Trump afirma que los días de Nicolás Maduro en el poder “están contados” pero descarta una guerra inmediata

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, declaró este domingo que cree que los días de Nicolás Maduro al frente de Venezuela “están contados”, aunque se negó a confirmar si Washington está planificando una operación militar terrestre en territorio venezolano. Las manifestaciones se produjeron durante una entrevista con el programa 60 Minutes de la cadena CBS.

Yo diría que sí. Creo que sí”, afirmó Trump al ser cuestionado sobre si los días de Maduro como presidente están contados.

Al preguntársele si EE. UU. contemplaba un ataque militar en Venezuela respondió: “No voy a decirles qué voy a hacer con Venezuela, si lo voy a hacer o si no lo voy a hacer”.

Y agregó: “Lo dudo. No lo creo”, en relación con que el país se dirija hacia una guerra con Venezuela.

Contexto y detalles de las declaraciones

Trump mencionó que su gobierno está monitoreando de cerca a Caracas, aludiendo a acusaciones de envío de “miles de personas de cárceles, instituciones mentales y adictos a las drogas” hacia EE. UU., sin aportar pruebas concretas.
Durante la entrevista también fue consultado sobre la presencia del portaaviones USS Gerald R. Ford en aguas internacionales cerca de Venezuela, a lo que respondió con tono irónico:

Tiene que estar en alguna parte, es muy grande”.

La entrevista se produce en un momento de creciente tensión diplomática entre ambos gobiernos, marcada por sanciones económicas, la inclusión de Venezuela en listas de riesgo y la ausencia de relaciones diplomáticas formales desde 2019. A pesar de la retórica firme, Trump enfatizó que su administración no busca una guerra directa, pero dejó abierto el margen de maniobra.

Mire, ya veremos lo que pasa con Venezuela”, manifestó.

Implicaciones para la política exterior de EE. UU. y la región

Con estas declaraciones, Trump refuerza la postura de EE. UU. de no reconocer la legitimidad del gobierno de Maduro y de mantener la presión diplomática y económica sobre Caracas. Al mismo tiempo, su negación de un conflicto bélico inmediato busca evitar la escalada militar formal hacia la región.
Analistas señalan que, aunque una invasión está descartada por ahora, la Administración estadounidense mantiene “opciones estratégicas” para actuar sobre rutas de narcotráfico y asistencia clandestina, sin que se confirme públicamente intervención.
El mensaje también tiene impacto regional: los países latinoamericanos siguen de cerca el pulso EE. UU.–Venezuela, temiendo que cualquier mal cálculo desencadene una crisis humanitaria o migratoria más extensa.

Reacción en Caracas y próximos pasos

Hasta el cierre de esta edición, el gobierno de Venezuela no ha emitido una respuesta oficial a las declaraciones de Trump. En Caracas, fuentes del entorno del presidente Maduro calificaron comentarios similares como “provocaciones” que buscan justificar injerencias externas.
De cara a lo que viene, los expertos anticipan que se reforzarán sanciones específicas y que podría intensificarse la cooperación de EE. UU. con países limítrofes de Venezuela para reforzar controles migratorios y antinarcóticos. El escenario exige atención: aunque no se vislumbra una acción militar terrestre inmediata, la presión sobre Caracas parece encaminada a sostenerse y escalar en ámbitos diplomáticos y financieros.