14 de octubre de 2025

A un mes del atentado contra Miguel Uribe: la caída de alias “El Costeño” y la cacería de los autores intelectuales

Redacción Focus Noticias | Investigación EspecialHa pasado un mes desde que un menor de 15 años disparó contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay en un parque de Modelia, al occidente de Bogotá. El país fue testigo de un atentado sin precedentes en la política reciente. Desde entonces, una red de sicarios, coordinadores y cómplices ha empezado a desmoronarse ante el cerco de la Fiscalía y la Policía Nacional.Cinco personas han sido capturadas, entre ellas Elder José Arteaga Hernández, alias El Costeño, señalado como el principal articulador del atentado. Su captura, ocurrida el pasado 5 de julio en el barrio El Muelle, puso fin a 28 días de persecución sigilosa, seguimiento con drones, interceptaciones, delaciones y errores cometidos por el propio criminal.Los investigadores no solo lo acusan de haber planeado el ataque, comprado el arma y coordinado la huida, sino también de haber intentado eliminar a sus propios cómplices para silenciar cualquier vínculo. Las pruebas son contundentes: grabaciones, chats, movimientos bancarios y testimonios directos.La Fiscalía advierte que aún faltan al menos cuatro capturas y que se está cada vez más cerca de identificar a los autores intelectuales.


“Me tienen detenido en Salitre. Búsquenme abogado”. Así avisó Elder José Arteaga Hernández, alias “El Costeño” o “Chipy”, su captura a una mujer de su círculo cercano. La llamada se produjo minutos después de que agentes del Grupo Goes de la Policía lo sacaran esposado de una vivienda en el barrio El Muelle, en la localidad de Engativá, a tan solo 14 cuadras de donde vive su familia.

Su nombre era el más buscado del país desde el pasado 7 de junio, cuando un menor de edad atentó contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay en el parque El Golfito, occidente de Bogotá.

Una pregunta inquietante aún ronda entre investigadores: ¿Por qué, si su rostro estaba en carteles de «Se busca» y tenía circular roja de Interpol, alias “El Costeño” no huyó de la capital? La respuesta apunta a una mezcla de exceso de confianza, errores tácticos y, según allegados, una traición.

La pista clave fue un pedido de domicilio de una Pizza pagado desde una aplicación con una cuenta de Nequi registrada a un contacto del entorno de Arteaga. Esa transacción, junto a videos del día del atentado y el seguimiento a una joven menor de edad —aparentemente hija del capturado— permitió cerrar el cerco. El toque final vino, según fuentes, de una “fuerte humana” que habría entregado su ubicación a cambio de parte de la recompensa de $300 millones ofrecida por su cabeza.

El operativo

La madrugada del 5 de julio, ocho agentes del Goes irrumpieron en la casa. En la primera planta hallaron un Renault Logan, tres motocicletas y a una adolescente que preguntó, entre llanto y miedo: «¿Qué pasa? Yo aquí vivo con mi hermano». Cuando subieron al segundo piso, encontraron a Arteaga escondido entre cobijas. Solo atinó a decir: «¿Qué pasó?». El oficial al mando le respondió: «Usted ya sabe».

Alias “El Costeño”, de 40 años, oriundo de San Pedro de Urabá (Antioquia), suma más de dos décadas en actividades ilícitas. Tiene antecedentes por homicidio, porte de armas, narcotráfico y hurto. Fue integrante del grupo delincuencial común organizado ‘La Zaga’, con fuerte injerencia en Engativá. Incluso, intentó eliminar a sus propios cómplices para evitar ser delatado.

Desde el 10 de junio, apenas tres días después del atentado, alias “El Costeño” se convirtió en objetivo prioritario para el equipo de inteligencia de la Dijín y el CTI. Durante semanas, investigadores instalaron cámaras ocultas en varias cuadras de El Muelle, usaron drones con visión térmica y cruzaron señales telefónicas. Lo sorprendente fue que, a pesar de tener orden de captura internacional, Arteaga se desplazaba en bicicleta y en moto, acompañado por un hombre conocido solo como «Joan».

La pista definitiva vino por algo aparentemente trivial: un pedido de pizza realizado con una cuenta de Nequi vinculada a un allegado suyo. Los pagos digitales —aunque hechos a través de intermediarios— permitieron afinar la búsqueda. Al confirmar que la entrega se hizo en la carrera 105C con calle 64, los investigadores activaron la orden de allanamiento.

 

‘El Costeño’ cambió tres veces de residencia y las reuniones con sus cómplices

Luego del atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay el pasado 7 de junio en el barrio Modelia de Bogotá, Elder Jhoan Navarro, alias ‘El Costeño’ o ‘Chipy’, emprendió una rápida y estratégica huida. De acuerdo con las autoridades, el jefe de la estructura criminal responsable del ataque se movió por al menos tres localidades distintas de Bogotá, manteniendo reuniones con otros implicados para evaluar el resultado del atentado, luego de enterarse de que la víctima había sobrevivido.

Los investigadores establecieron que inicialmente se refugió en la localidad de Ciudad Bolívar, luego se trasladó al centro de Bogotá  en la localidad de Santa Fe, y finalmente fue ubicado en una vivienda de la carrera 105C con calle 64, en el barrio El Muelle, localidad de Engativá, donde fue capturado el pasado 5 de julio. Allí se preparaba para abandonar el país, lo que llevó a que se emitiera una circular roja de Interpol en su contra.

Durante este periodo, ‘El Costeño’ habría sostenido al menos dos reuniones con otros miembros de la estructura criminal para analizar las fallas en el atentado, una de ellas en el centro de Bogotá.

Dos de los procesados han comenzado a cooperar con las autoridades: el menor de edad que ejecutó el ataque y Katerine Andrea Martínez, alias Gabriela, modelo webcam que transportó el arma homicida, una pistola Glock 9 mm.

En las próximas horas se espera el nombramiento de un nuevo abogado defensor, que reemplazaría a la abogada de oficio que lo acompañó en las audiencias preliminares.


¿Quién lo traicionó?

Allegados dicen que fue una traición y  lo entregaron a las autoridades para cobrar la millonaria recompensa.

Durante los últimos días solo tenía contacto con un hombre llamado Joan.

Joan no ha sido capturado, pero es pieza clave. Joan sería un viejo amigo de cárcel de Arteaga. Según la investigación, Joan no solo lo acompañaba en su día a día, sino que habría prestado su teléfono y habría sido la única persona con quien “El Costeño” mantenía contacto luego del atentado.

Además, videos de cámaras de seguridad lo muestran saliendo de la vivienda minutos antes del allanamiento, lo que refuerza la teoría de una entrega negociada.

¿Y la recompensa?

La Policía evalúa el pago de parte de los $300 millones ofrecidos. “Estamos valorando la colaboración de una fuente”, dijo el general Triana.

La fachada: Las barberías de “Chipy”

Arteaga regresó a Bogotá en diciembre de 2024 tras una temporada en la Costa. Retomó sus negocios de fachada: cuatro barberías en El Muelle. Allí lo conocían como “Chipy”. Clientes de todo tipo llegaban, algunos viejos conocidos de la cárcel La Modelo. En una de esas barberías empezó a planear el atentado.

Para muchos en El Muelle, Elder José Arteaga era simplemente “Chipy”, el dueño de varias barberías del sector. Mantenía un perfil relativamente bajo y solía organizar torneos de dominó los fines de semana. Pero detrás de esa fachada, según las autoridades, dirigía una estructura criminal que se financiaba con cobros extorsivos, sicariato selectivo y tráfico de armas.

Uno de los capturados, alias “El Veneco”, declaró que Chipy le ofreció 10 millones de pesos solo por transportar al sicario. Además, otros testigos afirman que se reunía frecuentemente en una bodega en Bosa con miembros de su organización.

El ataque

La Fiscalía tiene evidencia sólida: Arteaga compró el arma, reunió a sus cómplices el 6 de junio y entregó la pistola Glock 9 mm al menor sicario. Coordinó rutas de escape, vigiló el parque El Golfito y monitoreó todos los movimientos. Tras el ataque, escapó junto a alias “Gabriela” en un vehículo conducido por alias “El Hermano”.

Alias “El Hermano”: clave en la logística

William Fernando González Cruz, alias “El Hermano”, fue capturado el 19 de junio. Viejo socio criminal de “El Costeño” y su excompañero de celda en la cárcel Modelo de Bogotá donde estuvo El Costeño por el delito de fabricación o porte de armas, fue quien esperó en el carro de escape. Además, presuntamente vendió su celular tras el hecho para desviar la investigación.

Alias “Gabriela”: la transportadora del arma

Katerine Andrea Hernández Martínez, de 19 años, fue detenida en Florencia, Caquetá, el 14 de junio. Llevó el arma hasta el parque y huyó con los coordinadores. Planeaba esconderse con una guerrilla para aprender uso de drones.

Alias “El Veneco”: movilidad y logística

Carlos Eduardo Mora González, alias “El Veneco”, fue capturado el 11 de junio. Participó en reuniones previas y en el transporte de los ejecutores. Ya había sido detenido por porte ilegal de armas en Caquetá.

El menor sicario

Un joven de 15 años disparó directamente contra Uribe Turbay. Fue capturado el mismo día del atentado y permanece en custodia en el Búnker de la Fiscalía con medida de internamiento. Es clave en la evidencia material.

Cargos a alias “El Costeño”

Durante la audiencia del 6 de julio, la Fiscalía imputó a alias “El Costeño” los siguientes delitos:

  • Tentativa de homicidio agravado
  • Concierto para delinquir agravado
  • Porte ilegal de armas agravado
  • Uso de menores en actividades delictivas
  • Ocultamiento de evidencia

¿Hablará “El Costeño”?

Por ahora guarda silencio y no aceptó los cargos imputados. Su defensa evalúa si colaborará con la justicia o asumirá su rol sin delatar a otros.

La Fiscalía General les habría ofrecido protección especial del Estado a él, a sus hijos y a otros miembros de su familia.

Piden imputar terrorismo

El abogado de Miguel Uribe, Víctor Mosquera, anunció que pedirá imputación por terrorismo: “El objetivo fue intimidar políticamente a un líder de oposición. Lo que pasó fue un ataque a la democracia”.

Mosquera, afirmó que durante la audiencia de medida de aseguramiento de alias El Costeño un juez de la República determinó que en el atentado contra el senador y precandidato presidencial hubo responsabilidad del Estado y de la UNP. «Hubo omisión por parte de la UNP, al candidato Miguel Uribe no le dieron la protección adecuada»

“La UNP fue negligente”, dijo Mosquera. “Hubo omisiones graves que pudieron costar la vida a un líder político”, agregó.

El organigrama de la banda

La estructura criminal tiene tres niveles:

1. Coordinadores:

  • Alias El Costeño (capturado)
  • Alias El Hermano (capturado)

2. Ejecutores logísticos:

  • Alias El Veneco (capturado)
  • Alias Gabriela (capturada)

3. Autor material:

  • Menor de 15 años (capturado)

Faltan al menos cuatro personas, entre ellas quienes pagaron y ordenaron el ataque.

La pregunta más inquietante aún no tiene respuesta: ¿Quién dio la orden de matar a Miguel Uribe?.Alias ‘El Costeño’ es solo un articulador. las autoridades indagan por quienes lo contrataron.

¿Cuánto costó el crimen?

Según la Fiscalía, el atentado fue negociado por cerca de mil millones de pesos. Parte del dinero fue distribuido entre los ejecutores.

El director de la Policía, general Carlos Triana, aseguró que la operación contó con apoyo de Interpol, agencias de inteligencia de EE. UU., Reino Unido y Emiratos Árabes Unidos. “No hay lugar donde puedan esconderse. Vamos por los autores intelectuales”, afirmó.

Los próximos pasos

La Fiscalía ya tiene perfiles de los otros implicados. Entre ellos habría un financiador con nexos en el Caribe colombiano y otro posible contacto en el exterior. La línea investigativa apunta ahora al dinero, los contactos y las motivaciones políticas.

A un mes del atentado, la justicia ha avanzado. Pero el caso no está cerrado. Los tentáculos del crimen se extienden más allá de Engativá, y ahora la cacería apunta a quienes ordenaron la ejecución.