Audiencia. Fin del juicio a Luis Rubiales, expresidente Federación Española de Fútbol espera la sentencia por beso a jugadora

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El caso que mantuvo a España y al mundo en vilo desde la final del Mundial Femenino de 2023 ha llegado a una nueva etapa.

Fin del juicio por el beso de Rubiales a Hermoso: el juez determinará si hubo «sometimiento» o «consentimiento»

El juicio contra Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), quien se enfrenta a acusaciones de agresión sexual y coacciones por besar a la jugadora Jenni Hermoso sin su consentimiento tras la victoria de la selección femenina en Australia.

El beso, que ocurrió el 20 de agosto de 2023 en el Estadio de Nueva Gales del Sur, fue sorpresivo y sin aprobación alguna de Hermoso. Según la fiscalía, Rubiales actuó de manera impulsiva, sin previo aviso, y la internacional española nunca dio su consentimiento ni mostró aceptación del gesto. Hermoso ha declarado en su testimonio que ese momento la hizo sentirse «violentada» y «poco respetada». La jugadora afirmó que, de haber escuchado una solicitud de Rubiales para besarla, hubiera rechazado rotundamente el acto.

Luis Rubiales enfrenta una solicitud de condena de dos años y medio de prisión, además de una posible multa millonaria, si se confirma la culpabilidad en los cargos de agresión sexual y coacciones.

En la declaración la jugadora reveló que el incidente no solo dejó secuelas emocionales para Hermoso, sino que también trastocó su disfrute de la histórica victoria del equipo. «Sabía que me estaba besando mi jefe, y eso no debe ocurrir en ningún ámbito laboral o social«, expresó durante su declaración ante la Audiencia Nacional.

«Me sentí violentada, mancharon uno de los días más felices de mi vida con ese beso«: Jenni Hermoso

Además, Hermoso reveló durante su testimonio las presiones sufridas después del beso, tanto por parte de Rubiales como de otros miembros de la Federación, quienes, según la futbolista, intentaron convencerla de que justificara públicamente lo sucedido. Incluso el entonces entrenador de la selección femenina, Jorge Vilda, presionó a Hermoso y a su familia con sugerencias de “compensaciones” para que la situación no trascendiera.

Caso Rubiales: El juicio llega a su fin, pero la sentencia aún está por llegar

» Aunque parezca mentira, hemos terminado«, bromeó entre risas el juez José Manuel Clemente Fernández-Prieto González, tras casi diez días de vista oral en el caso que involucra al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales. Este viernes, el magistrado dio por concluida la última sesión del juicio, abriendo paso a un periodo de deliberación en el que no se fijará una fecha exacta para la sentencia. Sin embargo, se espera que la sentencia se dé en las próximas dos semanas, un periodo crucial para el futuro de este mediático proceso judicial.

El caso tiene sobre la mesa dos hechos principales: el beso que Luis Rubiales le dio a Jenni Hermoso, jugadora de la Selección Española, en la final del Mundial, y las presiones que, según se ha expuesto, sufrió la futbolista y su familia tras este episodio. Rubiales está acusado de agresión sexual por el beso y de presuntas coacciones posteriores a Hermoso, quien asegura haber sido víctima de un trato inapropiado tras el incidente. La acusación solicita una pena de dos años y medio de cárcel para el exmandatario de la RFEF.

Durante las intervenciones finales, la fiscal del caso se mostró especialmente crítica con el trato a la víctima. «Me he visto obligada a revictimizar a la que ya ha sido víctima», expresó con firmeza, cuestionando la postura de quienes han minimizado el impacto de lo ocurrido. «¿Qué le podemos exigir a la víctima? ¿Que se quede callada? ¿Es menos víctima por no mostrar un comportamiento determinado?», preguntó, interpelando al tribunal en defensa de la integridad de Hermoso.

Por su parte, Olga Tubau, abogada defensora de Luis Rubiales, adoptó un tono más contundente en su intervención, buscando deslegitimar las acusaciones y desmontar el testimonio de la jugadora. Tubau argumentó que no se trataba de una agresión sexual, sino de un acto de “afecto” que no atenta contra la libertad sexual de Hermoso. La defensa insistió en que la clave del juicio radica en determinar si el beso fue un acto que infringió los derechos de la jugadora, pidiendo la absolución del acusado.

Hermoso juega actualmente en México en el CF Pachuca.

Vea la Parte 2 Aquí:

El juicio de Rubiales: posibles condenas y la presión mediática

El juicio, que arrancó con las declaraciones de Hermoso y otros implicados, mantiene en vilo a la opinión pública española, que ha seguido de cerca cada detalle del proceso judicial.

La defensa de Rubiales ha sido firme, con su abogada, Olga Tubau, argumentando que no hubo intención de agraviar a la jugadora.

En un juicio que ha acaparado la atención mediática mundial, se ha analizado uno de los casos más polémicos en la historia reciente del fútbol español. En un juicio que se extendió durante nueve jornadas en la Audiencia Nacional, se discutió la naturaleza del beso no consentido que Luis Rubiales, entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), le dio a Jenni Hermoso durante la ceremonia de premiación de la Copa del Mundo de Fútbol Femenino en 2023. La jugadora, testigo principal, ratificó que en ningún momento consintió ese beso y que, incluso si Rubiales le hubiera pedido permiso para «darle un besito», su respuesta nunca habría sido afirmativa.

La defensa de Rubiales argumentó que el beso fue consentido, afirmando que Hermoso respondió de manera favorable a la pregunta de si podía darle el beso, algo que su abogado interpretó como una aceptación. Sin embargo, la fiscalía fue tajante en su posición, calificando el beso como una agresión sexual, pues se consideró que no existió consentimiento claro y que, por lo tanto, el acto debía ser considerado como una violación de la integridad de la jugadora.

En el marco de este juicio, tres exdirectivos de la RFEF también enfrentaron cargos de coacciones. El exentrenador de la Selección Femenina, Jorge Vilda, el exdirector de la Selección Masculina, Albert Luque, y Rubén Rivera, exjefe de marketing, están acusados de haber presionado a Hermoso y a su entorno para que afirmaran que el beso había sido consentido, con el fin de minimizar la repercusión mediática del incidente. La fiscalía solicitó un año y medio de prisión para cada uno de los acusados, al considerar que su acción fue un intento de manipulación para alterar la percepción pública del evento.

El juicio, seguido en directo por millones de personas, provocó una ola de indignación mundial, y las reacciones fueron inmediatas. Rubiales, ante la presión de la sociedad y la suspensión por parte de la FIFA, finalmente presentó su dimisión como presidente de la RFEF. Esta renuncia llega después de que la FIFA lo suspendiera de sus cargos y lo acusara formalmente de agresión sexual y coacciones, delitos que podrían llevarlo a enfrentar una pena de hasta dos años y medio de prisión.

El juicio contó con la intervención de otros testigos y expertos en temas de agresión sexual.