Vaticano anunció fecha para el inicio del Conclave para remplazar al Papa Francisco

El 7 de Mayo comienza el Conclave para remplazar al Papa Francisco confirma el Vaticano.

Tras el funeral del pontífice argentino, el mundo católico gira su mirada hacia la Capilla Sixtina. Allí, entre frescos y plegarias, 135 cardenales —con una media de edad cercana a los 70 años— se preparan para encerrarse en el cónclave más esperado de los últimos tiempos. Nadie sabe cuánto durará. El más extenso de la historia, tras la muerte de Clemente IV, se prolongó tres años entre 1268 y 1271.

La Capilla Sixtina cerró sus puertas al público este lunes para dar inicio a los preparativos del cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco, según informó el Museo Vaticano, encargado de gestionar las visitas a este icónico espacio que recibe millones de turistas cada año.

A través de un comunicado en su página web, el museo detalló: «Se informa que la Capilla Sixtina permanecerá cerrada a partir del lunes 28 de abril de 2025 debido a las necesidades del Cónclave«. Se espera que en las próximas horas se dé a conocer la fecha en la que se celebrará el cónclave.

La Iglesia entra en deliberación. Sin teléfonos, sin prensa, sin televisión ni radio. Solo fe, discernimiento y votos escritos a mano. El próximo papa no solo será un líder espiritual, sino también el rostro de la Iglesia ante un mundo en transformación.

Los favoritos al trono de San Pedro

Los nombres ya circulan con fuerza en los pasillos del Vaticano. Hay seis cardenales que se perfilan como papables, cada uno con un perfil distinto que refleja las tensiones y los anhelos dentro de la Iglesia actual:

Pietro Parolin (Italia, 70 años)

Actual Secretario de Estado del Vaticano, es el número dos de la Santa Sede desde 2013. Con una amplia trayectoria diplomática y buen manejo de las relaciones internacionales, Parolin es una figura moderada, con buena recepción en distintas alas de la Iglesia.

Matteo Zuppi (Italia, 69 años)

Arzobispo de Bolonia y miembro de la comunidad de Sant’Egidio, es un negociador de paz con sensibilidad social. Encabezó en 2023 una misión vaticana en Ucrania. Su apertura hacia la comunidad LGBTQ+ y su estilo pastoral lo hacen popular entre sectores progresistas.

Luis Antonio Tagle (Filipinas, 69 años)

Carismático y cercano al pueblo, Tagle es apodado el “Francisco asiático”. Exdirector de Cáritas y actual prefecto para la Evangelización, su figura representa la creciente importancia del catolicismo en Asia. Su gestión, sin embargo, ha sido objeto de algunas críticas.

Pablo Virgilio David (Filipinas, 65 años)

Obispo de Kalookan y defensor de los derechos humanos frente al régimen de Duterte. Cercano a las ideas de Francisco, promueve una Iglesia que sea “hospital de campaña”. Tiene peso entre los cardenales asiáticos y podría sorprender.

Gérald Lacroix (Canadá, 67 años)

Arzobispo de Quebec, comprometido con una Iglesia misionera en un contexto secularizado. Fue investigado por una acusación de abuso, pero resultó exonerado por un juez independiente. El caso aún podría jugar en su contra.

Fridolin Ambongo (RD del Congo, 65 años)

Arzobispo de Kinshasa y líder de una de las mayores iglesias africanas. Firme en la defensa de los derechos humanos, aunque conservador en temas como la bendición de parejas del mismo sexo. Representa el pujante catolicismo africano.

Joseph Tobin (EE. UU., 72 años)

Arzobispo de Newark, políglota y defensor de los migrantes. Su estilo empático y pastoral se ha ganado respeto, aunque el peso político de EE. UU. podría jugar en su contra ante algunos electores.

Robert Prevost (EE. UU./Perú, 69 años)

Prefecto de la Congregación para los Obispos. Nacido en Chicago, pero con fuerte arraigo en Perú, es una figura puente entre el norte y el sur global. Experto en nombramientos episcopales, con profundo conocimiento del Vaticano.

Tarcisius Isao Kikuchi (Japón, 66 años)

Misionero salesiano, activo en Ghana y comprometido con el desarme nuclear. Arzobispo de Tokio y figura de diálogo con el islam. Representa una opción asiática de perfil bajo, pero sólida.

Michael Czerny (Canadá, 78 años)

Jesuita como Francisco y líder del Dicasterio para el Desarrollo Humano. Enfocado en migración y justicia social, podría tener en contra su edad y el hecho de pertenecer a la misma orden del papa saliente.

Cristóbal López Romero (España, 72 años)

Arzobispo de Rabat, con fuerte enfoque en el diálogo interreligioso. Ex misionero en Paraguay, defiende una Iglesia no occidental. Figura respetada en África del Norte y entre comunidades musulmanas.

Jean-Claude Hollerich (Luxemburgo, 66 años)

Jesuita, políglota y organizador clave de los sínodos de reforma de Francisco. Podría ser un candidato de continuidad, con gran experiencia eclesial en Asia y Europa.

¿Humo blanco?

El viejo dicho dice: «Quien entra al cónclave como papa, lo deja como cardenal». Las quinielas pueden fallar, como ocurrió en 2013, cuando el favorito Angelo Scola fue derrotado por el entonces casi desconocido Jorge Bergoglio. Las reformas del papa Francisco han alterado la lógica del Vaticano. El próximo pontífice no necesariamente será italiano ni europeo. Podría ser africano, asiático o incluso latinoamericano nuevamente.

Con la muerte del papa Francisco, la Iglesia católica romana se enfrenta a un momento decisivo. El legado que deja Jorge Mario Bergoglio no es menor: fue un pontífice cercano, austero y reformista, que llevó el Evangelio a los márgenes del mundo y promovió el diálogo interreligioso como ningún otro. Su estilo pastoral rompió moldes y abrió ventanas. Ahora, el próximo cónclave tendrá la delicada misión de elegir a un sucesor que no solo mantenga ese impulso, sino que también sepa navegar los retos de una institución milenaria que busca renovarse sin perder su esencia.

Un colegio más diverso

Francisco reformó profundamente la composición del colegio cardenalicio. Le dio voz a regiones tradicionalmente ignoradas, como Oceanía, África y partes de Asia, rompiendo con la costumbre de nombrar automáticamente a ciertos obispos europeos como cardenales. Esto ha hecho que el mapa del cónclave sea más global, menos predecible y más representativo de los más de 1.300 millones de católicos en el mundo.

La mayoría de los cardenales electores —los menores de 80 años— fueron designados por él

El humo blanco aún no se asoma al cielo romano. Pero cuando lo haga, revelará no solo a un nuevo papa, sino también la dirección que tomará la Iglesia católica en las próximas décadas.