La tensión entre Estados Unidos y Venezuela alcanzó un nuevo punto crítico este 15 de octubre, tras el sobrevuelo de dos bombarderos estratégicos B-52H Stratofortress de la Fuerza Aérea estadounidense sobre el mar Caribe, muy cerca del espacio aéreo venezolano. La maniobra se produjo el mismo día en que un avión con migrantes venezolanos deportados desde Texas estuvo a punto de aterrizar en Caracas, pero fue desviado a Puerto Rico minutos antes de tocar pista.
Los hechos coinciden con una escalada diplomática y militar entre ambos gobiernos, luego de que el presidente Donald Trump anunciara que “considera” ataques terrestres contra carteles venezolanos, tras varios bombardeos a embarcaciones en el Caribe que Washington vincula con el narcotráfico.
El sobrevuelo de los B-52 y la reacción venezolana
De acuerdo con registros de Flightradar24 y portales especializados en aviación, los aviones identificados como BUNNY01 (61-0010) y BUNNY02 (60-0052) ingresaron en la Región de Información de Vuelo (FIR) Maiquetía, sobrevolando el área durante varios minutos antes de retornar al norte del Caribe.
La Fuerza Aérea venezolana reaccionó de inmediato: un caza F-16 despegó desde la Base Aérea El Libertador, en el estado Aragua, para patrullar el espacio aéreo nacional. Paralelamente, el régimen de Nicolás Maduro desplegó operaciones de defensa en las Zonas de Defensa Integral (ZODI) Caracas y Miranda, según confirmó el ministro de Interior, Diosdado Cabello, quien aseguró que el país “está preparado para defender la patria”.
“Hoy es miércoles y el país funciona. Nos estamos desplegando y no se han paralizado las actividades, pero nos preparamos para defender la patria”, afirmó Cabello durante la madrugada.
Incidente con avión de migrantes deportados
Las maniobras estadounidenses ocurrieron mientras se esperaba el aterrizaje de una aeronave procedente de Texas con migrantes venezolanos deportados. Fuentes consultadas por medios locales aseguraron que el avión estuvo a solo metros de tocar suelo en Maiquetía, pero se elevó de nuevo de manera abrupta y cambió su destino hacia Puerto Rico.
“No fue decisión de Venezuela, fueron ellos. Asumimos que por los bombarderos. Casi tocó suelo y se elevó nuevamente”, indicó una fuente cercana a las autoridades aeronáuticas.
Este episodio incrementó las sospechas de Caracas sobre un posible intento de provocación militar o psicológica por parte de Washington, en momentos en que la Fuerza Armada venezolana mantiene el estado de alerta en sus bases costeras.
Ataques en el Caribe: más de 27 muertos reportados
Los sobrevuelos se suman a una serie de ataques estadounidenses contra embarcaciones en el mar Caribe, cerca de las costas venezolanas, que Washington justifica como parte de una operación antidrogas regional.
Desde el 2 de septiembre, Estados Unidos ha confirmado al menos cinco ataques letales contra lanchas presuntamente utilizadas por narcotraficantes venezolanos. En total, 27 personas han muerto, según cifras divulgadas por la administración Trump.
El presidente estadounidense afirmó recientemente que los ocupantes de las embarcaciones eran “narcoterroristas” vinculados a los carteles venezolanos, y sostuvo que su gobierno controla “muy bien el mar”, pero ahora evalúa “mirar hacia el terreno”.
“No quiero decir más, pero ahora estamos mirando hacia el terreno, porque controlamos muy bien el mar”, dijo Trump al ser preguntado por periodistas sobre posibles incursiones terrestres.
Sin embargo, expertos internacionales y organismos de derechos humanos han cuestionado la legalidad de los ataques, pues se han realizado en aguas extranjeras o internacionales, sin captura previa ni verificación de las víctimas.
El presidente Gustavo Petro, por su parte, advirtió que entre los fallecidos podría haber ciudadanos colombianos, y calificó los operativos como “ejecuciones extrajudiciales”.
Trump y las operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela
En paralelo, el diario The New York Times reveló este miércoles que la administración Trump autorizó a la CIA a realizar operaciones encubiertas en territorio venezolano y el Caribe, una decisión que, según el medio, intensifica la campaña de Washington contra Nicolás Maduro.
El permiso incluiría la posibilidad de realizar “operaciones letales” contra objetivos vinculados al régimen o al narcotráfico, aunque el propio Trump se negó a confirmar o desmentir la información.
“¿No sería ridículo que yo respondiera a eso?”, dijo el mandatario al ser interrogado sobre si había dado autorización a la CIA para “eliminar” a Maduro.
El Times señaló que la nueva autoridad permitiría a la Agencia “actuar unilateralmente o en conjunto con operaciones militares mayores”, pero aclaró que no está confirmado si tales acciones ya se han iniciado o si son medidas preventivas.
Respuesta del gobierno de Nicolás Maduro
Desde Caracas, el presidente Nicolás Maduro denunció que Estados Unidos planea ejecutar un ataque armado contra Venezuela “en el muy corto plazo”, y ordenó activar todas las zonas de defensa militar en Caracas y Miranda.
El mandatario calificó las operaciones estadounidenses como una “provocación imperial”, afirmando que el objetivo real es propiciar un cambio de régimen.
“El imperialismo norteamericano pretende usar el Caribe como base de agresión. No pasarán. Estamos listos para defender nuestra soberanía”, dijo Maduro durante un acto por el Día de la Resistencia Indígena.
Presencia militar de EE. UU. en el Caribe
El despliegue estadounidense en la región incluye ocho buques de guerra, más de 4.000 efectivos, infantería de marina y al menos 10 cazas F-35, bajo el mando del Comando Sur.
El buque USS Sampson (DDG-102) se encuentra actualmente en Panamá, mientras otras naves patrullan las costas de Venezuela y las Antillas.
El secretario de Estado, Marco Rubio, defendió las operaciones afirmando que se realizan contra “objetivos confirmados de narcotráfico”, aunque reconoció que existen “numerosos barcos inocentes” en la zona.
“El Departamento de Defensa no se toma esto a la ligera. Hay muchos barcos en la región y no se les dispara si no hay certeza”, aseguró Rubio.
Conclusión: una escalada sin precedentes
Los recientes bombardeos, sobrevuelos estratégicos y tensiones diplomáticas confirman un deterioro sin precedentes en las relaciones entre Washington y Caracas.
Mientras el gobierno de Maduro refuerza su aparato militar interno y denuncia un intento de invasión, la administración Trump mantiene la ofensiva bajo el argumento de la lucha contra el narcotráfico, ampliando sus operaciones del mar al aire y, posiblemente, a tierra.
Con los bombarderos B-52 sobre el Caribe, la autorización secreta de la CIA y el despliegue de tropas estadounidenses cerca de las costas venezolanas, la región vive una de las mayores crisis militares y diplomáticas en años recientes, con un escenario aún incierto y de alto riesgo para la estabilidad del continente.