El escondite de alias ‘El Costeño’: la estrategia del hombre que planeó el atentado contra Miguel Uribe

Alias ‘El Costeño’: así cayó el presunto autor del atentado contra Miguel Uribe

Elder José Arteaga Hernández, cabecilla de una red sicarial y señalado de liderar el ataque al senador Miguel Uribe, fue capturado en Engativá. ¿Cómo logró esconderse? ¿Quién lo delató? ¿Y qué viene ahora en la investigación?

Por: Redacción Judicial – 
Fecha: 8 de julio de 2025


Bogotá. La fachada de un supuesto empresario barrial con vínculos en el mundo del entretenimiento ocultaba a uno de los hombres más buscados del país. Elder José Arteaga Hernández, alias ‘El Costeño’ o ‘Chipy’, fue capturado este sábado 5 de julio en una vivienda del barrio El Muelle, localidad de Engativá, tras 28 días de una intensa operación de inteligencia. La Fiscalía lo señala como el cerebro logístico y operativo del atentado contra el senador y excandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido el pasado 7 de junio en el parque El Golfito, en el barrio Modelia.

Arteaga no solo organizó el ataque, según los investigadores, sino que también reclutó a los ejecutores, compró el arma y coordinó los movimientos antes y después del intento de homicidio. A pesar de tener una circular roja de Interpol, tres órdenes de captura activas y su rostro en carteles de “Se busca”, nunca salió de Bogotá. Una combinación de astucia criminal, control territorial y –según las autoridades– una traición interna, terminó revelando su ubicación.


Un plan criminal bien estructurado

Según la imputación de la Fiscalía, alias ‘El Costeño’ enfrentará cargos por:

  • Tentativa de homicidio agravado
  • Concierto para delinquir agravado
  • Uso de menores en la comisión de delitos
  • Porte ilegal de armas agravado
  • Ocultamiento y destrucción de pruebas

El operativo que condujo a su captura fue el resultado de semanas de vigilancia encubierta, interceptaciones telefónicas, rastreo de movimientos financieros, análisis de cámaras de seguridad y testimonios clave. Uno de los elementos decisivos fue una transferencia por Nequi relacionada con un pedido de pizza, realizada desde una cuenta ligada a su entorno cercano. Esa transacción encendió las alarmas.

Luego vinieron los seguimientos a las personas del lugar. Se trató de una estrategia de cerco humano y técnico, que terminó con un allanamiento en una vivienda ubicada en el barrio el Muelle de Engativá, donde Arteaga se escondía usando horarios irregulares de luz y cambiando constantemente de rutina.


Tres escondites, una vida doble

Después del atentado, ‘El Costeño’ inició una huida dentro de la capital. Primero se refugió en Ciudad Bolívar, luego en la localidad de Santa Fe, y finalmente se estableció en Engativá. Durante esos días, las autoridades establecieron que sostuvo al menos dos reuniones con sus cómplices para evaluar el resultado del ataque y planear su salida del país.

Pero su camuflaje no solo era geográfico. Mientras lideraba la operación criminal, alias ‘Chipy’ mantenía una fachada como promotor de eventos musicales y padrino de un DJ de música electrónica. Incluso tenía proyectos artísticos en marcha, como un colectivo llamado “El Padrino”, con el cual pretendía lanzar eventos en el occidente de Bogotá. En paralelo, intentó acercarse nuevamente a su familia con una narrativa de redención religiosa, prometiendo ingresar a una iglesia cristiana.

En el barrio El Muelle era visto como un “cacique”: abría barberías, organizaba fiestas y controlaba silenciosamente a quienes lo rodeaban. Pero esa red también fue su talón de Aquiles.


La delación y la recompensa

Fuentes del caso confirmaron que una delación interna, aparentemente motivada por la recompensa de 300 millones de pesos, fue clave para sellar su captura. Al menos dos personas del círculo de Arteaga entregaron detalles precisos a las autoridades.


Presuntos vínculos con disidencias y oficina sicarial

La Fiscalía y la Policía no descartan que el atentado contra el senador Uribe haya sido ordenado desde el sur del país, particularmente desde el Caquetá, zona de influencia de las disidencias de la Segunda Marquetalia, comandadas por alias Iván Márquez. La hipótesis que gana fuerza indica que alias ‘El Costeño’ estaba conectado con una oficina sicarial en Bogotá contratada para ejecutar el crimen político.

La investigación ya ha conducido a la captura de cinco personas:

  • Elder José Arteaga Hernández (alias ‘El Costeño’)
  • Katerine Andrea Martínez (‘Gabriela’, modelo webcam)
  • Carlos Eduardo Mora González (‘El Veneco’)
  • Un menor de edad, autor material del disparo

Las autoridades ya tienen en la mira al menos cuatro personas más, incluidas aquellas que podrían ser los autores intelectuales. Dos de los capturados ya han comenzado a colaborar con la justicia, lo que podría abrir la puerta a un proceso de principio de oportunidad o beneficios judiciales a cambio de información que permita escalar hasta los niveles superiores de la estructura criminal.


¿Por qué no huyó? El exceso de confianza y la traición

Una pregunta que inquieta a los investigadores es por qué Elder Arteaga nunca salió de Bogotá, a pesar de saber que era perseguido. La respuesta es múltiple: por un lado, tenía una red de protección local, conocía el territorio, sabía esconderse y mantenía el control de su entorno. Por otro, subestimó la capacidad de reacción de las autoridades, y quizás más importante, fue traicionado por alguien cercano.

La Fiscalía ha insistido en que el caso apenas comienza. La posibilidad de que alias ‘El Costeño’ colabore con las autoridades está abierta, y ya se evalúa su ingreso a un programa de protección de testigos, dado que su testimonio puede ser la clave para develar el verdadero autor intelectual del atentado.


Lo que viene: audiencias y más capturas

La audiencia de imputación de cargos se celebró el 6 de julio, en la que se le impusieron las medidas de aseguramiento en centro carcelario.

El cerco se estrecha

La caída de alias ‘El Costeño’ no solo es un golpe a una estructura criminal, sino un punto de inflexión en la investigación por uno de los atentados políticos más graves de los últimos años. Las autoridades ya tienen pruebas clave, testimonios directos y una ruta clara hacia los autores intelectuales. Pero el reloj corre: se trata de desactivar una red que, aunque desarticulada parcialmente, sigue activa y operativa.

Y ahora, toda Colombia espera una respuesta final: ¿quién dio la orden?


Síguenos en WhatsApp para recibir actualizaciones sobre este caso y otras investigaciones judiciales.

Todos los derechos reservados © 2025