El Servicio Postal de EE.UU. no recibirá paquetes de Shein y Temu que vengan de China  y Hong Kong: ¿Un nuevo capítulo en la guerra comercial?

El Servicio Postal de Estados Unidos ha dejado de aceptar paquetes internacionales provenientes de China y Hong Kong, una medida que marca un hito más en la creciente tensión comercial entre Washington y Pekín. Este cambio afecta directamente a plataformas de comercio electrónico como Shein y Temu, que han basado su modelo de negocio en la venta y envío de productos de bajo costo, mayoritariamente desde China, a través de la exención de impuestos para envíos inferiores a 800 dólares.

Aunque la administración Trump no ha vinculado de manera oficial esta medida con su reciente decisión de eliminar la exención «de minimis», los expertos aseguran que la coincidencia no es casual. La nueva norma, que también contempla un arancel general del 10% sobre productos chinos, podría alterar drásticamente los flujos comerciales entre ambos países y repercutir en los costos de productos que miles de consumidores estadounidenses adquirían a precios muy competitivos.

Las implicaciones de esta medida van más allá de las grandes plataformas de fast fashion. Mientras Shein, que en 2023 alcanzó una facturación de 36.500 millones de dólares en Estados Unidos, ve comprometida su capacidad de ofrecer productos a bajo costo, la decisión también impacta en gigantes como Amazon, cuyo mercado depende en gran medida de los vendedores chinos. Los aranceles adicionales y las nuevas restricciones en la importación de productos podrían ralentizar los tiempos de envío y aumentar los costos de las mercancías, afectando tanto a empresas como a consumidores.

Sin embargo, la medida no parece solo un golpe económico, sino también un intento de la administración Trump de frenar el tráfico de fentanilo, cuyo contrabando se ha aprovechado de la exención «de minimis». El control sobre los envíos internacionales, que ahora deberán pasar por inspecciones aduaneras más estrictas, responde a una creciente preocupación por el tráfico de opioides, especialmente de esta droga que ha causado una crisis sanitaria en Estados Unidos.

En paralelo, la respuesta de Pekín no se hizo esperar. China ha impuesto nuevos aranceles sobre productos estadounidenses, incluidas medidas sobre el carbón, gas natural y vehículos, además de añadir a dos empresas norteamericanas a su lista de «entidades no confiables». La espiral de sanciones y contramedidas amenaza con intensificar la guerra comercial que ya lleva años afectando la relación entre las dos economías más grandes del mundo.

Este nuevo capítulo en la guerra comercial deja una incógnita sobre el futuro de plataformas como Shein y Temu, que han creado un modelo de negocio basado en el envío rápido y barato de productos desde China. En un contexto de mayores restricciones y aranceles, las dinámicas del comercio electrónico global podrían cambiar radicalmente, y el precio de los productos para el consumidor estadounidense podría experimentar un aumento significativo.