonas Gahr Støre, y posteriormente ofrecerá una rueda de prensa. Su llegada marcará el primer acto público internacional desde la clandestinidad. Mientras su paradero exacto se mantuvo en reserva durante horas, millones de venezolanos dentro y fuera del país siguieron atentos cada actualización de un viaje que, más allá de su valor simbólico, se convirtió en uno de los episodios más tensos y emotivos en la historia reciente de la oposición venezolana. El Nobel, recibido en su ausencia, ya se inscribe como un hito político y humano para una nación que sigue esperando el retorno de la libertad prometida.