Revelaciones del celular de alias Harold
Bogotá, Colombia – La investigación por el asesinato del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay ha dado un giro determinante tras el análisis del contenido del teléfono celular de Harold Barragán Ovalle, alias Harold, el séptimo capturado en relación con el crimen. La evidencia digital recuperada por las autoridades ha permitido reconstruir en detalle cómo se habría planeado y ejecutado el atentado ocurrido el pasado 7 de junio, y que terminó con la vida del congresista el 11 de agosto.
Un dispositivo que habló por su dueño
Aunque alias Harold intentó borrar parte del contenido de su celular antes de entregarlo a las autoridades, los peritos informáticos de la Fiscalía General lograron recuperar más de 17.000 audios y 3.200 conversaciones de aplicaciones de mensajería instantánea, además de registros en la red social Amigio, una plataforma utilizada por varios miembros de la red criminal.
Las conversaciones analizadas provienen de más de 15 perfiles en Amigio vinculados al entorno de alias Harold. En ellas se evidencian no solo vínculos con alias El Costeño, presunto jefe logístico del asesinato, sino también coordinaciones explícitas para la ejecución del crimen.
Entre las pruebas destacadas figura un audio enviado al grupo de WhatsApp denominado “Plata o Plomo”, en el que Barragán Ovalle informa: “El trabajo es de cuatro a cuatro y media, llega el paciente”. Este mensaje habría sido enviado para coordinar el momento exacto del atentado.
Coordinación, seguimiento y pago al sicario
La Fiscalía ha documentado que desde el grupo “Plata o Plomo” se compartía en tiempo real información sobre los movimientos del senador Uribe Turbay. Además, se pactó el pago de 20 millones de pesos al menor de edad que disparó el arma, quien ya fue sancionado por el crimen a 7 años de internamiento.
Chats extraídos del celular de alias Harold también revelan videollamadas entre él y alias El Costeño, donde se discutía la contratación del sicario, el lugar de entrega del arma y su configuración técnica. Uno de los mensajes clave menciona: “Ya han camellado con este man… Solo que toca ir hasta el sur a buscarlos. Porque no manejan línea telefónica”.
En las conversaciones también se evidencian momentos posteriores al ataque, donde Harold expresa preocupación por el avance de las investigaciones y menciona que algunos de los implicados comenzaron a cooperar con las autoridades. “Ya empezó a hablar el chino… empezó a soltar audios de cuando el man le decía que eso se tenía que hacer sí o sí hoy”, se lee en uno de los mensajes recuperados.
Fotografías, armas y narcotráfico
Además de los chats, en el dispositivo de Barragán Ovalle se encontraron imágenes que lo vincularían con el tráfico de armas y estupefacientes. Entre las fotografías se identificaron pistolas, fusiles y paquetes de droga tipo tusi, que las autoridades relacionan con una red de microtráfico que operaba principalmente en el occidente de Bogotá.
También fueron halladas fotos y registros de encuentros entre Harold y alias El Costeño, así como documentación gráfica del armamento presuntamente utilizado en el crimen.
La Fiscalía sostiene que Harold Barragán tuvo un papel determinante en la configuración del arma que terminó con la vida del senador Uribe, al dar instrucciones específicas para su ajuste. “Allí se entrega el arma y se afinan los detalles del atentado”, explicó la fiscal del caso durante la audiencia de imputación.
Un actor clave dentro de la estructura criminal
Los testimonios recogidos hasta el momento, en especial el del menor que ejecutó el disparo, señalan a alias Harold como un actor de jerarquía dentro de la organización. “Harold es mi firma”, afirmó el joven, haciendo referencia a la figura que dentro de este tipo de estructuras da las órdenes directas para los crímenes.
Con base en esta evidencia, la Fiscalía ha solicitado medida de aseguramiento intramural, alegando riesgo de obstrucción a la justicia y posible reincidencia. En la audiencia, Harold Barragán se declaró inocente.
Nuevos nombres bajo la lupa
Gracias al análisis del celular, las autoridades también lograron identificar a tres nuevos presuntos integrantes de la estructura criminal: alias Mosco, Viejo y Caleño. El primero sería, según información preliminar, el jefe de la banda multicrimen que coordinó el magnicidio.
Alias Harold permaneció prófugo durante más de dos meses, logrando mantenerse al margen de las primeras capturas. Sin embargo, tras la presión de la Policía Judicial en el barrio El Muelle, en la localidad de Engativá, decidió presentarse voluntariamente. En ese momento, entregó su celular como una supuesta muestra de cooperación. Paradójicamente, el mismo dispositivo terminó convirtiéndose en la prueba más contundente en su contra.
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Redacción Judicial