La celda de Margareth Chacón en la cárcel de mujeres El Buen Pastor guarda los ecos de una historia que ha sacudido a Colombia y Paraguay: el asesinato del fiscal antimafia paraguayo Marcelo Pecci. En una entrevista exclusiva con Focus Noticias, Chacón, condenada a 35 años de prisión por este crimen, revela detalles que desafían la versión oficial de los hechos.
Pecci, conocido por su lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, fue asesinado el 10 de mayo de 2022 mientras disfrutaba de su luna de miel en la isla Barú, Cartagena. La investigación culminó con la captura y condena de varios implicados, entre ellos Margareth Chacón, señalada como una de las autoras intelectuales del crimen, esposa de Andrés Perez Hoyos quien junto a su hermano Ramón Perez aceptaron su responsabilidad en el homicidio del fiscal antimafia.
Según la Fiscalía la mujer participó en al menos cuatro reuniones en las que se coordinaron los detalles logísticos y financieros del crimen del fiscal paraguayo.
Le puede interesar: La oscura tragedia de la muerte del hijo general William rincon
¿Margareth Chacón sabía de los planes para asesinar al fiscal antimafia paraguayo?
Margaret Chacón afirmó que fue «involucrada y condenada por un crimen que no tenía conocimiento ni antes, ni durante, ni después».
Chacón se describe como una mujer de Barranquilla, madre de tres hijos, que vivió una etapa tranquila en El Salvador, hasta que, según ella, su vida dio un giro inesperado. En sus palabras, la relación con Andrés Pérez Hoyos, el padre de su hijo menor y uno de los implicados en el asesinato de Pecci, comenzó durante la pandemia, cuando comenzaron a reavivar una relación de juventud. «Empezamos a hablar de las cosas bonitas que no habían podido ser en nosotros», dice, detallando un romance que, según ella, nunca incluyó conversaciones sobre actividades criminales.
El viaje a Cartagena
Chacón relata que en abril de 2022, Pérez le propuso un viaje a Cancún para celebrar su cumpleaños. Luego decidieron ir a Cartagena «Nos fuimos toda la semana a festejar el cumpleaños de él, y supuestamente él me dijo que fuimos a la iglesia de la Virgen a renovar votos, porque se quería casar conmigo», cuenta. Para Chacón, ese viaje fue un tiempo de reconciliación y amor. «Era cuestión de amor, era cuestión de sentimientos», enfatiza, insistiendo en que nunca le habló de planes criminales.
«El me dijo a mí que fuéramos a la iglesia de la Virgen de Satanús a renovar votos, porque se quería casar conmigo. De hecho, en el celular de él están todas las pruebas de que nosotros estuvimos, fue en la iglesia, estuvimos ahí festejando su cumpleaños. Él a mí en ningún momento me habló de lo que estaba haciendo, ni de lo que había planeado, ni de lo que había hablado con el hermano. O sea, para mí yo estaba en una luna de miel. Y se puede comprobar por medio del teléfono de Andrés»: Margareth Chacón
La versión de Chacón sobre las armas y el dinero involucrados en el asesinato, ella niega tener conocimiento de ello. «Yo no te puedo hablar de plata porque yo no tengo conocimiento de lo que Andrés te haya dicho a ti o de lo que él haya hecho o cómo haya manejado la plata», declara, rechazando las acusaciones de complicidad y dice que en la camioneta Toyota de su propiedad en la cual viajaron a Cartagena no se transportaron armas.
El día de la muerte de Pecci
A pesar de las pruebas que apuntan a la implicación de su pareja en el asesinato, Chacón insiste en que ella no tenía idea de lo que ocurría. «Yo no sabía que habían matado a ese señor, no sabía quién era ese señor hasta el momento de mi captura», asegura. En su relato, Chacón destaca que, incluso después de regresar a Colombia, ella seguía desconociendo los detalles del crimen y las conexiones de Pérez con el asesinato de Pecci.
La captura y la condena
Finalmente, Chacón relata el momento de su captura en El Salvador, donde fue detenida sin previo aviso. «Me capturan en una farmacia y me dicen que me tengo que venir para Colombia porque me están trayendo para una declaración«, explica. Sin embargo, según su versión, fue arrestada sin una causa legal clara, ya que en ese momento no tenía antecedentes penales en Colombia.
La entrevista concluye con una reflexión amarga sobre su condena de 35 años. «A Margaret la callan, siendo inocente para tapar la muerte de ese señor», sostiene, mientras pide a las autoridades de Paraguay y Colombia que investiguen más a fondo y revisen la versión que la vincula con el crimen.
Durante el juicio la Fiscalía entregó detalles de Margareth quien tenía en El Salvador una relación y vivía con sus tres hijos, para la mujer se le » vulneraron derechos como mujer, como mamá. Dice que el fiscal del caso la trató de «dama de compañía no me bajaba. Yo creo que tú lo escuchaste en las audiencias. O sea, no es algo que Margaret se esté inventando. Él a mí me señaló y me catalogó burlándose de mi estado, donde pienso yo que yo soy una persona adulta, capaz de responder por mí como mujer, y él no es nadie para criticarme a mí si yo tenía una ruptura, si no tenía una ruptura, si estaba con uno, si estaba con el otro. Él tenía que hacer una investigación como fiscal, cosa que no hizo. Se metió fue con mi familia, se metió fue con mi núcleo familiar y yo creo que él lo que tenía que hacer era escuchar a Andrés, pero nunca lo quiso escuchar«.
Chacón agregó que el «error fue el de decir me llevo a Margaret porque ella ya viene en camino. Meterme a mí en un problema por no decirme que no vengas, me cogen a mí de gancho ciego porque como se mete el cumpleaños de él, se mete día de madres, Margaret está en las fiestas.
Estaba metida en el lugar equivocado, en el momento equivocado, porque créeme, si yo hubiese sabido que se iba a cometer eso, ¿a qué viene a Colombia? ¿A qué vengo? Si yo tengo mi vida hecha»
Este testimonio de Margareth Chacón revela un relato lleno de contradicciones entre las partes y preguntas sin respuesta, en medio de un caso que sigue conmocionando a dos naciones.