La jueza de control de garantías fue hallada sin vida en su apartamento de Cúcuta junto a su bebé de dos meses. Autoridades descartan signos de violencia y avanzan en estudios forenses para esclarecer las circunstancias del fallecimiento.
Cúcuta, Norte de Santander. La muerte de la jueza Heidy Vivian Polanía Franco, funcionaria judicial de control de garantías en Cúcuta, continúa rodeada de interrogantes mientras avanzan las investigaciones de la Fiscalía General de la Nación y de Medicina Legal. La jueza fue hallada sin vida el pasado miércoles 17 de diciembre en su apartamento, en un conjunto residencial de la capital nortesantandereana, en circunstancias que aún no han sido esclarecidas de manera definitiva.
De acuerdo con la información oficial, el cuerpo de la funcionaria judicial no presentaba signos visibles de violencia, un elemento que llevó a las autoridades a manejar, de forma preliminar, dos hipótesis principales: un eventual suicidio, que por ahora aparece como la línea más fuerte, y un posible homicidio, aunque esta última con baja probabilidad según los primeros análisis en la escena.
La edad exacta de la jueza no ha sido confirmada oficialmente por las autoridades al cierre de esta edición.
El hallazgo y la actuación de las autoridades
Según el reporte de la Policía Metropolitana de Cúcuta, tras conocerse la falta de contacto con la jueza durante varias horas, su esquema de seguridad decidió alertar a un familiar y dar aviso a las autoridades. Con apoyo de un cerrajero, se ingresó al apartamento, donde fue hallado el cuerpo sin vida de la jueza en una de las habitaciones, junto a su bebé de apenas dos meses de nacido.
“Ingresamos con la ayuda de un cerrajero, estaba presente la mamá de la juez y ahí fue cuando la encontramos muerta en su habitación junto al bebé”, informó el comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Libardo Fabio Ojeda Eraso.
El menor fue trasladado de inmediato a un centro asistencial de la ciudad, donde recibió atención médica. Según el reporte oficial, el bebé se encuentra fuera de peligro.
En el lugar de los hechos se activaron los protocolos judiciales y forenses. Un equipo de criminalística, en coordinación con la Fiscalía, realizó la inspección técnica al cadáver y la recolección de elementos materiales probatorios que permitan esclarecer lo ocurrido.
La última comunicación, la activación de protocolos y los elementos hallados en la vivienda
De acuerdo con la información recopilada por las autoridades, la última comunicación registrada entre la jueza Vivian Polanía y su hombre de protección ocurrió alrededor de las 8:00 de la noche del día anterior al hallazgo. En esa conversación, la funcionaria judicial le solicitó a su escolta que le llevara comida. Tras cumplir la instrucción, el integrante del esquema de seguridad se retiró a descansar, sin que se registraran novedades posteriores durante la noche.
La alerta se activó al día siguiente hacia las 5:30 de la tarde, luego de que el vigilante del edificio donde residía la jueza informara que no había logrado contacto con ella. Ante ese aviso, el esquema de protección dio traslado inmediato a la situación y se coordinó el ingreso al apartamento con apoyo de la Policía Nacional, la madre de la jueza, un cerrajero y el propio hombre de protección.
Al ingresar a la vivienda, las autoridades encontraron a la jueza sin signos vitales, recostada en su cama y arropada. A su lado se encontraba su bebé de aproximadamente entre un mes y medio y dos meses de nacido. De inmediato, el menor fue trasladado a un centro asistencial de Cúcuta. Según el reporte oficial, el niño presentaba signos de deshidratación severa, por lo que fue remitido a una clínica de mayor complejidad, donde ingresó a UCI pediátrica. El comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Libardo Fabio Ojeda, informó que el menor se recupera de manera satisfactoria y se encuentra estable.
Inspección judicial y líneas de investigación
Tras el hallazgo, la Policía Judicial, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, conformó un grupo interinstitucional para adelantar el levantamiento del cuerpo, la inspección técnica del lugar y la recolección de elementos materiales probatorios. El coronel Ojeda indicó que no se evidenciaron signos de violencia en el cuerpo de la jueza ni rastros de forcejeo o desorden en la habitación donde fue encontrada.
El cuerpo fue trasladado a Medicina Legal, entidad que adelanta los exámenes forenses correspondientes para establecer la causa y el momento aproximado de la muerte. De manera preliminar, investigadores estiman que el deceso habría ocurrido durante la madrugada, con base en la rigidez cadavérica y la lividez observadas, apreciaciones que deberán ser confirmadas por los dictámenes técnicos.
En cuanto a los elementos hallados en la residencia, fuentes cercanas a la investigación señalaron que durante la inspección se habrían encontrado bolsas o papeletas con posibles sustancias o drogas, información que no ha sido confirmada oficialmente debido a la reserva del proceso. El coronel Ojeda precisó que no puede validar ni descartar ese dato mientras avanzan las diligencias y se analizan los resultados de toxicología.
Las autoridades reiteraron que, en esta etapa, no se descarta ninguna hipótesis, incluidas causas médicas, un posible evento por consumo de sustancias o un suicidio, escenarios que deberán ser esclarecidos exclusivamente con base en los informes de Medicina Legal y el análisis integral del material probatorio. La investigación continúa bajo la dirección de la Fiscalía, que llamó a la prudencia mientras se conocen conclusiones definitivas.
Audios previos y preocupaciones manifestadas
Personas cercanas a la jueza Polanía señalaron que, meses antes de su fallecimiento, la funcionaria había expresado preocupaciones relacionadas con dos situaciones específicas que la afectaban de manera personal y laboral. Según allegados, estas inquietudes fueron puestas en conocimiento de autoridades y de su círculo más cercano.
“Uno de los temas que la tenían preocupada era una supuesta persecución laboral a la que la venía sometiendo un alto funcionario de la rama judicial en Cúcuta. Incluso pidió ayuda para enfrentar el caso”, aseguró un allegado a la jueza.
Adicionalmente, la funcionaria había dejado audios grabados en abril, enviados a personas de confianza, en los que documentaba incidentes con una expareja, relacionados con el acceso a información personal y conflictos de convivencia. En esas grabaciones, conocidas por investigadores y allegados, se le escucha confrontando a un hombre por presuntas actuaciones que la afectaban.
Una fuente con acceso a los mensajes señaló que en esas conversaciones “la jueza le reclamaba por reuniones con personas que la estaban denunciando y le manifestaba que había ingresado drogas a su apartamento”.
La versión de un allegado y del abogado amigo
El abogado Luis Alexánder Maldonado, amigo cercano de la jueza Polanía, confirmó que conocía los audios y aseguró que la propia funcionaria los había publicado en redes sociales.
“En las grabaciones habla de problemas que tenía con una expareja, pero entiendo que era más un tema de convivencia y eso se solucionó”, afirmó Maldonado.
El jurista también destacó el perfil profesional de la jueza y los riesgos que enfrentaba por su trabajo. “Ella tenía muchas amenazas por ser juez de Bacrim, negaba muchos beneficios a miembros de bandas criminales. Por eso tenía esquema de protección de la rama judicial. Era una juez incorruptible”, señaló.
Maldonado agregó que habló con la jueza el lunes en la noche, horas antes de que fuera hallada sin vida. “Ella estaba feliz con su bebé. Decir que se suicidó no tiene sentido porque se habría llevado por delante al niño, pero será Medicina Legal quien determine las causas de su muerte”, sostuvo.
Una jueza con exposición pública
Vivian Polanía había ganado notoriedad a nivel nacional en los últimos años por la difusión de videos personales en redes sociales y por varias quejas disciplinarias presentadas en su contra ante la Comisión de Disciplina Judicial, cuatro de las cuales fueron archivadas, según fuentes del proceso.
También fue juez de control de garantías en procesos de alto impacto en la región, lo que le había significado medidas de protección por parte de la Rama Judicial.
Hipótesis en evaluación
Las autoridades confirmaron que, hasta el momento, no se evidenciaron signos de violencia en el cuerpo de la jueza, aunque recalcaron que este es un análisis preliminar. La causa exacta de la muerte será determinada por Medicina Legal, que adelanta estudios toxicológicos y forenses más detallados.
La Policía explicó que la última comunicación conocida con la jueza ocurrió la noche anterior al hallazgo, alrededor de las ocho, cuando fue contactada por su escolta. Al no obtener respuesta en intentos posteriores, se activaron los protocolos de verificación.
Mientras avanza la investigación, la Fiscalía insistió en que no se descarta ninguna hipótesis y que solo los resultados técnicos permitirán establecer con claridad qué ocurrió en el apartamento de la funcionaria judicial.
Investigación en curso
El caso permanece bajo coordinación de la Fiscalía General de la Nación, que analiza los audios, los antecedentes laborales y personales de la jueza, así como las pruebas recolectadas en la escena. Las autoridades pidieron prudencia frente a las versiones que circulan y respeto por el debido proceso y por la familia de la funcionaria judicial.


