La noticia del fallecimiento de Fabiola Posada, conocida cariñosamente como “La Gorda Fabiola”, ha conmovido a toda Colombia. Tras haber celebrado su cumpleaños número 61, la reconocida humorista de Sábados Felices falleció un día después, dejando un legado en el mundo del entretenimiento y de sus tres hijos Juan Sebastián Valencia y Nelson David Polanía y su amor eterno el también humorista «Polilla».
Uno de los mensajes más emotivos el su hijo David Polanía, un día antes de su partida:
“¡Q’hubo! Hoy nuevamente celebro tu vida y obra, mamá: desde ser la despampanante @gorditafabiola hasta la mamá amorosa en casa. Gracias por ser una maestra de vida y por acompañarme en los momentos buenos y malos. Espero la vida y Diosito te siga brindando más años a mi lado”.
Tras la confirmación de su muerte, Polanía volvió a manifestar su gratitud: “Gracias mamita por todo. Sigue cuidándonos y haciéndonos reír desde el cielo”.
Fabiola Posada fue mucho más que una humorista. Graduada como comunicadora social y periodista de la Universidad Externado de Colombia, ejerció en medios como el diario La República. Pero su versatilidad no se detuvo allí. Además de su trayectoria en televisión, donde se consolidó como una de las figuras más queridas del humor colombiano, también fue concejal de Bogotá entre 2002 y 2005. Desde ese cargo, impulsó iniciativas que buscaban mejorar la calidad de vida en la ciudad, aunque siempre se mantuvo fiel a su humor característico, bromeando en entrevistas sobre su paso por la política.
La “Gorda Fabiola” también incursionó en el mundo empresarial. Abrió una tienda de ropa especializada en tallas grandes, Almacenes de ropa By la Gorda Fabiola, un proyecto que surgió a partir de su propia experiencia con el sobrepeso y su deseo de ofrecer moda inclusiva a las mujeres curvy. Los almacenes estan ubicados en los principales centros comerciales. Otro de los desafíos que enfrentó fue su salud, marcada por episodios críticos como los infartos y la cirugía a corazón abierto que le practicaron en 2014.
A lo largo de su vida, Posada enfrentó diversas complicaciones médicas, muchas de ellas derivadas de la diabetes que padecía desde 1997. En 2018, estuvo al borde de la muerte debido a un coma inducido por desnutrición severa. Sin embargo, cada crisis la enfrentó con resiliencia y humor, características que la definieron hasta el final.
Su paso por la televisión dejó huella en programas como Sábados Felices, donde no solo demostró su talento humorístico, sino que también conoció a su segundo esposo, Nelson Polanía, “Polilla”, con quien formó una de las parejas más queridas del medio. Juntos, criaron a su hijo David, quien ahora se destaca como creador de contenido.
“Un día estaba el productor de Sábados felices, Gonzalo Acosta, esperando a que pasara una gorda para que hiciera un extra y preciso pasé yo. Me dijo: ‘Señora, señora, estamos buscando una persona como usted para grabar un chistecito en Sábados felices’. Esa fue la gran puerta que se abrió”, reveló la humorista.
La “Gorda Fabiola” deja un vacío enorme en el humor colombiano, pero su legado de risas, amor y valentía perdurará.