
En un comunicado divulgado este lunes, Antonio García, comandante máximo del Ejército de Liberación Nacional (ELN), negó categóricamente que esa guerrilla esté detrás del asesinato del senador Miguel Uribe Turbay, ocurrido el pasado fin de semana y que ha sacudido al país. El pronunciamiento surge como respuesta directa a las afirmaciones del presidente Gustavo Petro, quien había insinuado la posible participación del grupo insurgente en los hechos.
“El ELN, cuando hace algo, tiene el valor de responder por lo que hace”
“El ELN resulta acusado por el presidente de un acto que no ejecutó. Pues el ELN, cuando hace algo, tiene el valor de responder por lo que hace”, declaró García, desmarcándose de manera contundente de cualquier vínculo con el crimen que cobró la vida del joven dirigente del partido Centro Democrático.
Petro aseguró en un discurso que el “ELN estaba asesinando colombianos” y que “es probable, no puedo afirmarlo, que sea el autor del asesinato del senador Miguel Uribe Turbay”.
El jefe guerrillero fue más allá y criticó el manejo oficial de la información sobre el asesinato: “Es deber de un presidente decir la verdad al país y al mundo, esa que rueda por los pasillos de la inteligencia y los conversaderos de todo tipo. Claro, no es fácil hablar de estos hechos en medio de un dolor que se manipula, pero que malintencionadamente se trata de achacar al ELN”.
Estas declaraciones se producen en un contexto de alta tensión política y social en Colombia, no solo por el impacto del asesinato, sino también por el estancamiento en los diálogos de paz entre el gobierno y el ELN, que atraviesan uno de sus momentos más inciertos desde que se retomaron a finales de 2022.
Hasta el momento, la Casa de Nariño no ha respondido al comunicado del grupo guerrillero. Sin embargo, fuentes del alto gobierno han reiterado que las investigaciones continúan y que ninguna hipótesis ha sido descartada.
Miguel Uribe Turbay, senador del partido de oposición y figura visible en el escenario político nacional, donde fue víctima de un atentado en la ciudad de Bogotá. Su muerte dos meses después del atentado en ha generado una ola de reacciones tanto en Colombia como en el exterior, en medio de crecientes preocupaciones por la seguridad de los líderes políticos y el resurgimiento de la violencia armada en varias regiones del país.
Este es el texto del comunicado de Antonio Garcia, integrante del Comando Central del ELN
“Andaba en ese entonces en una correría internacional y pasaba por Panamá, todo mundo sabía quiénes se paseaban por esas tierras, que hasta el mismo ex presidente Alfonso López intentaba un diálogo con los extraditables narcotraficantes. No por eso podemos decir que el M-19 era narcotraficante, como tampoco cuando lo relacionaron con Pablo Escobar en la operación del Palacio de Justicia (1985), por la quema de documentación sensible. Se requiere responsabilidad con la historia y no ser vedette para los medios de desinformación.
Como tampoco por otras historias. Pues, pocos años después y antes que cayera en desgracia Manuel Antonio Noriega, entonces Presidente de Panamá, Gustavo Petro era un simple mensajero de los dirigentes del M-19 y se paseaba por el Canal hasta que fue apresado por andar en sus francachelas «non sanctas». La gente de Noriega lo rescataría pocos días después. No lo apresaron por estar realizando operaciones rebeldes, sino por sus francachelas y otras cositas de esas.
Ahora, la ligereza de Petro va más allá de la cordura al atreverse a mentir de manera descarada, diciendo que el ELN está comprometido con el narcotráfico, sin duda se presta a los planes imperialistas norteamericanos, por cuanto la DEA y sus agentes han pretendido involucrarnos sin lograrlo, fracasando en dichas operaciones y trampas. Petro algo le está pagando a los gringos con estas mentiras.
Él hace lo mismo que cualquier policía, soldado o agente de inteligencia diciéndole a los periodistas que «tal o cual» cargamento o kilo de coca decomisado era del ELN, sin presentar a los responsables capturados, sin decir exactamente donde ocurrieron los hechos, ni menos entregar los resultados de un juicio con los respectivos veredictos dictados por la justicia. Ojo y algunos periodistas se prestan para llevar ese juego.
“No exagero con lo que digo, hace apenas unos días Petro dijo:
«El ELN también aquí está asesinando colombianos. Y es probable, no puedo afirmarlo, que sea el autor del asesinato del senador Miguel Uribe Turbay por dinero. Será la investigación, cada vez más difícil, la que diga la verdad».
Qué trabalenguas o traba-verdades, decir que «es probable» y «no puedo afirmarlo», es consciente que no sabe, que no está confirmado; entonces por qué no espera a la investigación como luego lo señala, pero en seguida niega la investigación diciendo que «cada vez más difícil». Es obvio, se trata de dejar en el imaginario de la gente que fue el ELN «el autor del asesinato del senador Miguel Uribe Turbay por dinero».
Así de fácil y como por el encanto de unas cuantas palabras armadas en un trabalenguas, el ELN resulta acusado por el Presidente Petro de un acto que no ejecutó. Pues el ELN, cuando hace algo, tiene el valor de responder por lo que hace.
Es deber de un Presidente decir la verdad al país y al mundo, esa que rueda por los pasillos de la inteligencia y los conversaderos de todo tipo. Claro, no es fácil hablar de estos hechos en medio de un dolor que se manipula, pero que malintencionadamente se trata de achacar al ELN.
La información que circula es que el papá de Miguel Uribe Turbay, por sus vínculos y acciones, non sanctas, con o contra algunos esmeralderos terminó colocando en grave riesgo a su hijo. Los dejo con esa curiosidad y se abre una puerta para hablarle con claridad al país y no se manipule el hecho políticamente, como se está haciendo, para sacar ventajas electorales. Es un hecho de otra naturaleza, no político.
Y que Petro se ajuicie con la verdad.
En desarrollo…