
En su primera semana como Secretario de Estado en la administración de Donald Trump, Marco Rubio no dudó en ofrecer duras críticas sobre la gestión del presidente colombiano Gustavo Petro, en un contexto de creciente tensión diplomática entre ambos países. Durante una entrevista en The Megyn Kelly Show, Rubio abordó varios temas, entre ellos el incidente que involucró a los vuelos de deportados colombianos y las tensiones en la relación bilateral.
El diplomático estadounidense, de ascendencia cubana, hizo comentarios contundentes sobre Petro, afirmando que “a la mayoría de la gente en Colombia ni siquiera le gusta su presidente. Quiero decir, este tipo tendría elecciones hoy y perdería, es muy impopular en Colombia”. Además, Rubio señaló que muchos colombianos, especialmente en el sector empresarial, se preguntan “¿qué está haciendo este tipo?”, cuestionando las decisiones y la dirección del gobierno de Petro.
Uno de los puntos más polémicos abordados por Rubio fue el conflicto diplomático que surgió hace una semana, cuando el gobierno colombiano decidió, cancelar un acuerdo previo para recibir vuelos militares de deportados colombianos desde Estados Unidos. En relación a este episodio, Rubio explicó que, a pesar de un acuerdo firmado, Petro decidió dar la orden de que los vuelos regresaran a EE. UU. en pleno trayecto. “A las 4:30 de la mañana, por alguna razón, estaba despierto o a punto de irse a la cama y decidió ir a X y escribir que había ordenado que un avión estaba a mitad de camino y el otro acababa de llegar, que se dieran la vuelta”, explicó Rubio, enfatizando la falta de cumplimiento por un contrato firmado entre ambos países.
En sus declaraciones, Rubio dijo que la reacción de Estados Unidos no fue un acto de intimidación, sino una respuesta ante el incumplimiento de un compromiso. “No estamos interesados en intimidar a nadie y no tenemos ganas de hacerlo. Nosotros no le hicimos ‘bullying’ a Colombia, sentimos que teníamos un trato”, comentó el secretario de Estado, quien reiteró que, al no cumplirse el acuerdo, Colombia debía asumir la responsabilidad de los vuelos que ya habían sido desviados.
Según el Secretario Rubio estas eran acciones de rutina “que estábamos deportando gente a Colombia, al igual que deportamos gente a todos los países del mundo. Si hay inmigrantes estadounidenses ilegales en otro país, tendríamos que aceptarlos viniendo por este camino”,
Además, Rubio destacó que la crisis con Petro fue un «buen recordatorio» sobre la importancia de los acuerdos internacionales, afirmando que, a pesar de las tensiones, “la mayoría de las personas en el Gobierno de Colombia son amigables con Estados Unidos”, y que muchos dentro del Congreso colombiano habían mostrado su desconcierto por las decisiones de Petro, incluso calificándolas de “una locura”.
“Colombia firmó un acuerdo, firmaron un papel que decía: ‘Sí, envíennos estos aviones’, y luego, a mitad del vuelo, lo rompieron”, sostuvo Rubio, defendiendo la postura de Trump de devolver los vuelos y exigir el cumplimiento del acuerdo.
El secretario de Estado habló sobre la política Colombia y su opinión de que el gobierno de Petro está lejos de ser popular. “Creo que a la abrumadora mayoría de la gente en Colombia, país que conozco muy bien, ni siquiera le gusta su presidente. Quiero decir, este tipo tendría una elección hoy, perdería. Es impopular en Colombia. La gente allí podrá votar y decidirá quién quiere que los lidere, pero creo que mucha gente de su clase empresarial piensa: “¿Qué está haciendo este tipo?” concluyó.
Al respecto el Presidente Gustavo Petro le respondió: “Mi estimado Marco Rubio @SecRubio le mando la encuesta hecha por «Invamer» qué es de la oposición colombiana.
Sabrá por ahí que le cuentan mucha mentira los ricachones colombianos que buscan rodearlo. No se engañe, a mi en Colombia no me quieren es los ricos, pero tengo la misma favorabilidad hoy en Colombia que Trump en EEUU”
Rubio, quien se prepara para su primer viaje a América Latina como secretario, donde visitará Guatemala, El Salvador, Costa Rica, República Dominicana y Panamá.