
París. La Asamblea Nacional de Francia aprobó este lunes por amplia mayoría una moción de censura que destituyó al primer ministro François Bayrou, convirtiéndolo en el cuarto jefe de gobierno derrocado durante el segundo mandato de Emmanuel Macron y el segundo en menos de nueve meses. El resultado: 364 votos en contra y solo 194 a favor. La caída del gobierno de Bayrou profundiza el estancamiento institucional y acelera el colapso de una administración ya debilitada por la falta de mayorías parlamentarias estables.
Con esta decisión, Francia entra en una nueva fase de incertidumbre política que, según analistas y voces de la oposición, podría desembocar en una disolución de la Asamblea Nacional, la convocatoria de elecciones anticipadas.
Contexto: una crisis anunciada
La crisis actual es el resultado directo del adelanto electoral impulsado por Macron en 2024, tras el cual la Asamblea Nacional quedó fragmentada entre tres grandes bloques: la izquierda, el centroderecha y la ultraderecha de Marine Le Pen, ninguno con mayoría propia. Desde entonces, los primeros ministros designados por el Elíseo han tenido que sortear mociones de censura constantes y dificultades para aprobar leyes claves, especialmente en materia fiscal.
Bayrou, líder histórico del centrista MoDem, fue nombrado en enero de 2025 como una figura de consenso para intentar estabilizar el gobierno. No obstante, su principal propuesta —un ambicioso plan de recortes presupuestarios por 44.000 millones de euros hasta 2026 para reducir la deuda pública (114% del PIB)— generó un fuerte rechazo tanto en la izquierda como en sectores sociales y sindicales.
Su decisión voluntaria de someterse a una moción de confianza, pese a no estar obligado constitucionalmente, fue vista como un último intento por legitimarse. Falló.
Un gobierno en caída libre
La salida de Bayrou marca el quinto cambio de primer ministro desde que Macron inició su segundo mandato en 2022. Antes de él pasaron Jean Castex, Élisabeth Borne, Gabriel Attal y Édouard Philippe (quien brevemente volvió tras el colapso poselectoral de 2024).
La falta de gobernabilidad ha impedido avanzar en reformas estructurales, al tiempo que ha exacerbado las tensiones sociales por el costo de vida, el desempleo juvenil, la erosión de servicios públicos y la percepción generalizada de desconexión entre el poder político y la ciudadanía.
En las últimas semanas, Macron había insistido en que el Estado debía reducir su gasto para no comprometer su credibilidad ante los mercados internacionales. La agencia calificadora Fitch anunciará este viernes una posible degradación de la deuda soberana francesa si no se presenta un “plan creíble” de ajuste fiscal. El contexto económico y político no podría ser más tenso.
Implicaciones inmediatas y posibles escenarios
Tras la votación, el Palacio del Elíseo emitió un breve comunicado en el que Macron “toma nota del resultado” y anuncia que nombrará un nuevo primer ministro en los próximos días, descartando por ahora una disolución de la Asamblea Nacional. Esta opción, sin embargo, sigue sobre la mesa, presionada tanto por sectores de la izquierda radical como por la extrema derecha.
Entre los nombres que suenan para reemplazar a Bayrou figuran:
- Catherine Vautrin, actual ministra de Salud y Trabajo.
- Gérald Darmanin, ministro de Justicia.
- Sébastien Lecornu, titular de Defensa.
- Stéphane Séjourné, exministro de Exteriores y actual comisario europeo.
- Yaël Braun-Pivet, presidenta de la Asamblea Nacional.
- Olivier Faure, primer secretario del Partido Socialista, en caso de que Macron opte por formar una coalición con la izquierda.
El reto será encontrar una figura capaz de dialogar con la izquierda sin perder el respaldo de los sectores de centroderecha aún alineados con el oficialismo. Sin una mayoría parlamentaria clara, el riesgo de una nueva censura es alto, independientemente del nombre elegido.
Macron, en el centro del huracán
Las críticas al presidente se han intensificado. Desde Marine Le Pen hasta Jean-Luc Mélenchon, líderes de los extremos político-ideológicos, han pedido su dimisión o una convocatoria inmediata de elecciones legislativas. El eslogan “Macron, dimisión” volvió a resonar en las calles y redes sociales, alimentado por sectores como los Chalecos Amarillos, sindicatos y opositores.
En paralelo, el propio ex presidente Nicolas Sarkozy se manifestó a favor de disolver la Asamblea, aunque defendió la legitimidad del mandato de Macron: “La República tiene reglas”.
Sin embargo, el respaldo ciudadano se erosiona. Según un reciente sondeo de Odoxa-Backbone, el 64% de los franceses apoya la renuncia del presidente o la convocatoria de elecciones anticipadas.
La oposición, entre la oportunidad y la amenaza
Marine Le Pen, líder de la extrema derecha, celebró la caída del gobierno, pero enfrenta su propio dilema judicial: su apelación contra la condena por malversación de fondos europeos será resuelta el 12 de febrero de 2026, y mientras tanto se encuentra inhabilitada para cargos públicos.
Desde la izquierda, Francia Insumisa, liderada por Jean-Luc Mélenchon, exige un cambio de régimen. Su partido se unió a la moción de censura junto con socialistas, verdes y comunistas. “Bayrou cayó. Macron debe irse”, escribió Mélenchon en X (antes Twitter).
Ambos extremos ya advirtieron que bloquearán cualquier gobierno que no acepte sus condiciones ideológicas. La gobernabilidad parece más lejana que nunca.
La destitución de François Bayrou refleja algo más que el fracaso de un gobierno: evidencia una crisis de régimen, una desconexión profunda entre las instituciones y la ciudadanía y la urgencia de una reforma política que garantice gobernabilidad en un sistema multipartidista sin mayorías absolutas.
Macron, quien llegó al poder con la promesa de modernizar Francia y superar la división izquierda-derecha, enfrenta hoy el costo de su propia estrategia política. En los próximos días deberá tomar decisiones clave: elegir un nuevo jefe de gobierno o someterse al juicio de las urnas.
Mientras tanto, Francia espera respuestas. Y el reloj corre.
¿Qué sigue?
- ➤ Macron nombrará un nuevo primer ministro esta semana.
- ➤ El 18 de septiembre hay convocada una huelga nacional.
- ➤ El 13 de enero de 2026 comienza el juicio de apelación de Marine Le Pen.
- ➤ Fitch anunciará el 13 de septiembre su calificación sobre la deuda francesa.
- ➤ La presión por elecciones anticipadas crece cada hora.