Cónclave: La espera por el humo blanco

El reloj en la Plaza de San Pedro marca el paso lento del tiempo mientras 133 cardenales se mantienen concentrados dentro de la Capilla Sixtina, alzando sus votos con la esperanza de encontrar al sucesor de Pedro. El cónclave comenzó con una gran expectación este jueves, pero, como en las dos primeras rondas de votación, el humo que emergió de la chimenea de la capilla fue negro, señalando que aún no hay consenso en la elección del nuevo papa.

Un proceso secreto, cargado de historia y misterio

Desde la muerte del papa Francisco, la Iglesia católica se encuentra en la búsqueda de un nuevo pontífice. Los cardenales se reúnen en total hermetismo en la Capilla Sixtina, donde la tradición es la guía. Para convertirse en el próximo papa, un candidato necesita obtener más de dos tercios de los votos. La jornada comenzó con una Misa y la celebración de Laudes en la Capilla Paulina, antes de que los cardenales se adentraran en la Sixtina para las votaciones. Después de las dos rondas de esta mañana, el silencio fue interrumpido por la aparición del humo negro a las 11:51 horas, ante una multitud expectante en la Plaza de San Pedro.

La espera en la Plaza de San Pedro: entre juegos y recuerdos

Mientras la incertidumbre persiste en la Capilla Sixtina, fuera de ella, la gente espera con esperanza y la paciencia. Unas 15,000 personas se congregaron en la plaza durante la mañana, algunos capturando la imagen del humo negro en sus teléfonos móviles, otros observando con atención la televisión en vivo.

El ambiente en la Plaza de San Pedro es una mezcla de tensión, pero también de cotidianidad. En un rincón de la plaza, un grupo de jóvenes juega a las cartas, ignorando la espera prolongada. Otros, sin prisa, se adentran en las tiendas de recuerdos, comprando camisetas y llaveros que conmemoran el cónclave. La diversidad de momentos y actitudes resalta en la plaza: el fervor de unos, la calma de otros.

El Cónclave más diverso en la historia de la Iglesia

Este cónclave es, sin lugar a dudas, uno de los más diversos y concurridos de la historia de la Iglesia católica. De los 133 cardenales con derecho a voto, más del 80% han sido nombrados por el papa Francisco durante su papado. Entre ellos, destaca un grupo de cardenales provenientes de países que antes no habían tenido representantes en el Colegio Cardenalicio, como Mongolia, Laos y Malí, reflejando el cambio que ha impulsado el papa Francisco durante sus 12 años de papado.

En la capilla, entre los rostros conocidos de cardenales, se encuentra una mezcla de edades, culturas y orígenes. Desde el ucraniano Mykola Byčok, el cardenal más joven con 45 años, hasta el español Carlos Osoro Sierra, arzobispo emérito de Madrid, de 79 años, la diversidad de los electores es patente. Además, la figura del cardenal bosnio Vinko Puljic, que entra en la capilla con la ayuda de un bastón, destaca por la superación de las adversidades físicas que marcan este cónclave.

¿Hacia la elección de un nuevo papa?

El proceso sigue su curso. Tras el receso para el almuerzo, los cardenales regresan a la Capilla Sixtina para la cuarta, y quizás la quinta, ronda de votación. La tensión se mantiene. La pregunta sigue flotando en el aire: ¿quién será el elegido? De momento, el humo negro sigue siendo la señal, pero el paso del tiempo nos acerca a la posibilidad del esperado humo blanco, el que anunciará al nuevo papa.

Fuera de la capilla, la vida continúa. La gente sigue esperando, todos comparten la misma expectación por el momento histórico que está por llegar. Una nueva era para la Iglesia católica podría comenzar en cualquier momento, aunque el tiempo, como siempre en estos procesos, juega su parte en la incertidumbre.