Zulma Guzmán admite que instaló un GPS al vehículo de Juan de Bedout y explica por qué visitaba un apartamento en su edificio

En entrevista exclusiva con Focus Noticias, la empresaria habló del dispositivo de rastreo instalado al carro del padre de una de las niñas fallecidas, reconoció que fue un error personal y explicó los motivos de sus visitas a un apartamento en el mismo edificio donde residía la familia Bedout Graham.


El episodio del GPS instalado en el vehículo de Juan de Bedout Vargas, padre de una de las niñas fallecidas por intoxicación con talio en el norte de Bogotá, se conoció durante la investigación a  Zulma Guzmán Castro. Por primera vez, la empresaria se refirió públicamente a ese hecho y entregó su versión en una entrevista exclusiva con Focus Noticias, realizada desde el exterior.

Guzmán, señalada por el ente acusador como presunta responsable de la coordinación del envío de frambuesas contaminadas que provocaron la muerte de dos menores, reconoció que instaló el dispositivo de rastreo años atrás, en el marco de su relación sentimental con De Bedout.


“Fue una idea equivocada y vergonzosa”

Durante la conversación, Zulma Guzmán admitió que el GPS fue instalado por iniciativa suya y calificó el episodio como un error personal del pasado.

Fue una idea equivocada y un episodio jocoso pero vergonzoso”, afirmó.

Según explicó, la decisión estuvo motivada por celos y desconfianza dentro de la relación extramatrimonial que sostuvo durante varios años con Juan de Bedout. De acuerdo con su relato, el episodio ocurrió tras una discusión, cuando él la retó a que no sería capaz de saber dónde se encontraba.

Yo cometí un error hace muchísimos años, precisamente cuando estaba en la relación con Juan”, señaló.

Guzmán aseguró que, una vez De Bedout se enteró de la existencia del GPS, el hecho fue asumido como un episodio incómodo pero cerrado, y que ella ofreció disculpas por lo ocurrido.


Soy el vínculo más fácil porque fui amante de Juan de Bedout por tantos años y pienso que soy muy fácil de inculpar”, afirmó durante la entrevista.


Las visitas al edificio de la familia Bedout Graham

Otro aspecto abordado por Guzmán fue su presencia en un apartamento ubicado en el mismo edificio donde residía la familia Bedout Graham, hecho que también ha sido analizado por los investigadores.

La empresaria explicó que no se trataba de visitas relacionadas con la familia de las menores, sino con un inmueble que pertenecía a un familiar de su entonces esposo y que se encontraba en proceso de remodelación para su venta.

Ese apartamento no era de Juan ni de su familia. Era un inmueble relacionado con un familiar de mi exesposo y estaba siendo arreglado”, explicó.

Según su versión, fue en una de esas visitas cuando ocurrió el episodio del GPS.


Relación sentimental 

En la entrevista, Guzmán reiteró que sostuvo una relación clandestina con Juan de Bedout durante varios años, la cual inició en 2014 y terminó con la llegada de la pandemia.

Yo fui amante de Juan de Bedout durante muchos años. La relación inició en el 2018 hasta que comenzó la pandemia y eso acabó cuando empezó la pandemia”, relató.

Añadió que, desde 2020, no volvieron a tener encuentros sentimentales y que el contacto se limitó a mensajes esporádicos.

Cortamos la relación, no teníamos encuentros, compartíamos solo mensajes de chat. A veces nos encontramos por casualidad”, dijo.

Ellos estudiaron el pregrado de economía en la Universidad de los Andes  y luego se reencontraron en un congreso en Cartagena que es donde habrían iniciado la relación en ese momento ella estaba separada, pero Juan de Bedout estaba casado con la sicológa Alicia Graham, quien falleció en el 2021 a causa de cáncer y durante dos episodios le fue hallado talio en su cuerpo.


Madre de Inés de bedout también tenía talio en su cuerpo

Esta sustancia altamente tóxica fue la misma que, según la investigación, habría sido utilizada para contaminar unas frambuesas cubiertas de chocolate que llegaron como un aparente obsequio a una vivienda en Bogotá. El consumo de esos alimentos desencadenó una tragedia familiar: dos niñas de 13 años perdieron la vida, una menor más resultó gravemente afectada y el hermano de una de ellas debió permanecer hospitalizado durante varios meses, aunque finalmente se recuperó. Para los expertos, los niveles hallados no dejan dudas sobre la gravedad del envenenamiento.

En medio del avance del proceso, la Fiscalía detectó un elemento que llevó a abrir una nueva línea de investigación. Se trata del episodio de salud que enfrentó en diciembre de 2020, en plena pandemia, la madre de una de las menores fallecidas. Aunque la mujer había superado años atrás un cáncer de seno, en ese periodo volvió a experimentar fuertes dolores y un deterioro progresivo de su estado físico. Los médicos descartaron una recaída oncológica en un primer momento, pero no lograban explicar el origen de los síntomas que la afectaban.

El médico endocrinólogo Julio Portocarrero relató, en el programa Los Informantes y con la reserva que impone la relación médico-paciente, que al atender a la mujer se ordenaron exámenes especializados que evidenciaron niveles inusualmente altos de talio en su organismo. Tras recibir el tratamiento correspondiente, su condición mejoró de manera significativa. Sin embargo, durante un viaje en el exterior sufrió una recaída asociada —según el especialista— a la reactivación de un tumor previo. La mujer falleció el 17 de agosto de 2021 y fue cremada, lo que hoy impide establecer con exactitud las causas finales de su muerte. Las pruebas de sangre y orina practicadas en su momento habían arrojado resultados positivos, con registros entre “80 y 90”, cifras que, en palabras del médico, “no dejaban ninguna duda” sobre la exposición al metal.

Aunque el endocrinólogo fue enfático en señalar que la probabilidad de que el talio haya sido la causa directa del cáncer es “cercana a cero”, sí planteó un posible efecto indirecto. “Cuando una persona con antecedentes oncológicos enfrenta un estrés tan severo como una intoxicación por talio, su sistema inmunológico puede debilitarse de forma importante, y ese deterioro facilita la reactivación de un tumor”, explicó. Para la Fiscalía, estas coincidencias fortalecen el contexto del caso y se suman al conjunto de indicios que llevaron, el 25 de octubre, a que un juez de Control de Garantías de Bogotá ordenara la captura de Zulma Guzmán Castro y autorizara la emisión de una circular roja de Interpol, al considerarla presuntamente vinculada con el envío de las frambuesas envenenadas.

Otros elementos que amplían la investigación

En el mismo contexto, la entrevista reveló otros datos que hoy son evaluados por la Fiscalía. Entre ellos, la aparición de una nueva persona identificada como “Cenai”, desde cuyo teléfono también se habrían realizado llamadas relacionadas con la entrega de las frambuesas contaminadas, lo que amplía las líneas de investigación.

Asimismo, se confirmó que Zulma Guzmán salió de Colombia el 13 de abril, mientras que la tragedia ocurrió el 4 de abril, lo que indica que al momento en que las frambuesas envenenadas llegaron a la vivienda de la familia Bedout, la empresaria aún se encontraba en Bogotá.

A estos hechos se suma una consecuencia en el ámbito social: el Comité de Convivencia del Club El Nogal decidió cerrarle las puertas, decisión que fue adoptada tras conocerse su vinculación al proceso judicial.


Investigación en curso

El caso continúa en etapa de investigación. La Fiscalía mantiene su tesis de que el envío de las frambuesas contaminadas con talio fue premeditado y que existen elementos que vincularían a Zulma Guzmán con su presunta coordinación.

No tuve ningún control ni participación en el envío de las frambuesas”, insistió.


▶️ Vea la entrevista completa y la segunda parte de esta conversación exclusiva con Zulma Guzmán Castro en el canal de YouTube de Focus Noticias, donde la empresaria amplía su versión sobre el GPS, su relación con Juan de Bedout y otros detalles clave de uno de los casos judiciales más impactantes del país.