
Consuelo Parra, reconocida por haber defendido judicialmente a los más temidos capos del narcotráfico y el paramilitarismo en Colombia, enfrenta hoy investigación en su contra . La Fiscalía General de la Nación la acusa de liderar una red de lavado de activos que habría movido más de $65.700 millones a través de bienes raíces y hoteles usados como fachada por el Clan del Golfo.
Parra Velandia de 44 años, fue capturada en febrero de 2024 por miembros del CTI con apoyo del Ejército, sin embargo una juez de control de garantías declaró ilegal su captura violación del término de las 36 horasestablecidas por la ley y ahora la abogada enfrenta el proceso penal en libertad representada por el abogado Iván Cancino, quien ha dicho que el patrimonio de su defendida es producto de sus honorarios y de las utilidades de sus empresas.
De abogada penalista a señalada lavadora de dinero
Parra, quien representó legalmente a figuras como Don Berna, Don Mario, El Alemán y alias Otoniel, está ahora en el banquillo por presuntamente haber utilizado su conocimiento jurídico para encubrir operaciones financieras ilegales de organizaciones criminales.
Según la Fiscalía, entre 2014 y 2017, la red encabezada por Parra habría adquirido al menos 185 inmuebles en varias regiones del país. Entre las propiedades figuran 108 parqueaderos en el centro comercial Lago Plaza en Pereira, 36 lotes en Acacías (Meta) y 14 apartamentos tipo penthouse en El Poblado, Medellín. Todos estos habrían sido comprados con dinero proveniente del narcotráfico, específicamente del Clan del Golfo y de alias Nicolás, uno de sus jefes financieros.
La historia detrás de Parra
En 2005, Consuelo Parra de 26 años se desmovilizó del bloque Centauros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Un exparamilitar la señaló entonces como colaboradora de los paramilitares en Sogamoso. Desde entonces, su carrera como abogada penalista tomó fuerza, representando a múltiples jefes de estructuras criminales, algunos de los cuales terminaron extraditados o condenados por delitos de lesa humanidad.
Interceptaciones, amenazas y redes criminales
Interceptaciones telefónicas obtenidas en noviembre de 2022 fueron clave para el proceso que enfrenta. En una de ellas, Parra hablaba sobre la extradición de alias Nicolás:
“Me pidió que lo sacaran rápido de Colombia, que no quería que lo sacaran con Dairo (Otoniel), porque no quería que le subieran el perfil”, se escucha en la grabación.
Ese mismo año, la Fiscalía identificó al menos nueve hoteles usados como fachadas para el lavado de dinero. Uno de los más emblemáticos fue el Hotel Romanza, en Medellín, avaluado en $21.000 millones, adquirido por la red que, según los investigadores, Parra lideraba. Otros hoteles como Marianza en Necoclí, operado por alias Messi, y Palma Blanca del Mar en Santa Marta, también estarían vinculados a estas operaciones.
La compleja red incluyó empresas de papel como Operadora Hotelera Génesis SAS, creadas con el único fin de mover dinero del narcotráfico. En Quindío, por ejemplo, alias Mario Bros —otro presunto miembro del Clan del Golfo— poseía el ecohotel Las Orquídeas, un predio de lujo con piscina, caballerizas y más de 35 hectáreas.
En la mira de varios frentes
El 21 de septiembre de 2022, dos funcionarios del CTI alertaron a Parra sobre una amenaza directa en su contra: un sicario, identificado como Jorge González Garzón, alias Freddy, había confesado un plan para asesinarla.
También se conoció que miembros de la Oficina de Envigado reclamaron bienes que estaban bajo la administración de Parra. Las interceptaciones revelan que ella negoció la entrega de $2.000 millones en bienes muebles e inmuebles, a través de alias Perra Loca, un exintegrante de esa organización.
Trayectoria de Consuelo Ibeth Parra Velandia
Parra fue funcionaria del CTI y se convirtió en una figura controvertida al ser abogada de exparamilitares de renombre, como Diego Murillo Bejarano, alias ‘don Berna’, y Daniel Rendón Herrera, conocido como ‘don Mario’ o ‘el Viejo’, condenados en Estados Unidos por narcotráfico. La abogada también sirvió como puente entre estas organizaciones ilegales y las autoridades judiciales, buscando acercamientos para posibles sometimientos.
A Parra le fue retirada la visa tras sus visitas a los jefes paramilitares, luego se convirtió en la apoderada Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniely Carlos Antonio Moreno Tuberquia, alias Nicolás, quienes también fueron extraditados en el año 2022.
Consuelo Ibeth Parra formó parte del bloque Centauros de las autodefensas.
Defensa y situación judicial
La defensa de Consuelo Parra niega todas las acusaciones. Aseguran que sus ingresos son producto de su ejercicio profesional como abogada y que todos sus honorarios fueron debidamente declarados. En agosto de 2024, el juez de garantías le negó la medida de aseguramiento en centro carcelario, pero le ordenó presentarse periódicamente ante el juzgado mientras avanza el proceso judicial.
Pese a los señalamientos, Parra insiste en que las propiedades fueron adquiridas de forma legal y que no existe evidencia que demuestre lo contrario. Sin embargo, las interceptaciones telefónicas, los registros de compra de inmuebles, la creación de empresas fantasma y las conexiones con miembros activos del Clan del Golfo, mantienen viva una investigación que podría derivar en una condena.