Inteligencia artificial, suplantación y corrupción

Columna. Esiquio Manuel Sánchez Herrera – Profesor de la Universidad Externado de Colombia

Nadie duda del significativo papel que cumple la inteligencia artificial en un mundo globalizado como el que en la actualidad vivimos. Ella sirve como instrumento para facilitar la convivencia entre los asociados. Empero no siempre se le da un uso debido, son muchos los casos que se registran diariamente en los que esta herramienta se utiliza para defraudar, estafar, suplantar personas, y especialmente, para usurpar la condición de servidores públicos. La creación de falsos perfiles, el hackeo de WhatsApp, la sustracción tecnológica de valores de las cuentas personales y empresariales, la clonación de voces y audios, son procedimientos que los ciberdelincuentes vienen realizando para cometer conductas punibles. Frente a los altos estándares de perfección del delito, la reacción de las autoridades encargadas de prevenir y sancionar ese tipo de comportamientos no ha sido la más adecuada. La misma complejidad de la comisión del reato y su perfeccionamiento impiden que la respuesta al crimen sea eficaz.

Perplejo hemos visto como noticias han dado cuenta que a través de la inteligencia artificial han creado falsos perfiles del Alcalde de Cartagena Dumek Turbay, para engañar y estafar desprevenidos ciudadanos. Ha sido tanta la desfachatez que los ciberdelincuentes han creado falsos diálogos en programas televisivos, como ocurrió en la “casa de los famosos” con el influencer “la liendra”, para que obtuviera una baja votación en ese concurso. Las entidades bancarias y comerciales vienen realizando campañas para evitar que sus clientes sean estafados. Para ello, le recomienda a sus usuarios que no ofrezcan ni accedan a dar claves ni ningún tipo de información personal a través de correos electrónicos, mensajes de texto, redes sociales o WhatsApp. A pesar de esas medidas diariamente cientos de personas son defraudas por medios tecnológicos.

Los mismos órganos de control, algunas autoridades judiciales y sus servidores han sido víctimas de este tipo de procedimientos ilegales. En la Procuraduría General de la Nación, varios delegados hemos sido víctimas de este flagelo, se nos ha suplantado nuestra identidad por medio de falsos perfiles.

En efecto, quien escribe estas líneas ha sufrido en carne propia el fenómeno de la suplantación de identidad, mediante la generación de falsos perfiles que vienen siendo utilizados para estafar y defraudar a incautos ciudadanos. Esta experiencia me ha permitido identificar patrones y móviles del delito, he identificado el proceder delincuencial, así: utilizan dos modelos de actuación, el primero está referido a contactar personas que tienen algún tipo de proceso penal, disciplinario o de responsabilidad fiscal. Para ese menester, utilizan los medios de prensa en los que se informa acerca de la existencia de investigaciones de esta índole en la que se señalan quienes son las personas contra quienes se adelantan estos trámites. Contactan al investigado y a través de un perfil falso, especialmente utilizando el cargo de “Procurador Delegado para la Moralidad Pública” o Delegado para Asuntos Electorales” les ofrecen la solución de sus inconvenientes con las autoridades. Les inventan que van a recibir visitas, practicas de prueba o inspecciones y que por lo tanto es necesario que le paguen viáticos o pasajes aéreos, o que le consignen como anticipos pequeñas sumas de dinero. Resulta reprobable que esos investigados accedan a este tipo de pedimentos, cuando lo que debieran hacer es denunciar inmediatamente ese tipo de hechos.


Esto nos llama a la reflexión y a cuestionarnos, por qué alguien investigado en cualquier tipo de proceso, accede, claramente de manera ilícita, a que se le proponga la solución de forma contraria a la ley de su caso. No debiera consultar con su abogado y proceder a instaurar la denuncia respectiva. Las autoridades públicas, los servidores públicos, no le solicitan a los investigados pasajes ni viáticos para cumplir su rol funcional, pues si lo hacen están cometiendo un delito. Alcaldes de capitales, concejales, miembros de la fuerza pública, servidores públicos con niveles altos de profesionalización, que tienen cuentas pendientes con la justicia, acceden a este tipo de solicitudes. Esto resulta inaudito. Coadyubar con la corrupción nos convierte en delincuentes.

La segunda modalidad de estafa, tiene que ver con la utilización de falsos perfiles para informales a comunidades abandonas por el Estado, personas de muy bajos recursos, en situación de pobreza extrema, que alguna entidad pública leshará algún tipo de donación, como mercados, medicamentos o enseres, pero para materializar la entrega necesitan pagar un flete o transporte, debiendo hacer algún tipo de consignación. En estos casos antes de entregar cualquier tipo de prebenda, deben cerciorarse de que aquello sea cierto.Obviamente quien dona nunca solicita el pago de transporte.

El mensaje, es claro no acceda a pretensiones delictivas. Denuncie.