La Procuraduría presentó un informe en el caso Gabriel Esteban de 5 años, asesinado en Melgar por su padre Gabriel Enrique González, en el muestra los constantes episodios de maltrato hacia el pequeño por parte de sus padres.
Para el ente de control, se debe evaluar las posibles falencias de las autoridades que intervinieron en los trámites de restablecimiento de derechos y de medida de protección de su progenitora.
Para el Ministerio Público, no obstante, que el presunto homicida evidenciaba interés por el cuidado y atención de su hijo y en ejercer su custodia; mostrándose como buen padre, y de no advertirse o manifestarse por la madre riesgo de violencia hacia el niño, por lo cual se ratificaron por la autoridad administrativa las visitas acordadas por los padres, debieron explorarse otras medidas de restablecimiento de derechos y de protección en favor del núcleo familiar y explorar las posibles afectaciones por los hechos de violencia psicológica referida por la madre del niño, que permitieran prever un comportamiento violento, agresivo o criminal del padre hacia su hijo.
En el expediente se evidenció las contantes retención del menor por parte del padre, quien se negaba a devolvérselo cuando terminaban los días de visita y las reiteradas denuncias del padre ante los defensores de Familia de Usme, en los que reportaba hechos de descuido, abandono y maltrato por parte de la madre, Consuelo Rodríguez.
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El informe se elaboró a partir de la respuesta entregada por la directora Regional Bogotá del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la respuesta de la Comisaría de Familia 1 de Usme, sobre las medidas adoptadas en el proceso por violencia intrafamiliar que allí cursaba en favor de la madre del niño.
En el informe se registra que la trabajadora social de la Defensoría de Usme realizó ocho llamadas en los meses de julio, agosto y 10 de septiembre para verificar algunas situaciones preocupantes contra Gabriel.
Para la Procuraduría falto mayor control por parte de las autoridades para designar la custodia del menor, antes los evidentes maltratos por parte de sus padres.
Gabriel Enrique González, quien confesó el asesinato de su propio hijo de 5 años se encuentra detenido en la cárcel de Picaleña en Ibagué.