Donald Trump y Luiz Inácio Lula da Silva acuerdan iniciar negociaciones inmediatas en Malasia

En el marco de la cumbre de la ASEAN, los presidentes de EE.UU. y Brasil coincidieron en restablecer la cooperación bilateral, en especial sobre aranceles y sanciones.

Este domingo 26 de octubre de 2025, en Kuala Lumpur (Malasia), el presidente Donald Trump y su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se reunieron al margen de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), en lo que ha sido calificado como un paso significativo para desactivar una de las peores crisis comerciales entre Washington y Brasil. La agenda principal giró en torno al polémico alza de aranceles estadounidenses al comercio brasileño y a la imposición de sanciones a autoridades brasileñas.

  • El encuentro, de alrededor de 50 minutos, se celebró en un contexto de fuerte tensión bilateral tras la decisión de Estados Unidos de aumentar los aranceles a las exportaciones brasileñas del 10 % al 50 % en agosto de 2025, alegando entre otros motivos que Brasil procesaba políticamente a su aliado el ex-presidente Jair Bolsonaro.
  • En su discurso conjunto, Trump declaró: ““Es un gran honor estar con el presidente de Brasil… Creo que podremos lograr muy buenos acuerdos para ambos países… Siempre hemos tenido una buena relación y creo que continuará así.”” .
  • Por su parte, Lula señaló: ““No hay razón para que haya desacuerdos entre Brasil y Estados Unidos””. Esta afirmación subraya su voluntad de poner fin a divisiones que calificó de innecesarias.
  • “Tuve una excelente reunión con el presidente Trump este domingo por la tarde en Malasia. Abordamos la agenda comercial y económica bilateral con franqueza y de forma constructiva. Acordamos que nuestros equipos se reunirán de inmediato para buscar soluciones a los aranceles y las sanciones contra las autoridades brasileñas” agregó Lula
  • Durante la reunión ambos mandatarios acordaron que sus equipos negociadores se reunirán de inmediato para avanzar en la búsqueda de “soluciones a los aranceles y sanciones contra autoridades brasileñas”. Según Brasil, ese proceso podría concluir “en unas semanas”.
  • En paralelo, el contexto de la reunión no se limitó al vínculo bilateral: la cumbre de la ASEAN sirvió para que Trump impulsara también acuerdos con otras naciones del sudeste asiático, mediante los cuales EE.UU. busca reafirmar su presencia en la región frente al influjo de China.

Las relaciones entre Brasil y Estados Unidos se habían deteriorado significativamente en los últimos meses. La subida arancelaria de EE.UU. provocó una reacción de alarma en Brasil, que argumentó que contaba con un superávit comercial para EE.UU. de aproximadamente 410 000 millones de dólares en los últimos 15 años. Además, hubo sanciones estadounidenses a jueces brasileños y a otras autoridades vinculadas al caso Bolsonaro, lo que elevó la presión diplomática.

El escenario de la reunión puede ser interpretado como un intento de restablecer la normalidad bilateral y reactivar el comercio, la inversión y la cooperación regional.

Reacciones y posibles consecuencias:
La industria brasileña recibió con optimismo el anuncio de la reunión. Por ejemplo, la gremial del sector ganadero (ABIEC) señaló que veía la reunión como “un paso positivo” para preservar la competitividad del producto brasileño en el mercado estadounidense.

Por el lado estadounidense, el encuentro refuerza la estrategia de Trump de proyectarse como “hacedor de acuerdos” a nivel global, al tiempo que aborda simultáneamente los conflictos comerciales con China y otros socios.

La reunión entre Trump y Lula representa un punto de inflexión en la relación bilateral entre Brasil y Estados Unidos. Si bien quedan muchos detalles por definir, el hecho de que hayan acordado poner en marcha negociaciones inmediatas para abordar aranceles y sanciones muestra una disposición renovada al diálogo. En los próximos días se espera que los equipos especializados de cada país se reúnan, marquen el calendario de trabajo y negocien los sectores implicados —exportaciones, agroindustria, minerales, inversiones—. De cara a 2026, este acercamiento podría redefinir la alianza hemisférica y  regional.